Noto como Castiel se acerca cada vez a mí hasta que sus labios rozan con los míos, le sigo besando hasta que se separa de mí. Mi corazón había dejado de latir por unos segundos. Había sido un beso muy corto pero demasiado intenso. Me da vergüenza admitirlo pero era mi primer beso y tengo una sensación muy extraña por mi cuerpo. Como la gente dice y odio escuchar: "las mariposillas en el estómago" Suena muy cursi para pensarlo yo pero es verdad. ¡Nunca antes lo había sentido!
- Bueno, hasta mañana novata - se despidió mientras me quedaba de piedra
No reacciono hasta que una chica de color blanco y largo se acerca a mí. Me toca el brazo para que pudiera volver de mi mundo. Me había quedado embobada, ¿quién podía ser es chica? ¿Había visto mi beso con Castiel?
- Disculpe, ¿eres la chica nueva de Sweet Amoris? - me pregunta aquella chica
- Sí, soy yo, ¿y tú cómo lo sabes? - le pregunto extrañada, ya que no nos encontrábamos en el insti
- Soy Rosalya y te he visto antes en el instituto pero iba con prisa y no he podido presentarme
- Ah, encantada, yo me llamo Zelly - dije avergonzada por sí me había pillado con Castiel
- Encantada, por cierto no quiero parecer cotilla, ¿pero conoces a Castiel?
- Eh, lo acabo de conocer
- Ah jaja, me había dado la impresión de que os estabais besando
- Eh...ssí...pero juro que me ha besado él primero a mí. No soy de esas que el primer día estoy así
- Jaja, ¡no pasa nada mujer! Yo me besé con mi novio el primer día de nuestra cita
- Es más normal que lo mío
- Ya, pero bueno tampoco pasa nada eso es buena señal. Castiel no suele hacer eso, es más no lo he visto con una chica desde que lo dejó con su novia hace dos años. Debes ser especial para él
- No sé porque me ha besado la verdad, pero...no me lo esperaba
- Jeje, se le ve tan molote...
- Síii, jiji
- ¿Te acompaño a casa? Por sí estás perdida digo - me dice sonriente
- No, no hace falta, sé por donde se va. De todos modos, ¡gracias!
Nos despedimos y emprendo mi camino hacia casa. Hoy me había ido bastante bien el día, había conocido a Rosalya quién me caía genial, a Nathaniel, a Kim, etc. Y...a Castiel. Rápidamente mi corazón late fuertemente al acordarme de él, me había besado...
- Este beso ha sido muy especial para mí, nunca se me olvidará - me digo a mí misma como una tonta
Llego a casa de muy buen humor, suerte que por ser el primer día no me iban a poner falta porque sino mis padres...
- ¿Qué tal, hija? ¿Has echo amigos? - me pregunta mi madre quién estaba haciendo la comida
- Genial, bueno amigos todavía no, pero he conocido a gente muy agradable
- Me alegro
Inmediatamente, la puerta se abre mostrando a mi padre quién llegaba del trabajo. Está un poco agotado por lo que nada más llegar se sienta en el sofá.
- ¿Qué tal Zelly? - me pregunta mientras muestra un gesto de cansancio
- Muy bien, ¿y tú?
- Bien, pero muuuuuy cansado
- Ya te veo
- ¿Te han mandado muchos deberes?
Me quedo sin palabras con aquella pregunta. No había asistido a clases por culpa de Castiel, ¿qué debía contestar? Oh, Castiel, Castiel, Castiel...¿por qué no podía parar de pensar en él? Me estaba comenzando a gustar o eso creo yo.
- Hija... - insiste mi padre
- Eh...no, hoy por ser el primer día no
- Pues entonces esta tarde podríamos ir a hacer turismo por la nueva ciudad
- Sí, ¡tengo muchas ganas! - grita mi madre llena de ilusión
- Vale, por mí bien - contesto sin mostrar tanta ilusión
- Bueno, pues sobre las 5 salimos
- ¡Vale!
La tarde se pasó volando: visitamos un montón de monumentos mientras mi padre me explicaba cosas sobre la historia. Yo, sin embargo, estaba absorta en mis pensamientos, detallando un poco más, en Castiel y en nuestro beso. Ese chico me estaba produciendo una sensación que nunca antes había sentido.