Cupcake a la Reita

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Pasada la medianoche, Reita fue a la casa de Kai ya que éste durante toda la semana le pidió que pasara por su casa para que lo ayudara a hacer cupcakes. A Reita no le gustaba cocinar, no sabía cómo ni le interesaba. Era torpe para eso, pero le gustaba comer. Antes no le gustaba lo que cocinaba Kai, pero al final éste lo convenció. Al principio a punta de amenazas, después Reita solito iba a comer lo que el baterista preparaba (y también porque le gustaba la compañía de Kai, siempre lo negaba, hasta ahora lo negaba, pero en el fondo le gustaba estar con Kai, molestarlo, sacarle pucheros, hacerlo reír como bobo...)

Reita tocó varias veces el timbre y Kai tardó como una hora completa en abrir.

- ¿Estas sordo o qué? -dijo Reita al ver a Kai aparecer con una ropa muy simple, pantalones holgados y camiseta negra, estaba descalzo y con cara de que acababa despertar -. Estabas dormido -dijo revolviéndole el cabello desordenándolo más.

- Mmm -Kai hizo un puchero ya que odiaba que Reita lo "golpeara" en la cabeza -. No sabía que ibas a venir -dijo éste sorprendido, entonces sonrió grandemente -. Vamos!!! Entre!!! Entre!!! -gritó colgándose en el brazo de la iguana y lo arrastró dentro.

- Ya me estoy arrepintiendo -dijo el rubio con suspicacia.

Kai lo llevó a la cocina o al matadero como Reita solía llamar el lugar. Ya que siempre estaba desordenado con platos, cuchillos, comida, etc. volando por todas partes.

- Te traje... esto -dijo Reita mostrando la botella de vino a Kai.

- Uy, pervertido, con que quieres emborracharme para aprovecharte de mi inocencia -dijo el pelinegro riéndose como recibió el regalo.

- No necesito emborrachar a nadie con lo sexy que soy -dijo Reita posando con su mirada y actitud más sensual.

Kai no dijo nada, pero su sonrisa cute se transformó en algo malicioso y pervertido como acarició la botella de una forma sugestiva de arriba abajo. Reita tragó saliva como su imaginación corrió a velocidad máxima.

- Iré por las copas -dijo Kai dando un saltito -. Tú poniendo los ingredientes de los cupcakes en la mesa.

- De acuerdo -dijo Reita confundido, a veces Kai se ponía raro, o sea, la gente que sonreía tanto era raro, ¿no?

Kai desapareció entre las alacenas con los platos y copas. Era una cocina muy grande, hasta se podía dormir ahí, pensó el rubio como tomó el libro de recetas, ya tenía la página de cupcakes abierta.

- Crema de vainilla -dijo Reita caminando hacia la nevera, ahí encontró un bol con crema de vainilla escrito ahí. Lo puso en la mesa -. Cerezas -dijo regresando a la nevera.

Después cogió salsa de chocolate, chispitas con forma de corazoncitos.

- ¿Me extrañaste? -dijo Kai con una gran sonrisa como reapareció con un carrito, encima llevaba una cubeta llena de cubitos de hielo con la botella de vino enterrada en medio. Había dos copas largas tipo campana.

- Para qué decir no si sí -dijo Reita regresándole la sonrisa.

Kai no pudo evitar ponerse rojo ante la respuesta, aunque no sabía si Reita hablaba en serio. Después de todo, Reita siempre lo molestaba, pensó con suspicacia.

- Toma -dijo Kai sirviendo una copa para Reita -. Parece como si estuviéramos celebrando algo.

- Celebro que estoy contigo -dijo el bajista tomando un sorbo como Kai se puso más rojo.

Reita se puso a mirar el libro de recetas mientras que el baterista se servía una copa.

- No soy un experto, pero para hacer cupcakes se necesita ponqués, ¿no?

- Ah, no, el cupcake que haré es especial -dijo Kai con una sonrisita traviesa.

- ¿Cupcake? ¿Me hiciste venir para hacer un cupcake? -dijo Reita confundido.

- Mira bien la receta Rei chan -dijo Kai cogiendo la cabeza de la iguanita y la llevó hacia la hoja.

CUPCAKE A LA REITA

- Qué genial -dijo Reita emocionado -. Existe un cupcake con mi nombre!!!

- Je, je, je...

