La física es una ciencia teórica, que se basa en estudios experimentales. La física, de la misma manera que todas las ciencias, busca que sus CONCLUSIONES puedan ser verificables mediante experimentos y que la teoría pueda realizar predicciones de experimentos futuros. Dada la amplitud del campo de estudio de la física, así como su desarrollo histórico en relación a otras ciencias, se la puede considerar la ciencia fundamental o central, ya que incluye dentro de su campo de estudio a la química y a la biología, además de explicar sus fenómenos.
La física en su intento de describir los fenómenos naturales con exactitud y veracidad ha llegado a límites impensables, nuestro conocimiento actual abarca desde la descripción de partículas fundamentales microscópicas, el nacimiento de las estrellas en el universo e incluso el conocer con una gran probabilidad lo que aconteció los primeros instantes del nacimiento de nuestro universo, por citar unos pocos conocimientos.
Las primeras aplicaciones de la física se remontan a más de dos mil años con los primeros trabajos de Aristóteles y continúa hasta el momento, con cada nuevo descubrimiento nuevas preguntas van apareciendo y nuevos científicos están prestos a buscar sus respuestas. Miles de científicos han contribuido con su genialidad al desarrollo de la física; entre ellos Galileo Galilei, Isaac Newton, James Clerk Maxwell, Albert Einstein, Niels Bohr, Paul Dirac, Richard Feynman, y la lista es interminable.
Revisando, brevemente, la obra de muchos científicos en la búsqueda de lo elemental. Esta empresa científica ha resultado en un entendimiento detallado de la estructura de la materia en niveles increíblemente pequeños. Curiosamente, la información obtenida ha permitido, asimismo, comprender la física de los sistemas más grandes que conocemos, como las de las estrellas, las galaxias e incluso el origen del Universo. La ciencia misma se ha modificado, borrando las fronteras entre la física, la química y, en algunos aspectos, la biología. Las implicaciones tecnológicas correspondientes también han cambiado radicalmente el modo de vida del ser humano, para bien... o para mal.
En la cruzada por lo fundamental el ser humano ha tenido que abandonar una serie de principios basados en la observación de lo macroscópico. Tal es el caso de las diferencias entre materia y energía, espacio y tiempo, conceptos que aún forman parte de nuestra educación primaria. Otro ejemplo es el del determinismo, las partículas y las ondas se confunden y el mundo microscópico nos ha enseñado que lo único que podemos predecir con precisión es la probabilidad de que algo ocurra... ¿Desistiremos algún día de preguntarnos de qué estamos hechos?