El camino no fue demasiado extenso, he estado sentada en el asiento del auto quizás unos veinte minutos, hasta que aparcamos frente a una modesta casa.
La examiné, era algo a lo que no estaba acostumbrada, pero me había fascinado tanto. Frente a mis curiosos ojos se encontraba una preciosa casa de madera, algo así como una cabaña, pero un poco mas extensa, con un lindo porche el cuál también cumplía el papel de balcón en la parte superior.
Desde ésta distancia sentía la presencia hogareña, algo que nunca hubo en mi casa, algo que nunca sentí, se sentía un aire cálido como el abrazo de tu madre, un aire protector como los brazos de tu padre, o así se suponía que fuera.
Mi tía apoyó su mano sobre mi hombro, haciéndome salir de mi trance psicológico en el cuál estuve por...hum, ¿dos minutos? Ni la mínima idea para ser sincera.
-Te ayudaré a descargar tus cosas, cariño.- Murmuró quitando la llave del auto, mientras me miraba fijamente con una pequeña sonrisa maternal. Ésta mujer es increíble, ¿cómo es que nunca tuvo hijos?- Y luego te mostraré cuál será tu habitación, de ahí en adelante prometo dejarte en paz, así te duchas y descansas, ¿sí?
-Sonreí ante sus palabras, era una mujer, sin dudas, demasiado adorable. Asentí en respuesta, para luego murmurar un:- Muchas gracias, lo cierto es que estoy un poco cansada, pero lo normal.
Ambas bajamos del vehículo bastante cargadas, por cierto, supongo que mi madre había exagerado un "poco", como de costumbre, pero finalmente llegamos a la puerta de la tan hogareña casa.
Apenas la tía Grace abrió la puerta, e inmediatamente un aroma a café recién hecho y galletitas horneadas inundaron el lugar.
-Puedes entrar, es tu casa, Lana.- Murmuró mi tía, abriendo un poco más la puerta. "Lana" hacía un largo tiempo no escuchaba ese apodo, solían llamarme así cuando era pequeña, cuando mi madre no era la rígida y fría persona que es ahora, donde todo tiene que ser correcto, hasta la manera de llamarme, "Svetlana" para aquí, "Svetlana" para allá, nada de "Lana".
Al entrar, observé la amplia sala, sin dudas esta casa no dejaba nada que desear en su interior. Me adentré un poco más hacia la sala, donde mis oídos pudieron captar pequeños murmullos que venían de la cocina.
- Sandy, Caitlin, hemos llegado.- Gritó mi tía, avisándole a las dueñas de los murmullos, los cuales inmediatamente pararon, para luego divisar dos figuras saliendo de otra habitación; una mujer de unos cuarenta y algo de años, con una chica de mi edad o un poco más.- Ella es mi sobrina Svetlana, chicas.- Murmuró mi tía, colocando uno de sus brazos en mi espalda, haciéndome dar un paso al frente. Ambas me saludaron muy cortés, lo cuál imité sin dudas.-
- Caitlin, ¿no quieres mostrarle a Svetlana su habitación? De seguro deben tener muchos temas en común para hablar.- Dijo Sandy, con una sonrisa acogedora, y Caitlin inmediatamente asintió, mientras se acercaba a mi, tomó dos de mis maletas, lo que yo imité.-
- Llegaste en una excelente hora, Svetlana, sin los chicos, y para sacarme de las conversaciones de gente mayor, que hablan sobre sus tiempos en la universidad, y chicos que no parecen ser nada atractivos en ésta época, ¿qué tenían en los ojos? -Murmuró mientras subía la escalera con ambas valijas, esbozando una leve carcajada, a la cual me uní.-
- Imagino la tortura que debe ser convivir con dos chicos, y dos señoras con melancolía de su pasado. Puedes llamarme tan sólo "Lana", Svetlana suele ser muy largo y aburrido.- Respondí, subiendo detrás de ella las escaleras, casi muriendo por el echo de cargar dos valijas.
- "Lana", me agrada, tu puedes decirme "Cait", así me llama la mayoría.- Terminamos de subir las escaleras, la cual desembocó en un largo pasillo con puertas. Llegamos a la tercera, y frente a la puerta de ésta paramos en seco.- Ésta es tu habitación, la mía queda en frente por si me necesitas, espero que si lo hagas, debido a que me aburro demasiado a mayoría de las veces. También espero que te agrade la habitación, yo y tu tía Grace nos encargamos de decorarla.- Abrió la puerta de ésta, dejado a la vista una linda habitación en tono blanco y un violeta pastel.
Entré a esta observando hacia todo lados, era preciosa.
- Giré sobre mis talones, viendo a Cait dejando las valijas a un lado de donde yo las deje.- Realmente es hermoso Cait, muchísimas gracias.- Murmuré aún observando mi habitación vacacional, porque así era, ¿no?
- Oh, no es nada, fue realmente divertido, Lana. Te dejaré así te duchas, tienes tu baño personal, y tu closet, espero que también te gusten.- Dijo colocándose frente a la puerta, con su mano en el pestillo de afuera.-
- Está bien, estoy realmente agradecida contigo, de verdad. En un rato ya bajo y te busco.- Murmuré, mirándole, mientras le dedicaba una amplia sonrisa y veía como salía de ésta sonriéndome alegremente.-
Pequeña nota para mis pequeñas:
Lamento el capítulo bastante más corto que el anterior, pero realmente mi mente no anda en las mejores condiciones, preciosas.
Sólo quería actualizarles porque sé que se las debía, lamento tanto la demora. Espero verlas pronto. ¡Las quiero!
P.D: La casa de la portada, es la casa de la tía Grace (para que se hagan una idea).
-Gossip Girl.
ESTÁS LEYENDO
Mistakes. (Justin Bieber)
Fanfiction-¿Qué ocurre cuando eres lo suficientemente hijo de puta cómo para herir a lo único que realmente te importa? +¿Qué ocurre cuándo alguien que amas, jura y perjura sentir exactamente lo mismo, pero parece tener afán por herirte? -Lo que más valoro e...