./CAPITULO 3

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Después de consolarme a mí misma y de repetirme una y otra vez que solo fue un sueño, me dirigí al baño, me di una ducha...me veía terrible. Termine y fui hacia el armario, observe la ropa colgada y doblada en su respectivo lugar .  Decidí ponerme un suéter rosa y arriba de él una chamarra ligera de color negro, hacia frío . Opté por dejar mi cabello suelto, esa mañana no tenía muchas ganas de esmerarme en un buen peinado. Me mire un momento al espejo, de repente juraría que me estaban observando , no se por que pero actúe  involuntariamente girando hacia la ventana, me sorprendió lo que vi.... Solo es un cuervo <.< pero hay algo raro, es mas oscuro de lo normal , su mirada me penetraba, me miraba fija y extrañamente,  me acerco mas al cristal con pequeños pasos...,esto se convierte en un concurso de miradas.....por que es como si quisiera encontrar algo en esa mirada, porque hay algo que me resulta... familiar.

Entonces escucho el agua cayendo y me devuelvo rápido a cerrar la llave del lava manos , pero no recuerdo si quiera haberla abierto en algún momento.... Vuelvo a a ver a si a la ventana, como si ahí estuviera mi respuesta... El cuervo ya no esta.

Antes de sacar conclusiones o si quiera de llenarme de pánico, en mi celular entra una llamada que me saca de mis pensamientos , es Zulema pero solo dejo un mensaje; me miro al espejo una ultima vez y finalmente caigo en la cuenta: estoy vestida exactamente igual que en mi sueño.
<<Casualidad>> pensé sin tomarle mucha importancia al asunto. No tengo porque asustarme.
Como papa y mama no estaban, me prepare el desayuno y me fui a la escuela.

Al llegar vi a Brenda en la copa el árbol de siempre, el mismo de ayer. Fui directamente con ella.
-¿Te dejaron ir? - dijo comiendo helado como siempre, sin siquiera saludarme.
No se por que, pero siento que ya me había hecho esa pregunta antes. Quizá era mi imaginación.
-No- dije mirando al piso.
-Bromeas, ¿cierto?-
-No bromeo, no me dejaron- respondí en tono serio y mirándola a los ojos...desconcentra, ¿no había hecho eso ya?
Brenda parecía desconcertada, pero finalmente me creyó. Decidí no comentarle nada sobre los planes que se le habían ocurrido a mi mama.
Después de un incómodo silencio, decido decir con sinceridad :
- No quiero arruinar su último año... Vallan ustedes -
- no iremos sin t...- empezó a decir Brenda
-Iran-la interrumpí-  tienen muchas ganas de ir, y no quiero que se detengan por mi-
Brenda se quedo viendo el suelo, sin nada que añadir... quizá meditando su respuesta.
Hasta que lo hizo.
-Ya... veremos que pasa-
-Esta bien-

Desconcertada, pensé en comentarle la extraña sensación de haber tenido antes esta conversación, pero justo cuando iba a hacerlo, ella me gano la palabra
-Mira, allá vienen Zulema y Miranda- dijo señalandolas mientras se le caía al suelo el bote de su helado vacío . Estaban bajando las escaleras.
-Vamos- le dije dejando de lado el comentario que iba a hacerle.
Pero vuelvo a tener esa sensación cuando vemos a Zulema y Miranda cerca de las escaleras, nosotras caminando en la misma dirección que ... Que en mi sueño.
Y entonces recuerdo algo: sangre, gritos,sudor,un filoso cuchillo, Y a Zulema callando por las escaleras, pero cuando estoy a punto de gritarle una advertencia, es demasiado tarde.
-¡Mi brazo... NO SIENTO MI BRAZO... AYUDA!- gritaba Zulema ya en el suelo mientras lloraba.
Esta vez voy corriendo de inmediato a buscar a la enfermera y, al encontrarla, la llevo directo con Zulema. Brenda y Miranda están a su lado intentando calmarla.

Ya en la enfermería Zulema llama a sus padres por teléfono, la enfermera nos comenta que es un poco grave. Recordando mi sueño, miro por la ventana de la enfermería y veo un hombre misterioso con un gorro que le tapaba la cara, sin avisar a las chicas salgo de la enfermería con el propósito de seguir a aquel chico, quien me conduce hasta el baño de chicas. A unos pasos de entrar al baño, ignorando el miedo que me invade al recordar aquel sueño decido seguir; a un instante de hacerlo, alguien me toma del brazo impidiéndome avanzar.

-No te lo recomendaría- dice una voz ronca masculina con un cierto toque de misterio en ella.
-¿Qué?- digo con la vista aun en la puerta del baño, sin voltear hacia él.
Sigue sujetándome pero no me responde.
-Es solo el baño de damas, ¿qué hay de malo en ello?- dije aclarándome la garganta.
Sigue sin responderme, pero aun me sujeta. Sin pensarlo dos veces, vuelvo mi vista hacia atrás finalmente encontrándome en un chico con la cabeza baja.
-¡¿Me puedes decir quien demonios eres para darme ordenes?!- dije frustrada por no recibir respuestas. Dicho aquello, él solo río por lo bajo mientras levantaba su cabeza y me miraba fijo con unos ojos azules , pero no un típico azul celeste,  si no un azul oscuro como el de una noche estrellada, que inspiraban profundidad, misterio y tantas cosas a la vez imposibles de describir.
Su cabello negro era tan liso y algo ondulado de las puntas con flequillo que le caía sobre la parte derecha de la cara. Llevaba puesto un gorro azul que resaltaba sus puntas onduladas.
-¿Qué es lo gracioso?
-Me gusta cuando te enojas- dijo con una sonrisa irónica, pero linda.
-Como si me conocieras tanto.
-Quizá no, pero siempre hay una primera vez- responde sin borrar sus sonrisa.
Sonreí, pero borre la sonrisa rápidamente al recordar porque estaba ahí.
-¿Ahora sí me puedes decir por qué no puedo entrar al baño?
-Es algo complicado-hace una pausa, sonríe- como tú.
Intento ignorar ese comentario.
-Es solo el baño- repliqué.
vuelve a reír con su sonrisa irónica
-Y por cierto, ¿quién eres tú? Nunca te había visto por aquí.
-Adam Jacobs, nuevo estudiante. Acostúmbrate, nos veremos más seguido.
-¿Entonces tienes 17?
-18, pero gracias por aparentar que soy un año más joven- dijo con aquella sonrisa matadora-9 ¿ y tú? ¿Cuál es tu nombre?-
Me lo pensé un momento antes de responder, pero sin duda era imposible no ceder ante sus ojos que seguían muy fijos en mí.
-Carol, Carol Brittman-
Estiro su mano y tomó un mechón de mi castaño y ondulado cabello. Lo examinó cuidadosamente, como si temiera que se rompiera. Da un paso hacia mí y se acerca a mi oído.
-Eres complicada pero no se significa que no seas linda- me susurró tiernamente. Sin darme cuenta vuelvo a perderme en sus ojos y él en mis verdes ojos. Se crea un silencio feroz. Y luego noto que él cambia su mirada de mis ojos hacia mis labios. Sé lo que piensa. Y antes de que algo pueda ocurrir algo, suena la campana.
-No pierdas tus clases, pequeña curiosa- dijo mientras se aleja un poco de mí.
-Aja, claro- respondí y, acto seguido, me dirijo a mi primera clase.

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Más Allá de Un Sueño *PAUSADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora