Bellas Artes.

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    -Ho...Ho...la, soy Evan.- Mierda eso ya lo saben.-Hola.- Dije de forma amable saludando a la chica que tenía a su lado, era un poco más baja que yo, tenía el cabello castaño oscuro y terminaba con unas ondas muy definidas, parecido al de mi madre, vestía unos short de mezclilla rasgados, y un suéter de lana rojo que le llegaba hasta la mitad del muslo, pero su atuendo no fue nada cuando me fije en sus ojos, o mierda, era de un tono verde esmeralda, resaltaban de manera que podría verlos a kilómetros de distancia y nunca me cansaría de buscarlos.-

-Hola, soy Rosie.- Me dijo con la sonrisa más perfecta que jamás he visto, estoy seguro de que usaba brackets hace unos años atrás, nunca he visto una sonrisa tan reluciente y unos ojos tan... tan... oh mierda concéntrate, estas aquí por otra cosa.

-Bueno Evan, soy el rector Milton, después de que yo y mi hija.-Mierda es su hija, genética de su padre no heredo ni lo mas mínimo.- Te vimos en el festival de piano de Toledo, quedamos maravillados, asombrados por decir poco, tu destreza y tu eso hacia el piano.

- ¿Ah?-

-Sentimiento, papá.- dijo ella mirándose los pies.- no me había dado cuenta que llevamos unos botines parecidos.

-Eso mismo.- Dijo Milton subiendo un poco la voz.- tu sentimiento nos llegó.-Se tocó el pecho, dándose palmaditas.- investigamos mucho de ti, tuvimos que buscarte en los archivos privados del festival de Toledo, hasta que llegamos a ti, mi hija pidió que fueras el pianista de honor en este festival de bellas artes que honra a la Universidad cada año.- En el momento que la miro veo que está un poco ruborizada por la confesión que hizo su padre.
Por un momento queda un silencio entre nosotros, es la situación más incómodamente hermosa que jamás he vivido.

-Rosie es bailarina.- Dice su padre para romper el hielo.- La mejor de Ohio.

-No es para tanto.- dice ella levantando la cabeza al fin, mierda sus labios.

-No lo dudo.- Digo enseguida con una sonrisa, para mejor ella me la devuelve, mierda.

-¿Que... que esti... estilo bailas?- le dije a Rosie

-Ballet.- Dijo de forma cortante, como una navaja que corto el aire, por lo que perdí esperanza, más de lo que creía.

-Ah.- dije sin más pensar.-

-Bueno, Evan, no dudes matricularte aquí, te daríamos una beca artística excelente que cubre el 90%, el lema de esta universidad es que amamos las artes, amamos las diferentes habilidades que tiene cada alumno, cada persona para podes destacarse en algo, hacemos resaltar sus dones, así que caballero no dudes en venir aquí.

-Lo tendré en mente, señor.- No sé qué causa gracia pero Rosie se ríe, no puedo evitar ruborizarme.

-Oh por favor no me digas señor, jaja, dime Milton.

-Lo siento, señor, digo Milton.- Luego de unos segundos de silencio, digo.- ¿A que vine respectivamente?

-Antes de todo, estas aquí porque quieres participar, ¿no es asi?

-¡Por supuesto!-

-Entonces, lo primero es lo primero, tendrás que tocar diferentes piezas de piano para las diferentes agrupaciones de danza artística de la universidad y por ultimo tendrás que tocarle a mi hija.-

-¿Tocarle un qué?- Dije de forma exaltada.

-Tocarle una pieza de piano para que ella baile.- Mierda sí, eso era.

-Ahhhhhhhhhhhhhh, perdón estaba pensando que canción tocar, tendría que practicar con ella.- Dije mientas miraba los ojos verdes de Rosie, mierda no me cansaría nunca.

-Bueno los dejo, y Evan, tienes a la mejor bailarina del mundo.- me da la mano y desaparece en la puerta principal.


-¿Desde cuándo bailas?- Le pregunto sentándonos en las escaleras de la entrada de la universidad.

-Desde los 6 años, mi padre siempre quiso que encontrara mi don, ya sabes artístico.- dijo haciendo entre comillas con las manos.-Desde que vine al mundo, es la cosa más tierna que he visto.

-Yo soy pésimo bailando.- le dije mirándola a los ojos pero ella me aparta la vista

-Vamos todos somos bailando, solo debes encontrar tu no sé qué interior y podrás menear las caderas o caer como pluma en el ballet.- dice haciendo que sus dedos imitaran la suave caída de una bailarina.

-Si me enseñaras, no cabe duda que aprendería.- Dije mirando mis botines, mierda son los mismos, misma marca, mismo modelo, diferente talla, ahora que me fijo en sus piernas, tiene un aspecto delicado como algodón pero fuertes como el acero, me obligo a apartar la vista, cuando miro hacia el frente, y veo a un tipo de mi misma estatura, con unos pantalones holgados de mezclilla y una camiseta de futbol de la Universidad.

-Rosie, te estaba buscando por todo el campus, ¿Qué haces acá tan expuesta a este sol?

-Estaba hablando con Evan, el pianista del que te hable hace unos días atrás. .

El me mira como diciendo, desde cuando él está sentando aquí.

-Evan.- Digo estrechándole la mano

- Mark, novio de Rosie.- Y el alma se me cae a los pies, incluso más abajo.    






LA SEGUNDA MELODIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora