Capítulo 1

70.2K 1.8K 304
                                    

Lauren siempre despertaba con una erección matutina. Keana Issartel que esa noche se había quedado a dormir, se levantó al baño para hacer la rutina, lavar sus dientes, tomar una ducha y planchar su cabello. Al salir ya lista vio a una chica indefensa dormida, aunque no tan indefensa pensó Keana viendo un bulto por debajo de tela de la delgada sábana blanca. Inconscientemente mordió su labio inferior, no sabía por qué pero esa vista de Lauren la excitaba de sobremanera. Fue entonces que le pasó una idea muy pervertida por la mente. Se acercó sigilosamente hacia la cama, y con cautela se montó a horcajadas encima de Lauren justo en medio de su pene despierto. Lauren que era de un sueño bastante pesado no sabia que pasaba, de hecho en ese trayecto ni siquiera entre abrió los ojos. Keana agradeció al cielo por eso, mientras comenzó lentamente a frotar su centro ya húmedo en la erección de la ojiverde.
-Mierda- susurró Keana extasiada, si antes estaba caliente ahora parecía un volcán. Cerró sus ojos imaginando que Lauren la penetraba rápido y duro. Tocó sus senos masajeandolos por sobre el top que tenía y sin dudarlo metió las manos pellizcando sus pezones para sentir más placer. Justo antes de acabar y sentir sus paredes vaginales siendo liberadas, Keana observó a Lauren despertarse.
La ojiverde sintió un peso exagerado en sus piernas, abrió los ojos de golpe y la encontró sonrojada encima de ella. Frunció el ceño en confusión.

-¿Qué demonios hacías en...- no terminó de hablar, rápidamente bajó la mirada a su erección, Keana también hizo lo mismo, ambas viéndose tontas admirando aquella no tan pequeña cosa.

-Issartel, ¡estás demente!- reclamó Lauren, haciéndose un escenario mental de lo que ella hacia montada en su entrepierna.

En realidad otras veces, su mejor amiga había hecho cosas similares, rozaba "sin querer" su parte íntima o cuando iban en el carro con sus otras amigas, Keana ponía de excusa que estaba muy incómoda y pedía sentarse en las piernas de Lauren, moviéndose más de lo debido cuando lo lograba, queriendo despertarle sabrá Satanás qué cosa.

-Sshh, no digas nada- pidió la seductora amiga de la ojiverde, quitando bruscamente la sábana que le impedía ver por sobre el short corto de Lauren. Ella inquieta y completamente desconcertada obedeció las órdenes dadas.

-Haré que te corras tan jodidamente fuerte que chorrearas semen por doquier- dijo suciamente Keana. Lauren negó aún acostada. ¡Eso era una locura! Ella era su mejor amiga y no la veía con otros ojos.

-No, detente- reclamó la ojiverde viendo cómo ella bajaba su short junto a su bóxer Calvin Klein. Era lamentable pero a estas alturas su pene palpitaba y exigía atención, incluso si Lauren la detuviese, masturbarse en el baño no le daría la misma satisfacción.

Su amiga captó algo de lujuria en sus ojos y ni por la mierda se pensaba detener. El miembro más que vivo de Lauren salió al aire y Keana soltó un gemido, era de alguna manera lindo y pálido, similar al color de piel de la progenitora.

-Te dije que te detuvieras- ordenó una casi vencida Lauren.
A continuación Keana se metió sin previo aviso su pene en la boca. Esa sensación de la lengua ligada a la saliva de su amiga hizo que Lauren se retorciera de placer. Ella experta lamió el punto alto del miembro de la ojiverde.

-Oh, Dios- chilló muy caliente Lauren. Ese sube y baja de los labios de Keana la estaban literalmente matando. Pudo jurar que su pene se endurecía a medida que le daban más atención.

-Ya estoy llegando, que ni se te ocurra parar- pidió una Lauren agitada, sus manos se fueron al cabello de Keana presionándola con fuerza para que chupara más y más profundo.

-Vamos, acaba en mi cara, hermosa- canturreo ella. Lauren le hizo caso, movió y movió el pene en su boca hasta llegar a la cima. El líquido blanco y espeso se regó por toda la cara de su amiga, ella sin vergüenza alguna lamió una vez más comprobando el sabor de Lauren y guardándolo para siempre en su paladar porque quizá eso no se repetiría nunca. Por otro lado mientras ella gozaba y celebraba internamente por el logro, la ojiverde cayó en cuenta que esto entraría en su lista secreta de las peores cagadas.

-¿Qué hemos hecho?- preguntó arrepentida más para ella que para Keana, quién se levantó como si nada y se dirigió a la puerta de la habitación para irse, no sin antes guiñarle el ojo y decirle:
-Nos vemos en un par de horas en clases, Jauregui-.









Aviso: advertí que era explícito y para +18. Disculpen si tengo errores, recién volví de unas largas vacaciones y perdí la táctica en fics aunque admito que esta es la primera vez que hago una camren g!p. En fin voten y dejen sus comentarios si les gusta para seguir con la trama. Ya eso es todo, chau (: <3

Mente Sucia (Camren g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora