Aventura

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Mi nombre es Sol, tengo 13 años y vivo en ciudad porcelana de Teselia, trabajo en un estudio fotográfico, ya que no he querido salir a entrenar pokemon.

A veces atiendo en el estudio y tomo fotografías a los clientes o a veces me gusta salir a las rutas y bosques aledaños para fotografiar o grabar pokemon salvajes en libertad

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A veces atiendo en el estudio y tomo fotografías a los clientes o a veces me gusta salir a las rutas y bosques aledaños para fotografiar o grabar pokemon salvajes en libertad.

Esta aventura empezó así:

Era una tarde de sábado tranquila, todo parecía normal, pasaba mi día libre viendo los deerling de la ruta 7 quienes estaban cambiando a su forma de invierno mientras yo los grababa escondida en un arbusto.

Entonces sentí una respiración detrás de mí, me giré lentamente y era un Sawsbuck de invierno.

Salí de mi escondite y empezé a correr, los deerlings huyeron y una manada de Sawsbuck empezaron a seguirme, mas adelante había un río pequeño que empezaba a congelarse, entonces me oculte tras una roca y la manada de Sawsbuck furiosos pasaron derecho.

Me dirigí de nuevo a mi casa y llegué al anochecer, mi padre estaba hablando con la señora Harper, quien era la dueña de el lugar en el que yo trabajaba.

-¡Hola Sol! ¿Que tal tu día?- Dijo con ánimos.

-Muy bien gracias- dije descargando mi mochila.

-Papá voy a estar arriba- le dije mientras subía las escaleras.

-Espera, tenemos que decirte algo importante...- Dijo.

-¿Eh? ¿Que cosa?- dije intrigada.

-Mira Sol, tu eres la empleada más valiosa que tengo, admiro tu talento en el arte de la fotografía, por eso quería encomendarte una misión- dijo la señora Harper.

-¿De que se trata?- Profundizé.

-El próximo año habrá una exposición de arte internacional, nosotros; saldremos allí a exponer sobre la región de Kanto, el problema es que no tengo fotos originales de ese lugar, la gente y sus pokemon, por ese motivo quería encomendarte este grandioso trabajo- dijo la Sra Harper.

-¿Q... Que cosa?- pregunte ansiosa.

-Tu padre ya ha dado permiso, así que ve a hacer maletas, mañana partes a Kanto- Sonrió.

-¿¡Que!?- Exclamé sorprendida.

-Ya hablamos con el Profesor Oak, él te esperara en el aeropuerto y te dará un pokemon para tu protección- Dijo mi padre.

-¿No es grandioso?- dijo mi madrina.

-....- Yo seguía en Shock.

-¡Vamos! No seas así, ¡donde quedó mi niña alegre!- dijo mi padre.

Entonces sonreí.

-Claro, Voy a empacar- Dije y fui corriendo a mi habitación.

No era posible, yo siempre había querido entrenar pokemon, solo que no me había decidido, ahora tengo esta gran oportunidad y no la perderé.

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