- Espera... -el de la bandita sintió un escalofrío por todo el cuerpo ante la mirada sádicamente sexy y pervertida de Kai sobre él -. Yo soy Reita... Yo... Me vas a cocinar!!! -dijo mirando la olla gigante en la estufa.

- Algo así, mi ponquecito -dijo Kai tomando un sorbito de vino y se acercó a Reita que ya estaba acorralado contra la mesa.

- Qué bromista -dijo éste nervioso, no se había dado cuenta que Kai tenía casi su misma estatura, y que estaba fornido (no en el sentido de súper musculoso), pero tenía lo suyo (no era que Reita se sintiera intimidado, él también tenía músculos... La cosa no era eso, sino que Kai tenía una actitud muy atrevida) -. Ya te emborrachaste con un sorbo de vino -dijo tratando de suavizar el momento tan acalorado.

- Prometiste hacer el cupcake conmigo -dijo Kai con un puchero -. Akira Suzuki, no será mentiroso -dijo con un cuchillo en la otra mano y lo ponía contra el cuello de la camiseta de Reita.

- No qué va -dijo Reita tragando saliva.

Kai bajó lentamente el cuchillo haciendo que el bajista retrocediera, cosa que se arrepintió ya que el fil del cuchillo lo rozó cortándolo un poquito en el pecho.

- Tranquilo que soy bueno para manejar esto -dijo Kai haciendo zigzag con el cuchillo bajaba cortándole la camiseta - o tal vez no -dijo como si nada al hacer otra cortadita cerca del ombligo de Reita.

- Ya, suficiente!!! -dijo Reita asustadísimo antes de que el cuchillo llegara al cinturón de los jeans, no quería que Kai le hiciera cortaditas a su miembro.

- Yo soy más amable con eso -dijo Kai dando una mirada lasciva a la entrepierna de Reita.

- Por si acaso -dijo Reita quitándole el cuchillo y la puso lejos mientras tanto Kai aprovechó para irse sobre él, regó la copa de vino sobre el pecho desnudo de Reita que gimió al sentir las burbujitas del vino regarse por sus cortaditas.

- Te oyes tan sexy cuando gimes -dijo Kai acercando sus labios contra el pecho de Reita.

- No... estoy gimiendo -dijo Reita con la respiración ida, no sabía porqué Kai actuaba de esa forma, no estaba bien, eran dos tíos solos, él semi desnudo, eran amigos, compañeros, hermanos... y Kai le estaba chupando un pezón... Reita se mordió el labio inferior fuertemente para no gemir como el otro con una lengua juguetona chupaba su pezón hasta ponerlo duro y colorado, después mordía salvajemente alrededor como si le fuera a arrancar un pedazo antes de volver a chupar.

- Mucho jugueteo -dijo Kai alejándose abruptamente de Reita haciendo que éste lanzara un suspiro traumatizado ya que se estaba poniendo muy caliente, especialmente abajo, su miembro crecía centímetro a centímetro con los mordiscones del pelinegro -. Es hora de hacer el cupcake.

Reita recordó que era el ponquecito, aún no comprendía bien el juego de Kai, pero aquello lo ponía más ansioso y caliente. Una parte de decía salirse corriendo antes de tirarse su amistad con el otro, pero espera... igual él no era tan amigo de Kai, así que... Reita de repente sus ojos brillaron de lascivia y lujuria, quería ser el juguete de Kai, solo por sentir su lengua recorrer su piel otra vez. Así que la iguanita se sentó en la mesa como Kai le dijo (en realidad Kai lo empujó) Era una mesa grande, espaciosa, alta, etc. con Reita encima, con los ingredientes alrededor suyo. Kai se puso de rodillas en una silla ante Reita y lo tomó del cinturón.

- Estas listo -dijo Kai sobando despacio el bulto entre las piernas de Reita como éste asentía con jadeos.

Kai quitó el cinturón y lo dejó a un lado, después desabrochó lentamente los botones al mismo tiempo que miraba fijamente la cara de Reita, éste se dejaba llevar por el placer, y se mostraba desesperado con tanta lentitud, Kai se río, bajó los pantalones y admiró el miembro peleando por salir de los bóxers.

- Ya no molestes -soltó Reita entre dientes.

- Uhhh... Es tiempo de cobrarte por todas las veces que me molestaste -dijo Kai con una mirada dura y Reita solo tembló de miedito -. Aunque a diferencia de Rei chan soy tiernito -dijo retirándole los bóxers.

Reita estaba completamente desnudo, pero la cocina estaba tan caliente al igual que su cuerpo. Estaba sudando, las gotas de sudor resbalaban coquetamente por su cuerpo tonificado. Kai lo miraba, cada rincón, el bajista en vez de sentirse intimidado, le gustaba, la forma como el baterista lo comía con sus preciosos ojos. Kai posó su mirada sobre el miembro en erección de Reita, lo tomó con cuidado entre sus manos y sintió que aquello crecía más en sus manos. Reita pudo ver cómo Kai se ruborizó y sonrío para sí al verlo así, entonces Kai le dio una mirada lujuriosa como diciéndole que no iba a retirarse del juego. Reita le sonrió en reto y Kai acercó sus labios sobre la punta del miembro dándole un beso pequeño que causó más dolor en el miembro ya que Reita quería correrse ya, en la boca de Kai, pensaba con morbo al observar cada movimiento.

Entonces Kai se apartó haciendo que Reita se sintiera abandonado. Kai sacó la mano en busca del bol con la crema de vainilla, metió las manos dentro del bol untándose de crema y empezó a jugar con ella haciendo que el rubio se excitara mucho ya que se imaginó que aquello era su esencia, aquello solo hizo que sus ganas de venirse dentro del baterista aumentara. Kai a veces lo miraba de reojo con coquetería mientras se flotaban las manos bañados en crema, tan dulce que impregnaba todo el lugar, daba una sensación placentera y dulce. No necesitaban palabras, era como si siempre jugaban de esa forma y se entendieran, Kai se posó ante Reita y pasó sus manos untadas por su miembro desde la base hasta la punta y de la punta hasta la base, arriba abajo despacio cubriendo su miembro con la crema suave (como estaba en la nevera, la crema de vainilla era fría) así que el contraste hacía que Reita tiritara de frío y excitación.

El bajista quería que Kai acelerara el masaje, pero se detuvo y se apartó otra vez, tomó la taza de cerezas. Kai tomó una desde el tallito entre sus dedos y se la metió a la boca. Reita frunció el ceño y Kai con sensualidad movía sus labios con la cereza dentro, entonces la sacó sin el tallito y la puso sobre la punta de su miembro cubierto de vainilla. Después Kai sacó el tallito y lo mostró a Reita.

- ¿No es cute? -dijo mostrándole el tallito con forma de corazón.

- S-sí... -dijo Reita entre sorprendido y excitado.

- Soy buenísimo con mi lengua -dijo dejando el corazoncito a un lado, después tomó la salsa de chocolate y lo esparció como si fuera spray no solo por el miembro del bajista sino por todo su cuerpo ( si Reita se pudiera ver sería un helado, estaba avergonzado en esa situación, pero emocionado, nunca había jugado a un juego tan dulce y ya quería que la experta lengua de Kai paseara por él!!!)

- El cupcake ya está listo -dijo Kai sonriente como posó su barbilla sobre sus manos.

- Eh... Cough, cough... eh... -Reita miró al baterista entre sus pierna con esa sonrisa pervertida e inocente al mismo tiempo -. Mmm... ¿No piensas probarme? Digo... probar el cupcake...

- ¿Tú crees?

- ¡Claro!

- Pero no quiero engordar.

- Después haces ejercicio.

- ¿Qué clase de ejercicio?

Reita pensó a sí mismo acostad boca arriba y a Kai montado encima de él, subiendo y bajando sus caderas salvajemente.

- Caballito... digo... eh...

Kai se río y sin molestar más al pobre que ya no sabía qué más decir, se comió la cereza en la punta del miembro de Reita, después le dio un mordisquito leve, y antes de que el bajista pudiera gritar sorprendido, Kai introdujo su miembro dentro de la boca sacándole un gemido ahogado. Reita nunca había sentido tanto placer, Kai lamía golosamente su miembro, su lengua subía y bajaba sin dejar rastro de la vainilla, aparte de eso Kai cada vez que succionaba hacía unos ruidos muy eróticos que calentaba más al rubio.

- Mmm, estas rico Reita, aaah -dijo Kai con los labios entreabiertos, había rastros de vainilla alrededor de sus comisuras y luego se relamía para limpiarse.

Reita quería que esa lengua volviera a enredarse por su miembro, pero Kai se tomaba el tiempo y jugaba con sus testículos, eso no estaba mal tampoco, Reita sentía que iba a correrse, Kai apretaba sus testículos con fuerza todo un contraste con la forma tan dulce que lo chupaba. Sus uñas se enterraban levemente contra su suave piel. El rubio acercó sus dedos a la boca de Kai, éste se apresuró a chuparlos con ahínco como se dejaba acercar hacia el miembro erecto otra vez, Reita sacó sus dedos y los cambió por su miembro, lo metió de golpe dentro de la boca del pelinegro. Kai sintió que se ahogaba, pero respiró tranquilamente antes de empezar a meter y sacarlo de su interior, para entonces Reita ya jadeaba con dificultad avisando que iba a correrse, presionó fuerte la cabeza de Kai contra su entrepierna, entonces soltó un grito ronco y expulsó su esencia dentro, Kai gimió al sentir la cálida esencia del rubio llenarlo.

- lo... aaaah, lamento -replicó Reita al ver lo rojo que estaban las mejillas de Kai como sacaba su miembro de la boca.

- Yo no -dijo Kai saboreando con letargo el dulzón y sal en su boca.

- Entonces es mi turno de echar un bocado -dijo Reita con malicia, cogió a Kai del cuello de la camiseta y lo levantó de su lugar, lo atrajo hacia él sobre la mesa y lo botó contra el frío metal. Kai estaba sorprendido por el cambio de papel, se le olvidaba lo rudo que era Reita y cuando se quiso levantar para enfrentarlo, éste lo tomó de las manos y las alzó por encima de su cabeza, después lo ató con su cinturón. Ahora Kai era el indefenso con las manos atadas.

- Me las vas a pagar -dijo Reita con morbo al mismo tiempo que posaba la rodilla sobre la entrepierna del baterista y lo presionó con fuerza haciendo que lanzara un gemido, a pesar de que Kai fingía que estaba estoico, Reita podía ver cómo su miembro se abultaba por debajo de sus pantalones. Se agachó y metió sus manos por debajo de la camiseta del pelinegro y la levantaba al mismo tiempo que besaba su vientre, subía lentamente hasta llegar a su pecho y besaba sus pezones antes de succionarlos duramente.

- Aaaaah, Akira... -gimoteó Kai peleando por soltarse.

- Mmm, eres muy sensible -dijo Reita divertido bajando con los mismos besos hasta bajar sus pantalones junto a los bóxers, no fue una sorpresa al ver que el miembro duro de Kai rebotó apuntando hacia el techo.

Estaba igual o más duro de cómo estaba Reita, con solo verlo a su merced, Reita empezó a tener una erección otra vez. A diferencia de Kai, Reita no era tan bueno con la lengua, una que otra vez lo hizo con un chico, pero eso era cuando estaba borracho, ahora estaba sobrio y muy excitado, tanto que podía coger a Kai ahí mismo, pero quería torturarlo antes, pensó con mirada vengativamente morbosa. Cogió el miembro de Kai en su miembro y subió y bajó rudamente haciendo que éste lanzara quejidos entre dolor y placer, Kai era muy sensible, por eso le gustaba el sadomasoquismo (ya después lo explicaba a Reita)
Reita metió el miembro de Kai dentro de la boca y succionó fuertemente con la lengua moviéndose aceleradamente, quería sentir la leche del baterista recorrer su garganta. Mientras tanto Kai trataba de ahogar sus gritos mordiéndose el labio inferior y peleaba por liberarse de la atadura en su mano para recobrar algo de control, entonces Reita chupaba con más ganas hasta hacer que tuviera un orgasmo que sacudió su cuerpo dejándolo aturdido de placer. Reita no esperaba que Kai expulsara tanto líquido, así que admiró cómo algunas gotas resbalaban hasta caer sobre sus testículos y perderse entre sus glúteos.

- Aaaah, Akira... -gimió Kai dificultosamente como se sentaba con la respiración agitada -. Uh... suéltame -dijo con carita de corderito como mostraba sus manos atadas.

Reita le sonrió estirándose hacia él, Kai creí que lo iba a liberar, pero el rubio lo agarró de los cabellos y lo besó apasionadamente. Un beso que Kai no pudo rechazar, lo había esperado hacía mucho tiempo y Reita entraba su lengua posesivamente para batallar con la suya. Minutos después cuando la respiración se les iba, se separaron, un hilo de saliva quedó colgado entre sus labios. Reita regresó hacia los glúteos de Kai y lo tomó de la cintura.

- Ouch!!! -gritó Kai golpeándose contra la mesa otra vez.

Reita abrió sus glúteos y buscó con la lengua su interior.

- Es... aaah -Kai se puso rojo ya que esa lengua había estado en su boca... -. No... Akira, espera... -murmuró Kai entrecortadamente.

- No me digas que eres virgen -dijo Reita burlonamente, pero al ver que Kai le rehuyó la mirada, se dio cuenta que sí -. Por esta vez seré cariñoso -dijo el bajista ruder como Kai moría de la vergüenza mientras la lengua invadía su virginidad otra vez, entraba y salía con dificultad, no quería pensarlo mucho que dolía el miembro tan grande de Reita dentro suyo, de hecho cerró sus piernas rápidamente, pero Reita se lo evitó -. Ya dije que seré cariñoso -dijo por lo bajo acelerando el corazón del pelinegro, posó sus piernas sobre sus hombros y acercó su miembro hacia su entrada, Kai cerró los ojos como sintió la punta restregarse, entonces Reita empujó haciendo que Kai soltara un quejido de dolor, aún así el bajista continúo.

- Dijiste que ibas a ser cariñoso... aaah -chilló Kai queriendo empujarlo lejos, recordó sus manos atadas y la fuerza de Reita con su cuerpo sobre el suyo, si se movía hacía que el miembro se enterrara más en su interior y dolía más.

- Eres tú, tranquilízate, uh!!! -replicó Reita terminando de entrar con cuidado, pero Kai no hacía las cosas fáciles.

- Duele!!! Bestiaaaaa!!! Aaaaah!!!

Reita se salió de Kai abruptamente, entonces éste se arrepintió, quería que el rubio regresara a pesar del dolor, pero era tanto.

- Vamos -dijo Reita tomándolo de las manos, lo liberó y después se acostó boca arriba.

Kai lo miró sonrojado como comprendía, se encaramó sobre Reita mientras que éste lo cogió con firmeza de la cintura. Kai suspiró hondo y se dijo que no importaba el dolor esa vez, quería que Reita estuviera dentro suyo, quería sentirlo aunque doliera, cerró los ojos y bajó despacio, dolía más que antes, pensó como se sentaba sobre la erección del bajista. El rubio al ver su miembro desaparecer dentro de Kai, no aguantaba más quería penetrarlo rudamente hasta saciarse, pero no podía ser egoísta, así que esperó pacientemente a Kai introducir lentamente su miembro. El pelinegro enterró sus uñas sobre su pecho para sostenerse, gritó de dolor al meter todo el miembro de Reita dentro suyo.

- Uke... aaaah, muévete... -pidió Reita ante la estrechez que lo mataba, Kai obedeció y empezó a levantarse, así duró unos minutos hasta que el baterista no parecía tan incómodo.

Reita empezó a subir y bajar sus caderas al ritmo de los movimientos de cadera del pelinegro, éste empezaba a soltarse y se movía velozmente, Reita se enloquecía con lo apretada que era la entrada de Kai y al ver que éste llevaba la mano a su propio miembro para masturbarse, aumentaba su excitación. El bajista cambió de posición y tiró abruptamente a Kai bajo de él y comenzó a salir y entrar violentamente como pasaba su mano hacia su miembro, Kai gimió como el rubio entrelazó su mano sobre su mano y lo masturbó rápidamente como mordía su oreja, Kai podía escuchar los gemidos de su amante y se estremecía, iba a venirse entre tanto dolor y placer, se aferró a la mesa mientras el otro lo agarraba de la cintura y lo embestía sin compasión. Reita iba a correrse también, los músculos de Kai se contraían aprisionando de una forma dolorosa y deliciosa su miembro.

- Aki... aaaah... ra... -exclamó Kai hundiendo su rostro entre sus brazos para ahogar el grito, entonces dejó escapar su esencia contra la mano de Reita que lo seguía masturbando para sacarle todo el jugo, el cuerpo del baterista temblaba y se encogía con cada estocada se golpeaba su punto, entonces Reita lo apretó fuerte contra él y echó su esencia en su interior, lanzó su grito de éxtasis al ser invadido por el orgasmo, apretaba más fuerte a Kai, no pensaba soltarlo hasta no llenarlo todo, el pelinegro ya no podía más, sentía que iba a desfallecer si no fuera porque el rubio lo cogió de la barbilla y lo giró para besarlo, antes se miraron a los ojos encendidos de deseo.

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