¿Perder una virginidad es tan dificil?

Inuyasha no me pertenece, solo utilizo a sus personajes por diversión.

Este fic es una petición de Angeel O, hecha para el grupo "Círculo Mercenario" en el marco de la actividad "Deseos a la Alabarda" del referido grupo

Acto único

¿Perder una Virginidad es tan difícil?

Dicen que hay cosas que se planean, y otras que no.

La pérdida de la virginidad de dos jovencitos, por ejemplo. Es de las cosas que se planean.

Más cuando se trataban de dos adolescentes que difícilmente ya podían controlar lo que sus hormonas pedían a gritos.

Más en el caso de ellos, que de un amor improbable, imposible y extraño, pasó a convertirse en algo tangible y real.

Una chica venida del futuro y un hombre revivido gracias a la purificación de una perla que al principio le habia dado una vida artificial, para finalmente, en un acto de recompensa por su ayuda al grupo de Inuyasha, le fuera conferida al final, una vida real.

Si, Bankotsu y Kagome habían acabado juntos.

Luego de tantas peripecias y ese cariño infantil que la muchacha le habia tenido a Inuyasha, que gradualmente se fue esfumando, dando paso en su corazón a aquel mercenario revivido y redimido. Tenía un carácter horrible, egocéntrico, sardónico y burlón, pero ya no era el hombre malvado sin razón que era antes.

Luego de ver como sus hermanos de grupo fueran masacrados mientras servían como peones de juego a Naraku, la verdad se le puso frente a los ojos de Bankotsu.

De mala gana se puso del lado de los "buenos". No le fue mal, consiguió revivir por siempre, gracias al poder de la sacerdotisa Kikyo, que al parecer era buena en eso, como ya lo habia demostrado con Kohaku.

¡Bah!, no interesaba. En verdad, lo único que interesaba es que ahora podía coger la maldita cabeza de Naraku y vengar a todos.

Con ese objetivo en común se unió a ese grupo alocado conformado por el hibrido, el monje, la exterminadora de demonios, un pequeño demonio zorro y aquella muchacha de aspecto extraño, que desvergonzadamente siempre vestía con ropas inapropiadas.

¿En qué alocado mundo acabó él con Kagome?

Pues en éste, donde lo imposible podía ser real.

Inuyasha, quien se mostraba como una especie de macho alfa con Kagome, no tuvo más remedio que darse cuenta que Bankotsu, pese a sus actitudes, en verdad se preocupaba por Kagome y ella por él.

Tenía que ser tonto para no darse cuenta. Y también ciego.

Pero fue cuando vió de sorpresa ese beso en el lago de esos dos y vió la forma en que ambos se miraban, es que el hibrido se dio cuenta que no siempre podía tener lo que quería.

Y la dejó hacer. Si con eso, ella era feliz.

Así que ahí estaban, conviviendo todos juntos, en aquella lucha sangrienta contra Naraku, y ¡diablos!, la ayuda de Bankotsu les venía de maravillas.

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Ahí estaban de nuevo.

Besándose apasionadamente frente a un árbol, apretándose al tallo de aquel gran roble.

En medio de aquellos embates, él seguía insistiendo.

―Esta noche es "la noche" ¿no lo has olvidado verdad?―mencionó el moreno sobre los labios cálidos de la muchacha