Azul

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Noches como éstas
cuando el aire falta
y el pecho arde
y la cabeza duele,
el orgullo se desvanece,
y son esa clase de noches
en las que algo se despierta
y mi subconsciente se torna naranja
y me pongo a escribir.

Escribo porque sino quema.
Escribo porque me quema en las venas,
como un veneno
como el verano
como un remedio
que está tan intrínseco,
tan hondo,
que al sacarlo me destrozo

De dentro a afuera,
implosiono,
como las flores de los almendros al abrirse en febrero.

De una manera hermosa y delicada
y tan efímera,
que el desear su vuelta es un precio demasiado alto.

Pero luego la vida se vuelve otra vez del tono de azul esperado,
y todo está tranquilo
Y aunque el pecho arde,
y falta el aire,
y la cabeza duele
y no comprendo nada de lo que no entiendo,
es todo más sencillo,
porque los almendros azules de mi subconsciente ya han florecido,
y es primavera.

¿Crees en lo imposible?

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