Este es el Cambio (Nathan Sykes y Tu)

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¿Qué es lo que le regalarían a alguien que realmente puede que no conozcas del todo?, no es como si no conociera a Ernesto, es mi hermano, pero pues no he pasado toda mi vida con él, solo se algunas cosas sobre él.

¿Qué cosa debo regalarle?, tiene 21 en realidad 22 pero todavía no se cuenta los cumple en un par de horas más por eso ahora estoy en esta tienda de hombres, aunque no tenga la menor idea de que regalarle.

- ¿Quiere algo en especial, señorita? – preguntan atrás de mí, una mujer de entre 30 me mira sonriendo como una modelo o algo así. La miro y niego con mi cabeza.

- No solo estaba viendo, no encuentro algo en especial para mi hermano, aunque en realidad no lo conozco mucho. - contesto.

- ¿No conoce a su hermano?

- No, o sea si lo conozco, pero no tanto, lo conocí hace poco.

- Oh, bueno puede marcarle a alguien cercano a él y preguntarle-, me sugiere.

A siento y saco mi teléfono móvil, y llamando a la única persona que se ha pasado su vida entera con él desde que nació, papá. Le marco a su celular, y me contesta en el cuarto tono.

- ¿Papá?

- ¿____?, ¿pasa algo? - pregunta a el teléfono, niego con la cabeza, y recuerdo que no me puede ver.

- No, am quería saber una cosa, ¿Qué le gusta a Ernesto?

- Sabes que no le debes ningún regalo a Ernesto. – me dice.

- Pero quiero hacerlo, es mi hermano y no soy tan mala persona.

- De acuerdo, le gusta...- empieza a decirme las cosas que le gustan a Ernesto y son demasiadas, más de las que yo pensé que tenía ese hombre parece más una mujer que hombre. Por dios, me despido de papá y vuelvo mi atención a la señora que me dio la idea hace unos minutos.

- ¿Ya tiene el regalo perfecto?

- Eso creo, mi padre me dio algunas ideas. Quisiera ver ese suéter de allá. - a siente y me lleva a dónde están esos dichosos suéteres.

Me paso casi todo el día en esa dichosa tienda escogiendo zapatos, suéteres, playeras, chamarras y algunos que otras gorras, algunas cosas para la guitarra que toca, y prepare una sorpresa que esa sé la darán el día de mañana en su casa y cuando este la fiesta de cumpleaños. Le puse mi nombre con una tarjeta, por si alguien trataba de robarla y ganar todo el crédito.

Salgo con las manos y carrito lleno de cosas de hombre, no me he gastado todo mi dinero y eso es asombroso, iré a mi casa y comeré como un cerdito y después tengo que felicitar a mi hermano. Necesito un sueño relajante, sin ruido y mis pies los siento hinchados. Muy hinchados.


(***)

-    Es hora de levantarse. - escucho decir en mi oído. Quiero dormir un poco más, solo quiero dormir.

-    Déjame dormir. - contesto a la voz de mi oído.

Dejo de escuchar ruido y después siento agua en mi cara, Okey ya valió quien sea que estuviera aquí. Me levanto de mi lugar y miro a la persona en frente de mi.

-    Rafael, date por muerto. – amenazo.

-    _____, no por favor.

Lo miro, frunzo el ceño, eres un idiota. Me levanto de mi lugar cuidadosamente y camino hacia el muy lentamente.

-    ¿Qué estás haciendo?

-    - Caminar...

-    ¿Por qué?

Este es el cambio (Nathan Sykes y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora