Fui como tu amiga imaginaria, me moldeaste como lo hace un niño al crear a un amigo imaginario. Fui lo que tú quisiste que fuera.
Y ¿Cómo es un amigo imaginario?
Un amigo imaginario existe sólo cuando el niño lo necesita, justo y como él lo necesita. Siempre los imaginarán y crearán a su manera, los puede haber pequeños, grandes, bonitos, feos, rosas, amarillos, verdes, con formas raras, como animales, como seres humanos, incluso con distintos dones como: volar, atravesar puertas o paredes, aparecer en otro lugar con sólo parpadear, lo que sea. El niño lo único que tiene que hacer es parpadear y ahí estará, un amigo imaginario justo como él lo necesite. Sólo hay un problema: sólo ese niño lo puede ver, justo eso me pasó contigo.
Fui como tu amiga imaginaria, fui lo que tú quisiste que fuera. Fui lo que tú necesitabas, pero sólo tú me mirabas, fui invisible ante los demás. Permanecí oculta como un ser imaginario.
Estuve ahí cuando querías hablar, reír, incluso estuve ahí cuando querías a quien besar. Me encantaba estar ahí, pero cuando te sentiste completo decidiste alejarte de mi, o más bien alejarme de ti. Fui como tu amiga imaginaria.
Poco a poco me empezaste a olvidar, ya no hablábamos tanto como antes, y me sentí como debe de sentirse un amigo imaginario cuando su niño lo olvida.
Día a día fui desapareciendo, poco a poco muy lentamente. Desaparecí hasta ser invisible.
Te aprovechaste de mi cariño, te aprovechaste de cada parte de mi ser y corazón, consumiendo cada pedazo de cariño que tenía por dar. Me aprovechaste al máximo hasta ya no necesitarme.
Ahora sé como se siente un ser imaginario. La diferencia es que yo soy real, pero no para ti.
Fui esa amiga imaginaria que ya no necesitarás jamás.