-Lucyyy- chilló Camila tirando sus maletas a un costado para correr y aventarsele encima a su mejor amiga de la infancia. Lucy con gusto la recibió en sus brazos y la alzó por el aire. Algunos pasajeros en el aeropuerto las miraban con curiosidad pero a ellas no les importaba estaban muy ocupadas siendo felices por haberse reencontrado luego de tanto tiempo.
-Joder, pero mira en lo que te haz convertido. ¡Estas qué ardes!- la halagó su amiga y camila sintió sus mejillas ruborizarse por el cumplido. La verdad era que Lucy tampoco estaba nada mal, era unos centímetros más alta que ella, tenia la piel morena clara, unos ojos chocolates y un cuerpo envidiable. Cuando las dos estaban en la primaria eran totalmente diferentes algo así como unos patitos feos pero Camila agradeció a la pubertad por haber hecho un buen trabajo tanto con ella como con Lucy.
-Te iba a devolver el elogio pero te conozco, tu ego aumentaría considerablemente- jugó Camila golpeándole el hombro. Lucy rodó los ojos. La había extrañado demasiado.
-Mi novia nos está esperando afuera- le informó Lucy, agarrando sus maletas y caminando apresuradamente. Camila se quedó pasmada en el sitio.
-¿Tienes novia y recién me dices? Lucía, todos los días hablábamos por Skype. No es justo que me entere hasta ahora- se quejó enojada Camila. Está no era una noticia para tomarlo a la ligera. A veces la morena podía ser posesiva con sus amigas y Lucy no era la excepción. Aparte de que tuvo el descaro de pedirle que la acompañara a buscarla al aeropuerto cuando se suponía que pasarían la tarde juntas para ponerse al día de lo que sucedió en sus vidas estos años.
-No hagas un berrinche, mila. Iba a decírtelo sólo que con todo esto de tu viaje no pensé que fuese necesario. Además te va a encantar. Verónica es una buena persona- Lucy intentó calmarla y se acercó a ella para darle un abrazo.
-Si llega a caerme mal te juro que les hago los días un infierno para que le termines- sentenció con algo de celos. Lucy asintió no queriendo discutir con ella. Caminaron hasta la salida, en la cera se encontraba una chica con rasgos latinos, unos lentes oscuros y usaba sólo un short de blue jean y una polera blanca transparente. Lo que llamaba la atención de Camila era que tenia un cartel grande escrito con su nombre. Lucy notó la confusión plasmada en el rostro de Camila y no pudo evitar soltar una risa.
-La chica que sostiene el cártel es vero. Tratala bien, idiota- pidió Lucy yendo hasta donde su novia seguida de Camila. Verónica bajó el cártel y les sonrió a ambas.
