Inuyasha Y Kagome

Un Regalo Muy Especial

Kagome se encontraba en la entrada a la aldea iba caminando, muy pensativa sobre como Inuyasha reaccionaria ante sus palabras. Cuando escuchó un fuerte grito que venía de atrás.

-Yo también te amo Kagome- gritó Inuyasha con euforia.
-No tenías que gritarlo Inuyasha- dijo Kagome.

En ese instante la anciana Tarde se les acercó.

-Muchachos no era necesario despertar a toda la aldea para declarar su amor- dijo la anciana Kaede.

Ambos se miraron fijamente y se ruborizaron bajando la cabeza.

-Por cierto, Inuyasha el monje Miroku quiere verte- aviso la anciana.
-En seguida iremos, gracias anciana- dijo Inuyasha.

Mientras se dirigían a la casa de Sango y Miroku a Inuyasha se le ocurrió tomar de la mano a Kagome, extrañamente ella pensaba lo mismo, así que Inuyasha se animo y rozó la mano de Kagome.

-¿Que sucede Inuyasha?- cuestiono Kagome.
-Nada solo estaba pensando que...-dijo Inuyasha cuando Kagome lo interrumpió.
-Debíamos tomarnos de las manos- concluyo Kagome.

Inuyasha asintió, a partir de ese momento hasta llegar a la casa de Miroku no se soltaron de las manos.
Entraron de las manos a la casa, sin darse cuenta.

-Chicos, ¿están tomados de la mano? -preguntó Sango.

En ese instante ambos se soltaron y voltearon al lado contrario.

-Así que su relación va mejorando-dijo Miroku- Inuyasha si bien sabemos dentro de poco sera tu cumpleaños, así que Santo y yo te compramos un regalo- dijo Miroku entusiasmado.
-Ja, yo no necesito nada- respondió Inuyasha.
-Inuyasha, escucha que te van a dar- dijo Kagome. Inuyasha se quedo callado.
-Gracias señorita- dijo Miroku- Este regalo es muy especial y queremos que lo estrenes con Kagome-
En ese momento le entregaron un mapa.
-Tienes que seguirlo, te llevará hasta tu regalo y recuerda no verlo hasta que salgas de nuestra casa- dijo Sango.
-Esta bien....gracias- dijo Inuyasha.

El y Kagome salieron de la casa de Sango y Miroku así que se propusieron a ver el mapa, el mapa señalaba u lugar cerca del pozo, el lago y a afueras de la aldea.

-¿Que habrá en ese lugar?- Kagome estaba muy sorprendida.
-No iremos- dijo Inuyasha bastante despreocupado.
-Tenemos que ir- Kagome quería ver el regalo misterioso de Sango y Miroku.

Y como ambos habían estado un tanto lejos de la aldea estos tres años se perdieron varias veces antes de encontrar la dicha sorpresa. Era una cabaña pequeña y acogedora con una pequeña entrada.

-¿Me regalaron una choza?- Inuyasha estaba verdaderamente confuso.
-Parece agradable- Kagome intentaba mejorar la situación.
-Entremos- Inuyasha esperaba que dentro hubiera algún monstruo como una broma de parte de Miroku.

Sin embargo, dentro de la cabaña había una linda y arreglada cena, con ropa para ambos y con una gran cama con colchas muy suaves.

-Ahora entiendo porque constantemente salían a hacer exorcismos- Inuyasha estaba muy sorprendido.
-Estas telas debieron costar demasiado- decía Kagome mientras acariciaba la cama.
-Me salgo para que puedas ponerte la ropa que te regalaron- dijo Inuyasha mientras salía.
-Si, gracias- Kagome estaba un poco incómoda.

Pasaron unos cuantos minutos cuando Kagome salio con una Yukata de color rosa pastel con una cinta verde.

-Te ves muy linda- Inuyasha se había sonrojado.
-Gracias, ¿no te vas a cambiar?- Kagome también estaba sonrojada.
-No, así estoy bien- decía Inuyasha mientras invitaba a pasar a la cabaña.
Seria una noche inolvidable.

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Hola preciosos 8 lectores, adoro que estén siguiendo la historia, adoraría tener su apoyo diciendo que no les gusta o que quieren que le podría agregar.
Gracias amigos, por ustedes seguiré subiendo capítulos.
Atte.Padme