Perfect; One-shot, r.d.g

Only One

Ella, ella era perfecta para él y, aunque me duela admitirlo, es así.

Me dejó por alguien muchísimo mejor, y lo presentí desde el momento en el que no paraba de sonreírle a su celular, cada vez que estaba conmigo.

Besé sus labios, sintiendo como el gusto a labial se colaba entre los míos. Disgustada por aquello, me alejé levemente. Decidí pensar en que tal vez, fui yo, no, yo no uso maquillaje.

Pero no, me negaba a pensar en que él me estaba engañando con otra chica.

Luego de varias semanas entendí, que sí, él se estaba viendo con otra chica. Lo cual me dolía, pero en parte, me hacía ponerme a pensar, ¿Por qué ella?

Debe ser igual a él, debe tener ese toque mágico que te enamora, esa mirada seductora y la forma fácil de que caigas rendida a sus pies. Debe ser eso por lo que él me dejó.

Ella es perfecta, tal vez, sólo tal vez, tuve que ser como ella.

Él venía pocas veces a verme, me hablaba de forma fría si yo trataba de contactarlo por mensajes y cuando estábamos juntos, lo único que podía hacer era imaginármela. Ya que tenía su aroma, su labial, impregnados en su cuerpo.

-Estoy confundida...

-¿Qué te sucede ahora? -preguntó dejando de ver su celular por segundos, para luego enfocar su vista nuevamente en él.

Me senté ahorcadas de él, para comenzar a besar sus labios y trazar con las yemas de mis dedos, un camino en su torso. Me alejó, pareciendo confuso, aunque yo también lo estaba.

-Quiero intentar ser como ella.

Bufó y, enojado, se alejó de mí.

Comencé a llorar desconsolada mientras caminaba de regreso a mi departamento, con mi corazón en la mano. La imagen de Rubén con aquella chica rubia acostada en su pecho, no se iba de mi mente. Y me dolía, saber que era feliz y yo no era la causa de ello, dolía.

Pero, ¿Cómo voy a competir con ella? Ella es perfecta.