NARRA RAYITA
Salí de mi casa dando un portazo dejando a los chicos a cargo, lo que era un grave error pero ya era demasiado tarde para arrepentirme. Llegué al departamento de Abraham, no espere ni un segundo para tocar su puerta. Me abrió y entre sin su permiso.
- Yo no te deje entrar.
Le di una cacheta- ¡Porque me haces esto!- grité esperando que me diera una explicación.
- De que estas hablando- respondió frotándose la mejilla que ahora la tenía roja.
- No te hagas Mateo...las flores, la comida, Mady, todo- paré para dar un respiro- No hiciste... NADA- gritando.
Sonrió. No estaba sorprendido.
Se acercó donde estaba yo - Veo que te diste cuenta- se cruzó de brazos.
Me alejé un poco de él - ¡SI ME DI CUENTA! Pero sabes que, no tuve que venir aquí ¡porque el que tiene que pedir disculpas eres tú!- lo empuje un poco, pero no se movió ni un centímetro.
- ¡PERDONAR! ¡No te hice nada, así era la apuesta!- se estaba poniendo furioso.
Incrédula miré - ABRAHAM MATEO CHAMORRO ¡Me lo debes, me hiciste sufrir y todo por tu culpa porque no sabias como mierda acercarte a mi e inventaste la absurda apuesta!- elevé la voz. Ya me estaba doliendo la cabeza por todo esto.
- Si estas acá para insultarme te vas de mi casa- dijo más calmado pero se notaba en su mirada que estaba tenso. Abrió paso hacia la puerta.
- ¡NO! no me voy- bajé la voz.
- Entonces te saco yo.
Me agarró por la cintura y me cargó en su hombro como una bolsa de papas.
- Bájame... Abraham ¡bájame!- intente zafarme de su agarre dando patadas pero no servia de nada.
- No... te vas y nunca más nos vamos a volver a ver, por que sabes que... tienes razón, estaba enamorado de ti desde chicos y no sabía cómo decírtelo, por eso la apuesta, me necesitas linda como yo a ti- suavizó su voz.
Me bajó y me miraba a los ojos.
- No lo entiendes, estas enamorada....de mí- dijo acariciando mi mejilla.
- NO, nunca me enamoraría de alguien como tú- solté esas palabras. No era lo que yo sentía.
Enarcó una ceja - Ah sí....y como soy según tú.
Abraham me tenía rodeada con sus brazos, intentaba zafarme pero no podía.
- Alguien como tú?... alguien egocéntrico, egoísta que solo piensa en sí mismo y nunca piensa en los demás....
Hubiera seguido pero los labios de él hicieron contacto con los míos tirándonos a nosotros en el sillón que estaba atrás nuestro.
- Abraham basta....-beso-....¡basta si! ya basta deja de besarme no somos una pareja de novios para esto- hablé molesta poniendo un poco de espacio entre nosotros.
- Aj que no entendiste ____ ¡te amo!- hizo una pausa pero como vio que no dije nada siguió hablando- Cómo tengo que decírtelo.
- ¡No te das cuenta que vas en flor en flor... primero yo después Mady, sabes que me duele pero lo haces, vas con Mady, pero sabes que,...no lo volverás hacer porque estoy yo y eres mio Abraham porque te amo!
- Espera dijiste que me amas-dijo con una sonrisa en su rostro.
Hay no puede ser. Pensé. De inmediato mi cara se volvió roja - Que...no...no... yo no....¿Que?- balbucee. No puedo ser más tonta que esto.
Todavía estaba en el sillón con Abraham arriba mío. Me besó.
- Sabes también te amo y mucho.....Quieres ser mi novia?-dijo-
No pude evitar sonreír - Si Abraham quiero ser tu novia...Te amo- murmuré lo suficiente para que me escuchara.
-Te amo más princesa, me haces el hombre más feliz del mundo.
Después de la declaración de pareja de locos, nosotros, decidimos ir a mi casa a darles la nueva noticia a los chicos. Pero cuando llegamos la casa era un desastre.
- ¡____! Llegaste- se calló Sel confundida cuando vio al rubio alado mío- Con Abraham agarrados de la mano...que se traen- cambio su mirada a una pícara.
- Ustedes que se traen...que le paso a mi casa chicos- entrelazo los brazos mirándolos esperando una explicación.
- Culpa a Justin- habló Austin señalándolo.
- Hey... ustedes colaboraron- se defendió este.
- Bueno no imparto lo que pasó...ahora. .. A LIMPIAR- les dije a ellos.
- Ya, ya vamos- dijo Justin haciendo puchero.
- Si... y felicidades era hora de que se hicieran novios- contestó Perrie por ultimo.
Los chicos se fueron a limpiar la casa queestaba todo patas arriba mientras Abraham y yo disfrutábamos el momento.
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Juego de Seducción [Editado]
RomanceEsta historia trata básicamente de cinco reglas. No son reglas comunes, son reglas de unos simples mejores amigos que no saben que están enamorados entre ellos y proponen hacer un juego de seducción con reglas, que son: 1- No besarnos en los lab...