Ethan Sykes se encontraba en el estudio de grabación, arreglando sus cosas a toda velocidad para poder llegar a la reunión que tenía al otro lado de la ciudad en menos de media hora.
Sus días no tenían suficientes horas y él no podía multiplicarse a sí mismo para lograr hacer todo lo que quería. Estaba más enfocado que nunca en su carrera, se sentía en la cima y no pensaba parar ahora que había llegado a donde siempre quiso.
Después de dos discos que habían superado los doble platino y con sencillos que habían permanecido en el número uno durante semanas en las listas musicales más importantes alrededor del mundo, Ethan creía que nada a estas alturas podía irle mal. Tenía fanáticas fieles, buenos amigos y un trabajo que amaba y por el que había luchado toda su vida: hacer música.
–Tienes una entrevista a las 3 hoy en la radio BC1. No lo olvides y no se te ocurra llegar tarde. –le advirtió Simona, su representante. Era una mujer entrando a sus 40, pero que fácilmente podía pasar como de 30 gracias a su tersa piel morena y sus preciosos rasgos afroamericanos. Ethan admiraba profundamente a esa mujer, principalmente porque había tenido un pasado difícil, pero ahí estaba; fuerte, entera y exitosa. Era increíble lo que esa mujer lograba con su persistente carácter y su carismática personalidad. Ethan no dudaba que contratarla como su representante había sido una sabia decisión porque ella era bastante buena en lo que hacía. Además, ella sí se preocupaba por su bienestar y no lo veía como una simple máquina de hacer dinero, no así como su primer representante. En serio había tenido mucha suerte de conocer a Simona. –¿Tienes listo lo que usarás mañana en los premios?
–Por supuesto que sí. La cita con la diseñadora que contactaste de verdad fue provechosa. Me dio consejos bastante útiles. –como única respuesta, Simona sonrió con cariño hacia él. –¿Qué tal va el contrato con Calvin Klein?
–Esos malditos publicistas me sacan de quicio, estoy a un paso de decirles que se metan su campaña por… –Ethan soltó una risa antes de que ella terminara la frase. –Respecto a la entrevista, sabes que van a preguntar por ese temita que tanto te desagrada tocar. –él rodó los ojos. –Sólo quiero que trates de controlar tu genio.
–Hey, eso sólo fue una vez. Ese bastardo de Allan Britman me tocó los huevos. Estaba buscando que le gritara que su programa era una mierda y buscaba subir su patético rating gracias a preguntas malintencionadas.
–Lo sé, cariño. Te recuerdo que ese día le grité tras bastidores al idiota de su productor. –dijo ella con una sonrisa.
–Sí, y por eso te adoro. –él besó ruidosamente su mejilla y comenzó a caminar hacia la salida. –Te veo más tarde.
–¡No llegues tarde!
Ethan sólo siguió su camino. Subió a su auto y antes de arrancar, revisó su teléfono. Eran las 12 p.m, tenia un par de horas para cumplir con su compromiso antes de ir a comer y luego ir a la entrevista. Justo antes de guardar su teléfono en su bolsillo, sonó con un mensaje entrante.
Deberías cuidar tus pasos, alguien podría estarlos siguiendo.
Era un poco escalofriante. Llevaba dos semanas recibiendo mensajes igual de extraños, siempre del mismo número desconocido. Cuando trataba de llamar o enviar mensajes de vuelta, sonaba fuera de servicio y los mensajes jamás llegaban a destino.
No le había mencionado eso a nadie. No quería preocupar a Simona, así que no estaba en sus planes mencionárselo. Al menos no pronto. Pero no creía que fuera algo serio, tal vez fuera un loco que había conseguido su número de alguna manera y se divertía de esa retorcida manera. Francamente, no estaba asustado.
Guardó su teléfono, encendió el motor y salió del estacionamiento a toda velocidad.
----.-----
Ignoró todas sus amenazas.
Le dio tiempo de retractarse, pero ni siquiera parecía arrepentirse. Le había arruinado la vida, y aun así él no sentía el menor remordimiento.
Pero ya se había cansado. Era solo el principio del fin.
Todo estaba listo. Esa misma tarde el plan se pondría en marcha, y si no cometía ningún error, lograría su objetivo.
Esa cucaracha había tenido su tiempo para recapacitar. Pero ya había alcanzado el límite.
Ese bastardo tenía fama, dinero, mujeres… y él no tenía nada.
Ethan Sykes ciertamente no merecía todas esas cosas. Había sido un miserable. Un malagradecido y un egoísta.
Pero había llegado por fin la hora de hacerlo pagar por todo su sufrimiento. Le iba a hacer pagar con su vida cada fracaso que sufrió por culpa de esa maldita estrellita de mierda.
–Vas a caer, bastardo de mierda. Y yo voy a ser quien te haga caer.
----.----
–Ethan, ¿qué parte de ser puntual no entendiste? –le gritó Simona a través del teléfono. Rodó los ojos y sólo hizo partir el motor mientras conectaba su celular con el sistema inteligente de manos libres que tenía su moderna camioneta.
–Estoy yendo, ¿bien? Te prometo que en 10 minutos me tendrás cruzando esa puerta.
–Te pedí que fueras puntual por una razón.
–Mi reunión se alargó un poco más de lo esperado, lo siento. Pero ya estoy conduciendo, voy por Lake Road en estos momentos.
Era una reunión muy importante, otro de sus grandes proyectos. Ahora que tenía el dinero necesario para poder realizarlo, no iba a desperdiciar su oportunidad. Si todo salía como esperaba, pronto abriría, por fin, su propia academia de música para jóvenes y niños.
Estaba muy emocionado. Quería realizarlo porque así podría darle la oportunidad de triunfar y aprender más sobre la música a muchos niños. Iba a darles la oportunidad que él no había tenido cuando deseaba con todas sus fuerzas lograr cambiar el mundo con su música.
–Está bien, estaré esperándote en la puerta trasera, hay un estacionamiento reservado para… –Ethan no pudo seguir poniéndole atención a lo que Simona le dijo, porque de pronto sólo pudo percatarse de una camioneta negra que se dirigía a toda velocidad en su dirección, de frente.
Sus reflejos fueron rápidos, pero no lo suficiente, pues aunque logró mover el volante hacia el lado contrario para hacer el impacto menos violento, la gran camioneta impactó con toda su fuerza su automóvil en el lateral. Intentó frenar, pero los pedales parecían no obedecer, así que sólo pudo gruñir mientras escuchaba por última vez el grito histérico de Simona a través de las bocinas y después nada.
![](https://img.wattpad.com/cover/62248807-288-k774259.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Dulce Peligro
רומנטיקהEthan Sykes está en la cima. Lo tiene todo: Dinero, fama, amigos, talento... Pero todo eso queda en segundo plano cuando su vida se ve amenazada por un atacante anónimo que jura no descansar hasta matarlo. Sin embargo y gracias a esto, Ethan va a da...