Capitulo 0: Una nueva etapa

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Viernes, 9 de la mañana

Mi hermana Adriana está nerviosa quizás más que yo, no para de ir de un lado tras otro, coge la maleta la abre mira si lo tiene todo; peine, pantalones, el neceser... Vuelve a cerrar la maleta, vuelve a abrirla; peine, pantalones, neceser... la cierra.. así lleva media hora. No sé qué me ocurre a mí, no estoy nada nerviosa, es la primera vez que me voy de mi casa y parece que no lo he asimilado.

Me tumbo en mi cama abrazando a mi gato, mientras espero a que mi hermana termine de arreglarse- ¡Dios que cómoda es! la voy a echar de menos- me digo a mí misma mientras observo el techo pensando en el viaje que me espera para llegar a mi nueva ciudad. Suspiro, cierro los ojos y me recreo en mi mente este nuevo año, con la ilusión de vivir la experiencia que me espera, sonrío levemente y en tan un solo instante me imagino Granada. Me habían comentado que era una ciudad muy bonita, gente amable, buena comida y... lo mejor de todo! Mucha muchiiisima fiesta.

-¡¡¡MARÍA!!!. Me grita mi hermana desde la puerta de mi casa.

Me levanto de un impulso, me dispongo a ponerme mis zapatillas con torpeza, por el susto. Salgo de mi cuarto lo más rápido que puedo y allí veo a mi hermana con maleta en mano intentando escribir por el móvil con tan un solo dedo. La imagen es graciosa, no puedo evitar esbozar una sonrisa.

-¿Qué ocurre Adriana?

-Cógete la maleta que nos vamos ya, mamá está esperándonos.

Ya eran las 10 de la mañana, el tiempo se me había pasado rápidamente y el autobús sale a las 11h -tranquilízate María, aún hay tiempo para revisar algunas cosas- repito esta frase unas 10 veces y termino de hacer la maleta.

-Vamos María... ¿Qué te queda?

-Ya bajo. Tres minutos, por favor.- No me lo puedo creer este momento ha llegado, me voy de verdad de mi casa.

El día anterior, mi madre nos dijo que nos llevaría hasta la estación de autobuses. Los billetes los compramos por internet la semana pasada. Veo a mi madre muy agitada, está aún más nerviosa que mi hermana.

-María súbete detrás.

-¿Por qué mamá?-encojo los hombros.

-¿De verdad me lo preguntas? Contigo algún día tendremos un accidente. Me comenta detenidamente observándome a los ojos.

Ya se me había olvidado lo que odia mi madre que me monte de copiloto. No es que no se fíe de mí, ni yo de ella, pero no puedo remediar "pegar el volantazo" cada vez que veo que el coche está cerca de un animal en la carretera. Ya han sido dos o tres veces, de hecho recuerdo como una vez me castigó un mes entero sin montarme en su coche.

- Todo listo chicas! En diez minutos estamos en la estación. Lo que os voy a echar de menos.

- Venga mamá, en menos de lo que canta un gallo estamos de vuelta. Comenta mi hermana, ambas se ríen y comenzamos el viaje.

Sólo quedan 15 minutos para que llegue el autobús, estoy sentada en la sala de espera, delante de mí hay una pareja de enamorados, el chico de ojos azules, bastante guapo le echa el brazo sobre el hombro de su novia, mientras le acaricia un mechón de pelo rizado que cae sobre su hombro. La chica le mira y sonríe. A mi derecha se encuentra mi hermana escribiendo por el móvil, nunca me había fijado con qué rapidez movía los dedos. A mi izquierda se encuentra mi madre, moviendo ambas piernas síntoma de su nerviosismo. Y aquí estoy yo sin creérmelo. Cojo mi bolso y rebusco entre las cosas buscando un espejo, me miro y veo lo mal que tengo el pelo, la cara de cansancio, no puede ser, me peino con cuidado con los dedos de mi mano, agarro un pintalabios y me maquillo lo mejor que puedo. Mucho mejor. Quiero estar perfecta para Granada.

-Ya ha llegado el autobús de ruta. Está en el arcén 7, María coge tus cosas que nos vamos.

-Ay Mis niñas, mis niñas se van.

De repente a mi madre se le saltan las lágrimas y me doy cuenta por fin de que esto es verdad.

-Mamá te voy a echar de menos, le digo mientras le doy el abrazo más fuerte y decisivo que le haya dado en mi vida.

-María por si no podemos hablar te digo que tengas mucha suerte en Granada y en tu primer día de clase.

Me da un brinco en el corazón, el pecho se me encoge, primer día de clase pienso, estaba tan centrada en el viaje, en Granada, que no me había percatado de que me iba por estudios. Ahora recuerdo los días tan duros de segundo de bachillerato, la selectividad los días de verano pensando en mi futuro, si escogía una carrera o una fp. Atrás quedó todo eso. Al final escogí la fp, espero haber elegido bien...

-Adriana cuida de tu hermana, que es muy pequeña todavía.

-Sí mamá, yo cuido del bebe, don¨tworry.

- Ultima cosa, última cosa...repite mi madre, acariciándonos a ambas las mejillas. Conozco esa mirada que nos está poniendo, mirada de preocupación. -No me liguéis mucho- expresa mientras no puede evitar soltar una carcajada.

- Ya me habías preocupado, mamá, soltamos Adriana y yo a la vez.

Las tres nos reímos y nos damos un gran abrazo. Nos subimos en el autobús. Por desgracia nuestros asientos están separados porque ya no quedaban plazas, por lo menos tengo ventana, pienso. Me pongo mis auriculares escuchando Palmeras en la nieve-Pablo Alborán y me desconecto en mi mundo.

- Perdona.
- ¿Si?
- Te has sentado en mi asiento.
Giro la cabeza y me pongo roja como un tomate. No puede ser, que verguenza, es un chico muy guapo.

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HOLA GENTEE!!!! Pues bueno por aquí va nuestro primer capitulo de nuestra primera historia, espero que os guste y que vayáis comentando.

Un besazo enorme de las chicas comunio, nos vemos en el capitulo que viene...Chaoooo!!!

Mas que QuimicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora