CAPÍTULO 1

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Suena el despertador. Odio ese momento, de verdad. Me levanto tímidamente y me seco algunas de las lágrimas que aún quedan en mi rostro. Me apresuro y pongo la ropa del revés, le doy la vuelta, aunque creo que si fuera así, no se daría cuenta nadie. Bajo las escaleras y me preparo el desayuno. Mis padres no están en casa, como todas las mañanas, mediodías, noches... Son muy trabajadores y por eso se pasan toda la vida en viajes de negocios, dejándome a cargo de una señora que lo único que siente por mi es risa cuando me ve llorando por la casa (por eso la cama es mi lugar preferido, al menos, allí no me ve). Contesto a la videollamada como todas las mañanas hago. Mis padres, esta vez, en París. -Buenos días, que tal estas amor? +Bien, como siempre -Me alegro, nada nuevo que contarnos?? +No, todo sigue igual -Me alegro, pues te dejamos que nos tenemos que ir a trabajar, que pases un buen día. No se porque se alegra, si el problema es que no ha cambiado nada. +Vale, hasta la noche.

Me voy corriendo hacia la puerta ignorando a María que sostiene una fregona, como todas las mañanas, casualmente al lado de la puerta, para ver si me iba llorando o no. Yo era su tenelovela diaria. Algún día le diré que esa fregona lleva seca meses, pero no va a ser hoy, y dudo que lo sea mañana.

Llego al colegio sudando como un pollo porque, como no, he perdido el bus. Matemáticas a primera, pegarme un tiro ahora, si quereis. Entro en mi clase, 1D, me siento al lado del guay de la clase, esa típica persona que te va a ignorar hasta el punto que no sabe ni como me llamo, en realidad, pocos se acuerdan de mi nombre en clase; bueno, en clase y en general. No suelo gustar.                                               

En los recreos estoy solo, en una esquina. Aprovecho para escuchar música en mi teléfono mientras veo a todas las pandillas, amigos, novios, etc... pasar riendo a carcajadas, disfrutando; están vivos.       A la hora de la salida, recojo y me voy corriendo al bus, me siento en primera fila, la única en la cual no se sienta nadie, o eso creía hasta ahora, pero parece que hoy me había equivocado. Por poco que fuese, mi día, había cambiado respecto al día anterior.

Al bajarse, me mira, me sonríe.

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⏰ Última actualización: Feb 06, 2016 ⏰

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