Compañia Inesperada

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Desperté extrañamente normal. No escuchaba siquiera gruñidos, tenia un mal precentimiento de todo esto, pero no le tome mucha importancia por lo que me arreglé y sali a lo salvaje.

Caminé por las calles desiertas con esa horrible sensación de tener el estomago vacio. Hubo un par de veces que confundi los gruñidos de mi estomago con los gruñidos de esas bestias. si lo piensas es bastante gracioso sabiendo que no habia nadie ni nada por esa calle que no fuera yo.
No saben lo feliz que me senti al ver a unos caminantes merodeando una casa. Para ser sincero me sentia inseguro cuando no los tenia en mi campo de visión. Sentía que en cualquier momento apareceria uno por la espalda acabando mi vida.

Mientras caminaba revisaba casas y tiendas por cosas que necesitará, pero no encontraba nada util. Lo único que encontre en una casa fue una mísera botella de agua a la mitad de capacidad, !a la mitad¡, peor suerte no podia tener.

No paso nada importante despues de eso hasta encontrar el bendito apartamento. Era un apartamento de 15 pisos de colores blanco y celeste aunqe algo deteriorado por el polvo y la suciedad. Entre para encontrarme con un hall totalmente lleno de sangre y parte de cuerpos, no me imagino la carnicería que se vivió en este lugar. Tratando de no pensar mucho en eso comenze a subir los 7 pisos hasta llegar a mi destino quinta puerta a la derecha numero 39.

Al llegar lo primero que vi fue la puerta la cual estaba abierta pero no parecia que la chapa estuviera forzada supongo que el dueño del apartamento se olvido cerrarla pero ¿quien lo puede juzgar?.

Sin pensar mucho más entre y lo primero que fui a revisar fue la alacena y me quede anonadado. Estaba totalmente llena de comida enlatada de todo tipo, ademas de miles de botellas de agua. Pero algo me olia mal ¿como es posible que haya toda esta comida y no halla sido saqueada, más encima la puerta estaba abierta, como es esto posible?.

-quedate ahí y no te muevas- dijo una voz femenina con algo de ¿miedo?.

Bueno por lo menos ya se la respuesta a esa pregunta. Gire mi cabeza rapidamente para quedar totalmente maravillado en un mar de ojos azules. Habia una chica de más o menos mi edad apuntandome con una beretta negra claramente aterrada pues el arma le temblaba un montón. Pero lo que no me esperaba es que estubiera completamente llena de sangre. Su pelo negro enmarañado y con manchones de sangre ademas su polera negra de tirantes, su jeans blanco y sus convers negras apenas se notaban por toda la sangre. ¿a que clase de lugar fue esta chica?.

-Me entendiste- dijo alga más fuerte, sacandome de mis pensamientos, habia olvidado que me estaba apuntando.

-tranquila, tratemos de no hacer algo que nos meta en problemas, si- dije tratando de calmarla.

-¿que haces en mi casa?, ¿que buscas?, ¿como entraste?, ¿quien eres?- dijo ella de corrido parecia bastante alterada.

-Wow espera habla más despacito. Mira primero que nada mi nombre es Nathan, ok. Segundo, logre entrar en tu casa porque la puerta estaba abierta. Tercero y cuarto estoy en tu casa porque necesitaba un lugar donde quedarme unos dias para luego irme ¿si?.

Ella no decia nada lo que me ponia bastante incomodo.

-haci que porque no bajas el arma y habla...

Pum

Un fuerte dolor me invadió el cuerpo especialmente el hombro !la muy hija de su madre me disparo¡.

-joder- grite antes de agarrarme el hombro para tratar de detener el sangrado- tenia que ser el brazo derecho con esta herida ya no podre disparar bien.

-ay no- dijo ella antes de bajar el arma y correr hasta mi- lo siento, no fue mi intencion.

-sabes, no deberias preocuparte tanto de los desconocidos- dije mientras sacaba la botella de de agua que encontre en esa casa para luego vertirla en mi herida despues de eso me arranqué la manga de mi camisa roja para poder hacer un torniquete para poder detener el sangrado- eso te podria matar algun dia.

-Lo se, creo que tiene que ver por ser aprendiz de enfermera- dijo ella con bajando la cabeza.

Los eschucaba venian subiendo y pronto nos alcanzarían si no nos moviamos en este instante.

-vamos, tenemos que movernos- dije tomando su mano con mi brazo bueno.

-pero que pasara con la comida- dijo frenandose.

-no hay tiempo para eso, la vendremos a buscar despues- le grite mientras la jalaba escaleras arriba para poder subir los 8 pisos restantes.

Al llegar abrimos la puerta de la azotea para luego ponerle la cerradura y asi ganar algo más de tiempo para planear un escape. Nos dirigimos a la cornisa tratando de no mirar abajo. Al parecer la suerte estaba de mi lado en este momento al ver que el espacio entre edificios no pasaba el metro y medio ademas el edificio siguiente era mucho más bajo que este por lo que teniamos más posibilidad de llegar al otro lado.

-no nos queda más que saltar- dije mientras caminaba hacia atras acomodandome el rifle para poder dar un mejor salto.

-que estas loco no lograriamos pasar- dijo ella retrocediendo un poco.

-es eso o ser devorado tu decides, pero yo me voy- y despues de decir eso comense a correr para saltar con todas mis fuerzas para luego agarrarme a tiempo del borde del edificio con las manos para no caer, quedando colgado de una sola mano por el dolor que me causaba el hombro derecho por la herida. Pero al final me trage todo ese dolor que sentia al usar el brazo para lograr subirme al techo.

-VAMOS TE TOCA- grite a la fémina que estaba al otro lado.

-NO PUEDO, NO ME GUSTAN LAS ALTURAS- grito ella de vuelta alejándose más del borde.

-SE QUE PUEDES CONFÍA EN MI- y tras decir eso ví como unas garras atravesaban la puerta de metal como si fuera mantequilla para despues derribarla y correr a su pocision.

-VAMOS, CONFÍA- grite ya desesperado no queria que muriera y dejar en mi conciencia que pude haber hecho algo para salvarla.

Un grito de frustración me devolvió a la realidad dejandome ver como corria hacia el borde para luego saltar y poder agarrarla justo antes de que callera al vacío.

Al poder subirla me pude fijar como algunos caminantes se precipitaban para poder alcanzarnos. Pero en lo que verdad me fije fue de la que nos habiamos salvado. Toda la maldita ciudad estaba entrando por ese edificio.

-de la que nos hemos salvado, eh- dijo ella mirando en la misma dirección que yo.

-si, pero ahora que estan distraidos nos deberíamos ir.

-si tienes razon, vamonos- dijo mientras caminaba a la puerta de la azotea.

-olle- le grite, haciendo que ella se diera vuelta- nunca me dijiste tu nombre.

Ella sonrió-mi nombre es Blake Wood, mucho gusto- dijo mientras estiraba su brazo- y tu nombre es Nathan ¿no?.

Le devolví la sonrisa-si, mi nombre es Nathan Black, es un gusto conocerla señorita Woods- dije estrechando su brazo para luego reir, abrir la puerta e irnos de hay.

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