Sean y yo nos encontrábamos en un lago, sentados a la orilla, comiendo hamburguesas del McDonalds.
- Cuéntame algo de tu infancia, tengo curiosidad por saber de la hija del gran Roy Morrison?
- Tampoco hay mucho que contar, la verdad es que era bastante problemática, me gustaba meterme en lios, mis amigos y yo las montábamos buenas.
-Qué hizo que te fueses tanto tiempo a Gran Bretaña?
- Cómo sabes que estaba en Gran Bretaña?
- Tu padre siempre decía que cuando volvieses nos patearías el culo a todos porque eramos unos mantas. Y por lo que veo no se equivocaba.- dijo Sean en tono divertido.
- Tuve unos problemas en las carreras ilegales, un amigo tuvo un accidente y murió, después de eso no quise volver nunca más a ver este sitio, por eso me fui. ¿Sabes lo peor?- Pregunto sin esperar respuesta- Era yo la que iba conduciendo, yo tuve la culta de que Chuck muriese, tendría que haber muerto yo.
- Oye no digas eso, si el iba en la moto contigo fue porque quiso, sabías cuales eran los riesgos y los aceptó, así que no te eches la culpa- dijo dándome un abrazo en modo de consuelo
- Bueno te toca, cuentame sobre ti, solo sé como te llamas.
- Digamos que mi infancia no fue de las mejores, mis padres me abandonaron al nacer, mi madre tenía 17 años y mi padre 20, así que lo único que se les ocurrió hacer fue dejarme en la puerta de un orfanato a esperar a que me recogiesen. La gente de orfanato es mi familia, los niños que hay allí son como mis hermanos y dos de los que también están en el gimnasio de tu padre son mis mejores amigos con los que se que puedo contar pase lo que pase. Eso es lo bueno de que me abandonasen, he conocido a mi familia de no sangre, tal vez si ellos no me hubiesen dejado nunca les hubiese conocido.
Todo esto lo dijo mientras miraba al lago, apretando la mandíbula de vez en cuando. Así fue como me fije en el tatuaje de su brazo.
- ¿Y ese tatuaje? ¿Qué significa?
- Sabes, yo también perdí a un buen amigo, estabamos metidos en lios de drogas, y un día para cobrarse lo que les debíamo le mataron. James, Mike y yo decidimos hacernos este tatuaje por el, siempre dijo que cuando consiguiese salir de las drogas se lo haría, pero no tuvo la oportunidad así que decidimos hacerlo por el.
- Siento mucho lo de tu amigo- dije apoyando mi mano en su hombro y mirándolo fijamente a los ojos. El me miró a mi y toco mi mejilla con la palma de su mano, empezó a acercarse a mi, cerré los ojos y de repente su teléfono sonó.
- Es tu padre - Se levantó y fue hacia su moto mientras contestaba al teléfono.
Me levanté detrás de él y le pregunté que quería mi padre.
- Llegamos tarde, tenía que estar ahí hace quinze minutos. Pero supongo que no me dirá nada ya que estaba con su querida hija no?- dijo en tono burlesco.
- Anda vamonos ya.
Subimos a su moto, apoyé mi mejilla en su espalda y rodeé mis brazos en su cintura. Cerré los ojos y simplente disfruté de la velocidad hasta que llegamos al club donde Sean iba a pelear.
ESTÁS LEYENDO
REBEL
RomanceKatherine Morrison vuelve a Los Angeles, su ciudad natal, después de haber estado tres años en Gran Bretaña. Una de sus aficiones es el Boxeo, lo que en el pasado la llevó a meterse en muchos lios. Su padre es el propietario de uno de los gimnasios...