Grito Final

Capítulo 2

Desde que soy muy pequeño tengo amigos, amigos como todos los demás. Aquellos que cuando estabas en problemas, te daban una mano, los verdaderos amigos que estaban para todo.

Joe, Max y Henry eran mis amigos desde que yo tengo conciencia, eran como mis hermanos de otra madre, los cuales prácticamente vivían conmigo (una expresión para dar a entender que pasaban mucho tiempo juntos), siempre estábamos los unos para los otros en cualquier momento que sea, para lo que sea, sin importar nada. También tenía una amiga entre todos estos hombres: Tina, Tina Wolkers, el trabajo mío de describirla es muy grande, porque fue una de las personas más importante en mi infancia, marco mi historia y la sigue marcando, era de aquellas personas que con una sonrisa te dejaba paralizado, era de aquellas que sus ojos te llevaban a navegar aguas misteriosas, de amor, dulzura, paz, felicidad. Su presencia para mi era como caminar en un campo de flores en medio de todos mis problemas.

Cuando La Piramidal fue atacada por la Hermandad, el estado de Carta Blanca fue dividido en dos, por un lado las personas que vivían en la zona Norte más para el mar y por el otro lado yo, que vivía al lado Sur. Para mi desgracia en esta guerra de cual tuve la oportunidad salir vivo, Tina Worlkers, desapareció con su familia. Yo con mi corta edad no podía hacer nada al respecto, solo me quede por 3 días, en mi refugio, llorando con unas esperanzas que para decir verdad ni yo la creía.

Aunque muchos de ustedes al leer esto (si es que sale a luz estos escritos) creerán que solo es una parte trágica más de una simple historia y que no es nada fundamental, para mi es la mayor pérdida que me dio la vida.

Al pasar los 3 días sólo en el refugio, escuché a lo lejos un Alta Voz que decía "Somos libre, pueden salir, hemos vencido a la Hermandad" y repetía y repetia, recuerdo a mi padre haberme dicho que por nada del mundo abandone este refugio, pero esta voz era tan convincente que sali.

Para mi grata sorpresa habíamos vencido a La Hermandad y estábamos libres. Por más de que ya no teníamos guerras y estaríamos seguros de vuelta, para mi nada mas sería igual, una parte de mi se fue, se esfumó, desaparecio, con la desaparición de Tina.

La Piramidal era de vuelta lo que era antes. Todos volvían al trabajo y la paz era nuestra aliada nuevamente.

Con los daños que dejó la guerra, uno de ellos fue la pérdida completa del lado Norte, el cual está bajo llamas y cenizas, yo me prometí que cuando tuviera la oportunidad iría a buscar a Tina, eso significaba que: Podría morir, perder contacto con mis seres queridos y Muchas cosas más que citando no terminaría nunca, todo esto estaba bien claro en mi.

Por suerte Joe, Max y Henry no desaparecieron y los pude encontrar de nuevo, ellos nunca se enteraron de lo que sentía por Tina, no quiero irme por las ramas nuevamente, hablando de esto, pero cada vez que sea necesario lo haré.

La Piramidal al vencer a la Hermandad decidió desafiar a todas las provincia del mundo, dejando así a todos los demás como sus enemigos. Por miedo a La Piramidal muchos se rindieron y pidieron paz, y así fue como muchos países se entregaron a La Piramidal, por miedo a que les ocurra lo mismo que le ocurrió a la Hermandad, muchos declararon paz y se dejaron dictar por Los Menendez los Jefes Supremos de La Piramidal.

Al enterarse todo el mundo que los Menendez tenían todo bajo control, se atemorizaron y entregaron sus gobiernos, por temor a lo que podría pasar. Los Menendez, enviaron aviones de rescate a lado Norte de Carta Blanca para buscar sobrevivientes. En su búsqueda por sobrevivientes, con un helicóptero desde lo lejos, vieron un grupo de personas que buscaban ayuda. Mientras tanto en todos los medios de comunicaciónes se avisaba que había sobrevivientes en la zona norte, para mi sorpresa se paso una lista de nombre de los sobrevivientes, los cuales ninguno era el nombre de Tina.

Al encontrarme con Mi padre, el se fijo y vio algo extraño en mi mirada, en mi disposición, y sin dudar, me pregunto
-¿Que te pasa? -con una voz de angustia-
Yo simplemente moví mi cabeza de una lado a otro, sin dar ninguna respuesta concreta.

Con mi agonía por la perdida de Tina, Los Menendez en los medios cada vez más eran los líderes supremos, no había un medio que no hablé de eso, eran los reyes de la tierra.

Tras intentar calmar mi dolor, no resiti más, y lloré. Con lágrima de tristezas, en un hogar destruido por bombas, sentía un silencio profundo que Hasta me daba la impresión que solo era yo y el latir de mi corazón que estamos en el mundo. Las lágrimas que se escurrían por mis mejillas y descendían hasta mis hombros, eran las lágrimas más sinceras que ya había dejado correr en toda mi vida, en 15 años en este mundo. Intentando olvidar lo ocurrido, decidí retomar mi vida como era antes, pero me hacía tan difícil el día a dia. Con sus recuerdos grabados en mi mente, sumergidas en mi subconsciente, tanto dolor tenía, que decidí unirme a la Milicia de Carta Blanca, esta milicia era conocida por ser la más estrictas de todas las milicias en Carta Blanca, era prácticamente la milicia que derrotó a la Hermandad. Su centro de comando principal estaba casi llegando al lado Norte de Carta Blanca, había un limite que se había trazado luego de la guerra contra la Hermandad, era punto principal, del cual nadie podía pasar, ni siquiera un pie. El cuartel general de la milicia estaba al borde de este límite, desde las torres de control podíamos ver los escombros, las cenizas y podíamos sentir un aire de muerte, todo el mundo optaba por no cruzar por propias precauciones.

El motivo principal por el cual me uní a la milicia era: Para que en un futuro cercano, pueda buscar a Tina; Para hacerme más fuerte y dejar el lloriqueo. Estos eran los verdaderos motivos, no era ni por amor a mi estado, todo era por nuevamente ver a Tina, la perfecta chica, que no olvido hasta el día de hoy.