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-Bien Rubén, ésta será tu nueva habitación, la 108, espero que te guste y, hum... Te dejaré solo para que..., ya sabes..., te acostumbres y eso. - soltó sin más, dejándome encerrado entre cuatro paredes de un blanco enceguecedor. 

Una cama, una ventana con barrotes de un material bastante fuerte, y un lavabo. Con que así son los internados, ¿huh? De todas formas, no me importa.
Cansado por el viaje, muñecas adoloridas por las esposas, decido recostarme en el colchón, que para mi mala suerte, es más fino que una hoja de papel...



15/01/2000

Mi madre deja la sopa en frente de mí, que echa humo, pero es de mis favoritas, ¡sopa con letras! ¡Sí!
Sonrío y agrego un "gracias" por la acción. El reloj marca las 22 en punto, estoy en mi habitación, mi madre cree que estoy dormido. En realidad espero a mi padre, el no ha aparecido aún... Un sonido fuerte, como un portazo, suena en toda la casa, y se hacen audible en mis oídos,  gritos desesperados lo acompañan.

Muevo las colchas a un lado, saco mis piernas de las sábanas calentitas, me calzo las pantuflas y tratando de hacer el menor ruido posible, abro la puerta.
Pasos silenciosos hasta encontrarme a mis padres peleando, sujeta a mamá de la muñeca derecha, quien llora y pide por favor que no lo haga, no entiendo a qué se refiere. Papá me ve entre las barras de la baranda de las escaleras, su ceño se frunce el triple de lo que ya estaba, "Mami, papi, ¿qué está pasando?". Llora aún mas fuerte, la empuja y cae al piso, se golpea, "¡Mamá! ¿Te encuentras bien?" alcanzo a decir antes que mi padre me encierre en mi habitación, los gritos aún se oyen. 
"¡No lo hagas Daniel! ¡Por favor! ¡Creí que lo habías dejado!", callado por un impacto, una bofetada. "¡Cierra la puta boca, Bente!"
Duermo.

"Mami, ¿qué pasó ayer con papá?", "Oh, nada hijo, tu sólo..., no te preocupes, ¿si?"; dijo mi madre, algo apagada a diferencia de días atrás, no me había dado cuenta que algo adornaba su bonito rostro. Un moratón.

28/01/2000

Papá es alcohólico, le pega a mamá y me hace daño a mi también, intento pararlo pero no puedo. Mi madre llora todas las noches que él no está, la escucho aunque ella no lo sabe; se encuentra triste, pero no ha hecho nada por detenerlo.
Toco la puerta de su habitación, se limpia las lágrimas rápidamente y cuestiona si todo está en orden, respondo afirmativamente y agrego que necesito saber que le pasa a mi padre, me abraza, más me dice que es un tema muy delicado y que no quiere ponerme en esta situación.

-Mamá, quiero saber, estoy a punto de cumplir 10 años, ¿crees que no sé qué pasa? El es alcohólico, ¿me equivoco? 

Silencio.

-Necesito oírlo de ti, madre, por favor...

13/02/2000

"¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz!, te deseamos Rubén, ¡cumpleaños feliz!" cantan mis amigos, han venido a casa. Mi madre me mira orgullosa, sonrío y soplo las diez velas que se presentan en frente de mi cara, todos aplauden.
Papá ya no vive en casa, se ha ido, y tampoco se ha dignado en llamarme por conmemoración de la fecha de mi nacimiento. Suspiro y alejo malos pensamientos de mi cabeza, me reúno a jugar con mis amigos de nuevo hasta las 17.30, sólo quedaba una hora y se irían todos.

Toca el reloj las 20 en punto, mi madre me da el último regalo del día, un juego que había querido desde hace tiempo. Grito, salto, me emociono y abrazo a mamá, agradezco y le menciono que la quiero mucho aunque no lo demuestre algunas veces, asiente, me revuelve el pelo y se aleja, dejándome intrigado sobre su acto.
La puerta de la casa se abre de inmediato, una silueta reconocida para ambos se hace notoria a medida que avanza hacia el salón, era papá. Insultos de su parte hacia ambos de nosotros, dice que el lo había prometido y que está aquí para cumplir. Toma mi cuello y me estampa contra una pared, "Dije que te daría donde más te duela, Bente, ¿pues qué crees? Tengo a tu estúpido niño y lo haré sufrir como nunca.", suelta con malicia y una sonrisa. Nos encierra en mi cuarto e inmediatamente su puño contra mi mejilla, reprocho que qué hace pero solo recibo otro golpe, esta vez, en la mandíbula. Mamá grita del orto lado de la puerta mientras intenta derribarla, le es imposible, desiste y prueba otra forma, también sin efectos. Por otro lado estoy yo, sin fuerzas siquiera para hablar, para pedir que pare, no se detiene hasta que veo todo negro, me desmayo. 
Despierto en una sala color beige, conectado a cables y un respirador artificial, sólo había visto esto en películas, me parece familiar. La mujer que me trajo al mundo permanece en una silla a mi lado, dormida y con un ojo morado; no entiendo nada, pero me quedo callado. Un hombre con bata blanca entra a la habitación, se asombra y mi madre se levanta de su reposo en un segundo, toca mi cara y suelta lágrimas, el doctor me hace algunas preguntas y luego se marcha.

-Oh, mi Rubén, cariño... ¿Estás bien?

-¿Qué ha pasado?

-Tu padre..., él te ha golpeado hasta dejarte inconsciente, a mi también pero no tan grave como a ti...

-Y... Hum..., ¿dónde está él ahora?

-Tras las rejas, mi amor.- solloza.


Nadie sabía que desde ese día Rubén sería distinto...

Unknown killer. »RubiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora