Capítulo 8

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Había pasado una semana despues de la pelea con Jesús. Erick estaba con Bárbara y solo estaba mi hermano para apoyarme.  Estaba enojada con todos y yo sabia que no era culpa de nadie, solo era una depresión. Era sábado, José y yo decidimos salir un rato a hablar.

Así que yo me vestí con unos jeans negros, un suéter blanco y unas converses. Agarre el teléfono y salí de la habitación, José se había vestido con unos vaqueros negros desgastados,  una camisa blanca y unas botas  Etnies. Los dos salimos , paseamos un rato en el parque y después no sentamos al frente del lago.

-Ana? Oye te puedo decir algo?-preguntó José.

-Si claro-respondí .

-Sabes quería terminar con Bárbara hace bastante tiempo,  osea ella jugaba con mis sentimientos , solo me quería por sexo solamente . A ella la  habían retado a que se empatara con el chico más popular del instituto, en ese momento era yo antes de graduarme.  Pero ahora como ya no lo soy a ella le importó una mierda mi vida-me agarró de la mano-gracias por apoyarme en todo Ana.-me abrazo

-Lo que me paso con Jesús fue que  el desconfío de mi y a mi me importó poco lo que el sentía ese día sabiendo que el tenía sus razones, me comporte como una idiota y quiero a que todo sea como antes

-No puedes cambiar nada del pasado pero puedes hacer que tu futuro sea mejor- dijo José- mandale un mensaje para que tu y el se vean, y arreglen las cosas.

-Gracias por apoyarme,  eso es lo que haré,  gracias por escucharme-lo abrace.

Le escribí un mensaje a Jesús para vernos y como 15 minutos después me contesto:

Ana .
Oye podemos hablar un momento hoy en el centro comercial?
Tengo que decirte algo importante.

Mi novio
Claro Ana a las 3 de la tarde nos vemos en el centro comercial.

Jose y yo agarramos nuestras cosas y nos fuimos a casa. Llegamos una hora después,  subi a mi habitación, me vestí con  un vestido azul y unas converses azules, y baje otra vez.

Salí de mi  casa con el mejor ánimo, me fui caminando  hasta el centro comercial , entré ,  Jesús estaba apoyado en la pared de la puerta principal.

Me vio y se acercó, pensé que me iba  a dar un abrazo como saludo, solo me sonrió , agarró mi mano y entramos. Jesús no dejaba de verme, se notaba que quería decirme algo pero no encontraba las palabras. Me ponía nerviosa, hasta que dijo una palabra:

-Perdoname.

-Oye perdóname por haberte hablado así.

-No,  yo tengo que pedirte disculpas por la desconfianza que te tuve- dijo abrazandome.

-Se que lo haces para protegerme- lo abrace más fuerte.

Seguimos caminando  hasta que decidimos irnos a la playa, Jesús se encontraba cariñoso conmigo.

Después de una hora llegamos,  los dos nos bajamos y nos sentamos en una piedra, ese momento era el mas silencioso de todos y además no habia tema de  conversación.  Solo estábamos viendo el cielo, hasta que Jesus rompio el silencio:

-Ana, la verdad nunca pensé que ibas a llegar a ser mi mundo, osea todo comenzo con una amistad de casualidad, poco a  poco te fusite convirtiendo en una persona muy importante para mi. Te quise traer aqui porque te tengo una noticia.

-Es buena o mala?-me mordí el labio.

-Buena , te acuerdas la prueba que hice para entrar en la universidad de Alemania?

-Si, por que ?

-Me aceptaron me voy a ir a estudiar a Alemania en un mes.

-Que? Jesús la verdad estoy muy contenta por ti, ¿ Pero que pasara con lo nuestro? ¿Seguiremos juntos?-Yo no entendia porque me gustaba Jesus si solo lo vi como un amigo pero estar con ėl era entretenido.

-Aprovechemos este mes para estar juntos mi vida-me miro con una cara de que todo estaba bien.

-Bueno claro... Tenemos este mes para estar juntos -hice una media sonrisa.

La verdad del asunto es que su ida no me iba a doler pero si me iba a entristecer. Pero tenia que seguir adelante con todo.

A veces me pasa que las despedidas no me afectan si no es cuando las vivo en persona, a veces ni me afectan pero llega un momento en que ya uno no puede más y la verdad ese momento no me habia llegado nunca porque las despedidas que  he tenido han sido meses antes de que se vayan las personas para que no duelan.

Jesus me saco de mis pensamientos y sugirió que nos fuéramos asi que nos  levantamos de la roca y nos fuimos a mi casa.

-

Mi mama la cual preparaba unas deliciosas panquecas con Nutella,  hizo que el apetito de mi novio se despertará y bajara a comer unas cuantas.  Yo a cambio me quede en mi habitacion pensando en como iba a ser todo sin Jesús,  mi mejor amigo,  que de casualidad habia vuelto a mi vida, mis papas siempre lo quisieron,  estaban a punto de adoptarlo pero al final no se dio la adopción.

En ese momento en el cual yo me encontraba pensando en todo, tocaron mi ventana,  era Erick que ladilla,  le cerre la cortina en su cara pero eso no hizo que dejara de tocarla.  Asi que decidí abrirla y dejarlo pasar.

-Idiota-hice una mueca- muy linda tu visita pero me estorbas gracias.

-Ja..Soy el mejor estorbo que podras tener nena-guiño un ojo- soy hermoso y lo sabes -saco un cigarrillo y lo encendió.

-Claro y sobretodo hermoso, dame uno-extendi la mano.

-No, las chicas lindas y mimadas no fuman- guardo la caja.

-Aja... Yo soy linda pero no mimada, asi que dame uno

-Quitame la caja-me desafío con la mirada.

-Jajajajaja no-me senté-deja la estupidez y dame uno.

-Bueno bueno nena, no te voy a dar ninguno,  además me dijiste estorbo,  asi que a las personas que me tratan mal no ganan nada conmigo.

-Para que te pido, si me puedo comprar una caja-sali de mi habitación.

Baje las escaleras super rápido,  mi novio estaba super emocionado con sus panquecas y yo solo baje a preparar un chocolate con marshmellows, pero me preocupaba que vieran a Erick en el cuarto fumando.

Prepare eso lo mas rápido que pude y subí corriendo, procurando que jo se me cayera el chocolate. Termine de llegar al final de las escaleras y entre en la habitación, Erick

Callate y besameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora