Tres.

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Narrador omnisciente.

– no te preocupes harry,yo te ayudare a cuidar ese bebé como si fuera mío – la peli negra lo abrazo por la espalda y dejo un beso sobre la parte superior de la cabeza del chico.

– Gracias.

No quería parecer grosero y mucho menos con su mejor amiga,pero lo único que deseaba era tirarse en su cama y pensar que haría con su vida.

Como le diría a su padres que estaba embarazado,estaba aterrado de pensar que le podrían hacer en cuanto se enterasen de aquello.

Y es que desde cuando un hombre se quedaba en embarazo.

Pensaba que todo era tan irreal y entre más se cuestionaba más le sonaba a broma la situación de su vida.

Y la pregunta que realmente importaba era  ¿de quien era ese niño que esperaba?
El chico simplemente no quería creer que estaba esperando un hijo.

Y que haría cuando ya estuviera barrigón? ¡Eso sería despedirse de su abdomen trabajado!.

Adiós al chico con abdominales perfectos. Su piel quedaría flácida y con estrías.

Pero algo si tenía bastante claro;el sería el mejor padre-madre que esa criatura que estaba creciendo dentro de el pudiera tener. Su instinto maternal se activaba tan sólo con pensar que tendría a una personita a la cual cuidar y mimar hasta el final de sus días.

Y entonces el amor que no tenía hacia el pequeño ser de su vientre empezó a florecer y se sentía tan orgulloso de tenerlo allí dentro que sus ojos se encharcaron de emoción.

– ¿quieres que pasemos contigo o quieres estar sólo? – la voz de su peli roja amiga lo saco de sus pensamientos y el chico sólo negó.

– los llamaré más tarde,necesito despejar mi mente – caro lo miro con ternura.

– nada de cigarrillos harold – la chica extendió una de sus manos y el rizado puso en ella una caja de cigarrillos.– sólo llámame si necesitas algo,cuida muy bien de mi hijo styles– la peli negra le regaló una sonrisa y le lanzó un beso mientras el chico se bajaba de del taxi.

En la soledad de su habitación el rizado se preguntaba por que de tantos hombres homosexuales en la faz de la tierra el tenía que salir embarazado.

Puso una mano en su vientre y suspiro cansado había sido el día más pesado de su vida y apenas eran las cinco y media de la tarde. Media hora después su madre se asomó por su habitación para darle un beso en la frente y preguntarle por su día,a lo que el respondió con un "mi día estuvo bien mamá,sólo estoy cansado".
Aquella noche luego de la cena sus ganas de vomitar eran inaguantables y se levantó de la mesa con la excusa de que estaba lleno y tenía ganas de dormir,se despidió de sus padres y hermana y subió las escaleras casi corriendo para expulsarlo todo y tomar las vitaminas.
***
Al día siguiente había decidido no ir a la universidad para poder descansar ya que la noche anterior no había pegado un ojo pensando como decirle a su familia.

Carolina se había plantado a la una y cuarto en la puerta de la casa de harry,junto con su novio quien traía bolsas de Starbucks para el almuerzo. Harry había abierto feliz la puerta y comido animadamente,pero como si no hubieran sido suficientes los tres días anteriores sintió deseos de expulsarlo todo.

"Que quieres que papi coma?" Harry se pregunto acariciando su abdomen pero la respuesta fue una arcada y allí entendió que al pequeño no le había gustado el sándwich de pavo que caro le había traído.

– harry estas bien? – caro había llegado corriendo al baño donde su mejor amigo se encontraba – pequeño no puedes hacer vomitar a papi a cada rato – le hablo al vientre del rizado y dejo un beso allí para ayudarle a lavarse y llevarlo hasta la sala.

– si así serás tu cuando tengamos hijos,creo que viviré nueve meses con mis padres – el novio de la peli negra miro a harry con diversión ganandose la mirada desaprobatoria de su novia y el rizado.

A harry le pareció haber oído a su hijo diciéndole que quería donas glaseadas y su boca se hizo agua,miro a la pareja que discutía por sus próximos hijos y sonrió al ver que su mejor amiga había encontrado a un hombre que de verdad la amaba,pero aunque eso lo llenaba de felicidad,llamo la atención de la pareja con una tos falsa.

– el bebé quiere donas glaseadas – caro sonrió feliz y se levantó del mueble que compartía con su novio.

– entonces vamos a comer donas – y su novio la miro sonriendo.

Los tres adolescentes salieron de la casa y se montaron en la camioneta de Nathan encaminandose al centro comercial.

Frente al mostrador harry miro con deseo todas y cada una de las donas exhibidas y decidiéndose por una dona con glaseado de chocolate,la pidió tal cual un niño emocionado por un dulce y es que era obvio si su hijo lo pedía el no lo podía negar. 

Eighteen and pregnant (h.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora