Una pequeña y simple historia

Capitulo 1

Es curioso como un simple sentimiento puede hacerte sentir estar vivo y a la misma vez ver como te consume la vida poco a poco, amargamente, acercándote hacia la propia muerte. 

Maldito sea el día en que la vi, me quede pasmado ante aquella figura que había llegado nueva a clase. Desde entonces mi vida es un infierno, mi mente se llena con ideas del deseo de la muerte. La miro y veo el más bello de los ángeles, el ser más perfecto que pueda haber y aun teniéndola a centímetros no entablo conversación con ella, no la miro si ella me mira por miedo a que descubra mi pensamiento, ese mismo pensamiento o sentimiento que afirma que la quiero. Pero cuando ella no se percata dirijo mi mirada ante su rostro y me adentro en sus ojos, quienes me reflejan un alma inigualable. 

Me ha pasado ya muchas veces, sueño con ella una vida feliz, una vida junto a ella donde formábamos una familia, pero aun así, a pesar de ser un sueño, la vida me castigaba despertándome y haciéndome ver que todo aquello no era real.

Trágico fue el día en que decidí investigar un poco sobre esa chica, una chica que seguramente solo sabía de mi existencia por el listado de alumnos de la clase. Descubrí que ella ya tenía un novio, más maduro seguramente y que además con un autentico cuerpo musculoso. Es por ello que vi ya imposible aquel sueño que tenía todas las noches, por ello deje de dormir para olvidar aquel futuro que nunca llegaría.

A pesar de todo mi conciencia me indico que quizás tendría alguna posibilidad si adelgazaba un poco, así que en menos de tres meses sin ayuda alguna, pase de pesar noventa kilos a tan solo 65. Os parecerá estúpido pero gracias a ello conseguí olvidarme de ella un tiempo, me emocione por aquello que había conseguido.

Poco después la recordé, pensé que ahora tendría alguna posibilidad con ella, pero todo ese pensamiento fue directo a la basura cuando volví a ver una foto de su novio, el cual seguía superándome.

Hoy se que nunca conseguiré que esa persona pase a formar parte de mi vida, pero aun así sigo imaginándomela conmigo, soñando con ella. ¿Y todo para qué? ¿Para qué tanto dolor y sufrimiento?Quizás me guste sentir todos estos amargos sentimientos porque me hacen ver que aun sigo vivo.