El libro

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Me levanté de la cama sobresaltada por los gritos de mi tía diciendo mi nombre desde la cocina, como la mayoría de los días mi despertador me odiaba y decidía no sonar.
Esa mañana no era como una cualquiera, mis tíos y yo íbamos a Leipzig. Como todos los veranos me tocaba despedirme de ''apreciada'' capital.

Fui al baño medio dormida, lo mío no es madrugar. Me lavé la cara con agua tibia para despejarme secando mi cara después con una toalla mientras me miraba al espejo- Muy bien Alexandra, luces unas ojeras preciosas como siempre.- Me quité la camiseta larga con la que duermo habitualmente, me miré en el espejo mientras colocaba mi melena pelirroja detrás de mis hombros cayendo por mi espalda. El agua caliente recorría cada parte de mi cuerpo, un pequeño escalofrio recorrio mi cuerpo al ponerse en contacto con ella.
Esa estúpida pesadilla me desvelaba cada noche privándome de varias horas de sueño. Siempre era la misma, se repetía una y otra vez. Mi tía siempre me decía que no tiene importancia, que es una secuela de presenciar la muerte de mis padres. Pero ¿Quién me saco de la casa? ¿Qué es esa silueta? Mi cabeza está llena de preguntas sin respuesta.

-Alexandra, date prisa ya tienes el desayuno - Dijo Simone mientras llamaba a la puerta del baño resoplando por la hora que era.

-Ya voy-Dije mientras salía de la ducha rápidamente tapándome con una toalla.

-Vistete rápido cariño, tenemos varias horas de viaje por delante.-Sacó la ropa del armario y me la puso encima de la cama ya hecha.
-En 10 segundos estoy.-Dije mientras miré la ropa que estaba en la cama. Me vestí y desenredé mi pelo mientras bajaba por las escaleras.
Mi tía cuidaba de mí desde que mis padres murieron. La debía todo, con ella nunca me faltó de nada. Ella y su novio es la única familia que me quedaba.

-¡Alex!

Oí desde fuera de la casa. Era Georg,el novio de mi tía.
Tomé el zumo de un trago y puse una mueca al estar muy ácido. Fui rápidamente al coche con las tortitas todavía en la boca. Georg ya había guardado el equipaje en el maletero y comenzamos el viaje.
Me encantaba Leipzing, mi abuela vivía allí y nos dejo su casa cuando murió, todos los años íbamos en verano de vacaciones. Ese lugar era mágico, recuerdo que la casa estaba rodeada por un bosque, estaba apartada de la civilización y el cielo estaba estrellado.
De pequeña me encantaba adentrarme en el bosque para dibujar o leer los libros que tenía mi abuela en una vieja estantería.
Siempre me regañaban porque decían que era peligroso y me contaban historias de monstruos para asustarme pero,no servía de mucho.No había nada que me
asustara tanto como para privarme de ese lugar.

Cuando llegamos a Leipzig después de más de 5 horas de viaje lo primero que hice al bajar del coche fue respirar el aire puro y estirarme.

-Cariño, sube tu equipaje a tu habitación mientras preparamos la barbacoa.-Dijo Simone mientras salía del coche y ayudando a Georg a sacar la barbacoa portátil.
Estaba tan metida en mi mundo mirando ese precioso paisaje que me pareció oír su voz pero no preste atención.
-Alex... Siempre estás pensando en tus cosas y no prestas atención.
Simone toco mi hombro y me puso el equipaje al lado.
-¡Voy!- Cogí la mochila y entré en la casa, era una casa antigua de campo, cada esquina que miraba mientras subía al ático estaba llena de recuerdos, no podía evitar pararme unos segundos observando todo detalladamente
- Por fin...-
Tiré la mochila al suelo y me lanzé en la cama. Cerré los ojos lentamente y todos los ruidos de mi alrededor desaparecieron me adentre en mi mundo interior.

Flashback

Sentí como el humo entraba en mis pulmones y el oxígeno desaparecía, a mi alrededor solo había llamas y escombros de la casa cayéndose en pedazos. Solo podía escuchar los gritos de dolor de mis padres. No podía respirar. Entrecerré mis ojos a punto de desmayarme. Y ahí estaba esa silueta. Luego todo se llenó de oscuridad.
Escuche un ruido que venía de fuera y deje a un lado mis pensamientos. Me incorporé en la cama y mire por la ventana.

HE PECADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora