No puedo ser Bannister (Percabeth) editando

capitulo 41

Me desperté con un gran dolor de cabeza, ¡me iba a explotar! Bajé las escaleras hasta llegar a la cocina. Magnus leía el periódico y al verme lo bajo rápidamente escondiéndolo. ¡ERA TAN OBVIO!

Sonreí acercándome a él y le abrace dándole un pequeño beso en la cabeza y rápidamente con un hábil movimiento le quite el periódico.

-Hey Annabeth!! – se quejó.

-Quiero leerlo nada mas –me justifique.

-Pero no podías esperar a que terminara yo? Moví las hojas hasta encontrar lo interesante.

-Si, si, como digas. No le preste atención a sus quejas. Seguí moviendo las hojas hasta que al fin lo descubrí. Una foto de Percy Jackson y una chica que me resultaba realmente familiar. Leí el encabezado "Calypso de fiesta con el joven corredor de Oxford" Volví a fijar mis ojos en la fotografía. Era realmente Calypso, la deportista y con Percy Jackson! Saliendo de una discoteca con guardias cuidando de ellos. ¡Percy Jackson ahora era amante de las fiestas! Leí más del articulo donde decía que estaban en un lugar muy top de Londres y que Percy, el joven corredor de Oxford aparte era un muy buen estudiante de medicina y estaba futuro a ser uno de los grandes rostros de Nike. Cerré los ojos y los abrí despacio para volver a leer ¡No podía creer lo que estaba leyendo! "El joven americano ya tiene departamento en Londres y un gran futuro espera por el según algunos expertos. Calypso por su parte es la mejor en su disciplina y aunque en el amor nunca le ha ido lo bastante bien si hacemos una vista hacia atrás sobre sus pretendientes y novios... Este chico parece ser su mejor jugada."

-Me dejas terminar de leerlo? Preguntó Magnus cuando notó que yo volvía a leer todo desde el principio tratando de buscar más ¿detalles? O tal vez solo estaba esperando tener dislexia y que se tratara de algún Peter Johnson y no Percy Jackson. Pero la fotografía no era producto de algún Photoshop, ERA REAL. Le devolví el periódico y el con cuidado comenzó a leer. Me senté en la silla, por alguna extraña razón algo dentro había cambiado. Ya no era la estúpida y egoísta de Rachel Dare. Era la gran Calypso! Si hasta yo le hacía barra cada vez que nadaba por Inglaterra y gana medallas para nuestro país! ¡DESDE CUANDO PERCY JACKSON COMENZO A SER TAN POPULAR!

-No es tan guapa como parece –Comentó Magnus para darme apoyo. Se lo agradecía pero Calypso era muy guapa y por sobe todo DEPORTISTA. –¿Quieres tomar desayuno?

-Vale –solté un suspiro. –Tengo que tomar una pastilla porque me duele la cabeza- Le avisé. El asintió y en silencio me hizo un té y dejo una pastilla en la mesa. Bebí un poco para comprobar que tan caliente y luego le di un sorbo mas largo al sentir que no estaba tan caliente. Magnus se sentó frente a mi haciéndome compañía.

- ¿Te duele mucho?- preguntó preocupado.

-Ya se me pasara... Creo que estoy un poco estresada con el trabajo en el colegio.

-¿Cómo va eso?

-¿En serio Magnus? Pesado, me cansa bastante! Ahora trabajo con los nadadores, la parte psicológica es bastante importante para ellos.

-Justamente con nadadores? –Rio y se levantó dando un beso en mi frente. Era una de las tantas ironias de la vida –debo irme, ¿estarás bien?

-Sí.

-Si en algún momento quieres hablarlo, sabes que siempre puedo escucharte. –Le sonreí. Apreciaba realmente que Magnus siempre se preocupará por mí.

-Sobre Percy todo está bien, Magnus.

-Segura?

-Definitivamente si –solté un pequeño suspiro. –solo que no lo esperaba, realmente, en que momento comenzó a irle tan bien para salir con Calypso?

-Puede que hayas estado más metida en tu mundo y tus deberes Annabeth.

-Puede ser.

-Percy hace rato es como un héroe en Oxford, y no lo notaste porque te preocupabas de evitarlo.

-Yo no... yo no lo evitaba –Me defendí tratando de creer mis propias palabras.

-De todas formas, en la televisión local se hablaba todas las semanas de sus sorprendentes marcas, luego vino lo de Nike y ya sabes cómo es eso. Un día estas en la cima y eres el mejor y otros nadie en la maldita ciudad te conoce.

-Tienes razón. –le medio sonreí y el se fue dejándome sola en la cocina.

¡Estaba sintiendo unos celos horribles! No sé qué tipo de celos eran estos pero de verdad no me parecía justo que Percy ahora estuviera en una estúpida nota del daily mirror y compartiendo con atletas reconocidos que le han dado cosas importantes al país! Ni Calypso ni mucho menos los comentaristas deportivos habían estado con Percy Jackson cuando el era un pobre chico asustado en Oxford. ¿Por qué tenían que estar ahora? Veamos, tenía un departamento en LONDRES! LONDRES! Era realmente inaceptable que de un día a otro comenzara a irle mejor que a Nathan Nakamura! Nathan era británico y aunque fuera de , se merecia un contrato con NIKE mucho mas que Percy Jackson! Furiosa y enojada marque al numero de Silena.

-¿Hola?

-¿Estas con el ordenador por ahí cerca?

-Annabeth! Si, si, pasa algo?

-Mira Daily Mirror.

-Okay, que busco más o menos? –hizo una pausa estaba escribiendo. –oh mierda! No me había dado cuenta que los de One dirección se separaron!

-Que se supone que te sale? –entre cerré mis ojos y moví la cabeza confundida. –Silena solo googlea Calypso y Percy Jackson!

-¿Por que iba a googlear tal cosa?

-¡Hazlo!

Al parecer escribió, podía sentir las teclas del ordenador cuando ella las presionaba.

-¡Dime que no es verdad!

-Como me gustaría.

-Pero tiene lógica, seguramente se conocieron en algún evento de Nike, ambos son deportistas de Nike, no es tan loco todo.

-¿Te parece normal?

No podía creer que a Silena le pareciera normal que Percy Jackson estuviera saliendo a fiestas con CALYPSO. VAMOS ES CALYPSO.

-O sea, Annabeth, siendo realista es algo normal. Los deportistas salen entre ellos.

-Vamos Silena, entonces la próxima semana comenzare a salir con OLIVIER GIROUD!

-No Annabeth, el es casado y aparte no hablas frances y por sobre todo tú no eres deportista! No tienes contrato con Nike o alguna marca deportiva. Annabeth, eres una chica normal! –Dijo Silena y por un momento solo por un momento me di cuenta de las cosas. Percy Jackson ya no era ese chico que corría por las calles de Oxford. Me quede muda, nada salía de mi boca ahora.

-¿Annabeth? ¿Sigues ahí? Mira, se que puede ser difícil, pero es lo que querías, no? El sigue con sus cosas y tu por tu camino.

-Silena.

-Te escucho.

-Puede que me esté sintiendo realmente mal ahora, puedes venir a quedarte conmigo?