Capítulo dos: LOUIS.

328 33 9
                                    

Él fin de semana se había pasado mucho más rápido de lo pensado y ya era el día que todos odiaban: era lunes.

La alarma había dejado de sonar hace un rato largo y había un aroma muy agradable rondando en el aire, parecía ser salsa de tomate, por lo que a Louis le sorprendió, ¿quién cocinaba a esas horas de la mañana? Pero más sorprendido se quedó cuando se fijó la hora que era: 13:30 p.m.... ¡MARGARET!

Louis empezó a desesperarse, ella salía de su escuela a las doce, no podía haberse quedado dormido de nuevo. Salió de su cama de un golpe y buscó entre toda su ropa una remera y un pantalón sin siquiera fijarse si estaban limpios, poniéndoselos lo más rápido que pudo. Corrió muy rápido por sus escaleras y cuando estaba a punto de abrir la puerta, escucho una pequeña risita proviniendo de la cocina.

— ¿Margaret? — Preguntó Louis, bufado, apoyándose contra la puerta de la cocina. — ¿Qué haces aquí?

— ¡Aquí encontré los espaguetis! Estaban muy alto, ahora los pondré en... oh, hola Louis, al fin despertaste. — Sonrío Harry, dejando los fideos en la mesa, sacudiendo sus manos.

— Harry fue a buscarme a la escuela, tonto. Es lunes... ¿niñera? ¿escuela? ¿recuerdas algo? — Dijo la pequeña, dirigiéndose a su hermano, mientras coloreaba un libro.

— Lo olvidé, agh. Si es así voy a volver a la cama, estoy muy cansado. — Harry levantó una ceja al oír a Louis, no conocía a una persona que sea tan perezosa.

— No creo que puedas hacer eso, una chica llamó hace un rato diciendo que iba a venir hoy a las tres de la tarde a ver a su novio, que no podía entender por qué ignoraba sus llamadas y más cosas, estaba furiosa... — Dijo Harry, colocando la pasta en la olla.

— Maldición. — Louis suspiró y se marchó de allí sin decir más.

Louis siempre había querido salir con alguna chica linda e inteligente, que comparta sus gustos y demás cosas, pero ahora que la tenía lo único que quería era deshacerse de ella, estaba aburrido de esa relación, al principió él se creía el mejor, pero ahora todo había cambiado.

Louis había conocido a Cameron en su último año de escuela, era bastante popular, y él también, eran como la pareja del año, sin contar que Louis estaba en el equipo de fútbol de la escuela y todos sus amigos estaban muertos por su novia. La típica pareja cliché, la chica linda y popular y el jugador de fútbol que tenía a todas detrás. Louis estaba muy feliz con ello, pero pronto todo comenzó a ser diferente a partir del día en que Louis conoció a "Nicholás", un chico de intercambio de cabello castaño claro y ojos verdes, él había confundido demasiado a Louis, ¿era bisexual? ¿Era homosexual? ¿Seguía siendo heterosexual? Él no lo sabía, lo único que tenía en claro era que la presencia de su novia le incomodaba, ya no la quería besar como antes, ni la mimaba, sólo quería ver de nuevo a Nicholas y a sus bonitos ojos.

Después de un tiempo Nicholas se marchó nuevamente a su país, ya que sus padres debían volver junto a él, aunque antes de irse al aeropuerto le dejó una carta a Louis, prometiéndole que iba a volver en algún momento a visitarlo. Desde ese momento algo cambió en Louis, tardo en superar esa etapa con él, no sabía si habían llegado a ser amigos, pero algo fuerte había ocurrido. 

Luego de recordar varias cosas y analizar otras, Louis se dio cuenta de que no podía seguir así. Su relación con ella debía terminar, había sido lindo mientras duró, pero no podía seguir engañándose. Le mandó un mensaje, diciéndole que quería que mañana se encuentren para charlar, y que hoy no podían verse, estaba inseguro, no sabía que iba a lograr con eso, él sólo quería un cambio y un aire nuevo. Cuando apretó enviar se sintió satisfecho y sonrío, hasta que su estomago rugió con fuerza, estaba hambriento.

Bajó hasta su cocina y notó que había un plato de espaguetis en su mesa, con un vaso lleno de jugo de naranja y al lado una nota con las lapiceras de su hermana:

"Fui a llevar a Margaret al parque, te dejé un plato de fideos en la mesa por las dudas de si tenías hambre. Nos vemos luego. Harry xx"

Louis río por el "Harry" del final, era muy obvio que él la había escrito. Al parecer el nuevo niñero era amable, esperaba llevarse bien con él al pasar de los días, aparte de que tenía unos grandes ojos verdes... parecidos a los de Nicholas. Ese pensamiento lo dejó helado, ¿por qué tenía que pensar justo en él? El timbre lo desconcertó y se paró a abrir la puerta, para justo encontrarse con Harry y su pequeña hermana.

— Volvimos. — Sonrío Harry, notando como Louis lo miraba fijamente a los ojos. Eso lo hizo sentir un poco incómodo, por lo que bajo la mirada y paso directamente a la sala.

— Genial, yo voy a... uhm, comer mi comida, gracias por guardarme. —Menciono Louis, tratando de no mirarlo a los ojos, resultándole imposible.

— ¡No hay problema! Cocine para los tres y Louis... ¿tengo algo en la cara? Porque no dejas de mirarme y no lo s... — Notó como la cara de Louis se distorsionaba con su comentario y se callo, ¿había metido la pata otra vez?

— No, no hay nada, no hay nada en tu cara... con permiso. — Dijo, dirigiéndose directamente a la cocina.

— ¡Harry! ¿Jugamos a las muñecas? — Margaret sostenía muchas muñecas en sus manos, mientras hacia un puchero.

— Claro, juguemos, Mar. — Le respondió Harry, sin antes mirar una vez más a Louis.  

◊◊◊◊❀◊◊◊◊
¡Acá esta el capitulo! Perdón por tardar un mes, no tenía nada de inspiración, lo juro. Puedo hacer un maratón de tres capítulos si quieren, pero me gustaría que me ayudaran votando y comentando, por favoooor. Besitos☺.










The babysitter. {larry stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora