-Capitulo 30-

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Mirnä estaba completamente fuera de sí, tenía varios días de no saber nada de él, desde su "encuentro" en aquella cafetería, sentía la necesidad de verlo, abrazarlo, y aunque él se opusiera a besarlo, se sentía muy confiada en sí misma, que estaba segura sería muy fácil volver a conquistarlo.

-Mirnä date cuenta que las cosas ya no van a ser como antes... Julian ya no te quiere, estas fuera de su vida

-No será acaso que tú me dices todo esto porque te quieres quedar con él?

-No digas tonterías, a mí él no me interesa

-Pues digas lo que digas no voy a cambiar de opinión

-Reacciona, lo único que vas a conseguir es lastimarte

-No importa, y ya déjame en paz, mejor, vete con tu amiga esa

-Se llama Helena y tú deberías de venir con nosotras, necesitas salir, distraerte

No, Arska, no insistas, tengo que hablar con Julian, y lo voy a encontrar

-Como quieras

Ella tomaría un abrigo, su bolsa y saldría al Klubi donde había quedado de verse con su mejor amiga Helena, ambas habían sido compañeras de la universidad pero Helena prefirió dedicarse a la criminalística y Arka al diseño de imagen, ambas con ideas bastante diferentes, pero aun así, amantes de la música y con una amistad que parecía inquebrantable.

De regreso en Utsjoki, Julian seguía caminando cerca del lago, estaba completamente perdido en sus pensamientos, veía su celular en constantes ocasiones.

-Gracias a dios que no hay señal

A pesar de estar lejos de Tampere se sentía incómodo, presionado por Mirnä, sabía que tenía que hablar con Lía acerca de ella pero aún tenían muy reciente el accidente y más aún el aborto, que prefería no decir nada para no alterarla. Después de algunos minutos más, decidió sentarse cerca del lago admirando el reflejo del sol sobre este. Cuando estaba totalmente concentrado sintió unas manos posarse sobre sus hombros.

-Estas muy pensativo... Sucede algo??

-Nada princesa, solo... disfrutando del panorama

Suspiro –Esta bien... y... me dirás dónde queda la pista de patinaje??

-Claro (Sonriendo) Está muy cerca de aquí, vamos

Se levantó con algo de ayuda de Lía, y empezaron a caminar con rumbo a la pista, ella iba encantada con el paisaje y él estaba fascinado con la emoción que Lía demostraba.

Cuando llegaron a la pista se dieron cuenta de que estaba llena, más de niños que de personas mayores, algunos intentaban jugar hockey y otros simplemente estaban patinando.

-Quieres patinar??

-Emm... Tú quieres??

-Tengo mucho que no lo hago, creo desde que mi hermana tuvo a su bebe, lleve a mi sobrino a patinar para distraerlo mientras se mamá estaba en el hospital

-Julian...

-Que??

-Es que... no se patinar (Con cara de culpa)

-Es igual que patinar en tierra

-Sí, me imagino, pero...

-Entiendo, ven, yo te enseño, no es difícil

-Ve a patinar tú, yo te espero aquí

-No... vienes conmigo... no seas miedosa, además hasta un niño puede hacerlo

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