La Chica Del Botiquín

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Narra Amanda:
Matilda y Hugo me dijeron que sería una buena idea celebrar el cumpleaños en la discoteca, que invitará a los que más confianza tengo y mejor me caigan. Acepte, me parecía buena idea.

(...)

Estaba sentada en la barra de la discoteca. Me había puesto un disfraz de vaquera que era lo único que tenia. Consistía en unos shorts cortos, pero sin que se me viera el culo, una camisa a cuadros y un gorro vaquero. Estaba esperando a Anónimo que todavía no había visto ninguna persona disfrazada de spiderman.

(...)

Había pasado ya media hora y seguía como tonta esperando.

-¿Pero qué haces aquí plantada? Es tu fiesta de tu cumpleaños número 18 tiene que ser la mejor de todas.- me animo Mati, como apodaba a Matilde.- Camarero, dos copas con vodka para estas dos señoritas mayores de edad.- ella nos señalo a ambas.

-Marchando.

-Después de las copas nos iremos a bailar muerma y te divertirás como nunca, ¿okay?

-Okay.-respondí rodando los ojos.

-Aquí tienen guapas.-informo el camarero entregándonos las copas.

-Te reto a ver quien bebe antes la copa.-me retó Mati.

-Obviamente seré yo.-le respondí mientras sonreía maliciosamente.

-Eso ya lo veremos.- dijo mientras imitaba mi sonrisa.

-Ala de una.

-Ala de dos.

-Y ala de tres.

Y empecé a beber como si mi vida dependiera de ello. Mi garganta ardía pero me daba igual tenía que ganar.
Mati y yo somos muy, pero que muy competitivas, como ya veréis.
Termine la copa y la deje en la mesa con fuerza. Miré a Mati con seguridad. Había bebido la copa antes que ella. Había ganado. Me levanté del taburete y empeze a bailar mi baile de victoria en su cara.

- ¡Toma esa, perra!-le grité con entusiasmo.

-Alguien ya esta feliz. Venga vamos a la pista.

Mati llevaba un disfraz de gatita. Pero ella no llevaba las típicas faldas que se ven medio culo, ella llevaba un vestido que le llegaba por un poco más arriba de las rodillas de color negro, unas orejeras y se había pintado unos bigotes.

Pusieron una de reggaeton y a Mati le encantan.

-Venga Amy canta conmigo. SE NECESITA REGGAETON DALE.

-SIGUE BAILANDO MAMI NO PARES. - canté mientras bailábamos.

Seguí cantando y bailando. No estaba borracha, ni mucho menos. Solo me había tomado una copa pero me quería divertir con mi amiga y me estaba dejando llevar por la música.

De repente sentí una mano en mi cintura y una respiración en mi oído.

-Que buen culo tienes, bombón. Y como lo meneas, ufff.-susurró alguien en mi oreja.
Me di la vuelta y vi a un chico de mi altura, algo tonificado y con unos grandes ojos azules con las pupilas pequeñitas, eso era por estaría muy borracho. Me miraba con lujuria. Su mano no se quito de mi cintura. La intenté quitar pero no podía.

-¡Sueltame imbécil!

-¿Por qué tendría que hacerlo muñeca?

-Porque te lo estoy diciendo.

-¿Y?

¿PERO QUE SE CREE ESTE CRETINO?
Le di una bofetada pero eso solo hizo que apretara su agarré en mi cintura. Mati por fin se dio cuenta e intento quitar la mano del chico pero él era demasiado fuerte. Cerré los ojos mientras seguía intentando quitarle la mano. Cada vez me estaba atrayendo más a él, hasta pude sentir su hereción.