Fighter Feelings

Es el y yo, nadie mas, los gritos del publico parecen haber cesado en mi cabeza, ahora es solo un ruido persistente que no me distrae en lo mas mínimo, estoy listo, cada segundo que pase ahí, cada gota que derrame, cada vez que quise parar, pero no, era el o yo... Definitivamente no iba a ser yo.

El octágono parece mas reducido ¿Que es eso? Oh no, otra vez, ese maldito "tic".

Nunca me sentí tan solo, no es uno contra uno, es algo mas, son todas las personas que nos apoyaron, las esperanzas que pusieron entre nosotros, las personas que nos ven, toda la presión sobre mis hombros. Inhalo, voy a demostrarles lo que valgo, solo tengo que aguantar tres asaltos, exhalo, "aguantar" mas bien sobrevivir, el es una bestia.

Este es el problema que ni todo el dinero del mundo puede arreglar, la consciencia, antes de la pelea se encuentra totalmente en blanco, luego entro al octágono y me pierdo, inhalo, una vez empieza a la pelea me relajo, cuando me muevo puedo pensar como si de meditación se tratase, pero ahora no es lo mismo, esto no es por los puntos, esto es por el honor, esto es mas personal, por mas que miles de personas lo estén viendo, exhalo.

Esta es la vida que decidí, si hace siete años me decían que iba a estar tras un escritorio y con un traje hecho a medida, les hubiera dicho que me daba igual, mientras pagara bien, todo eso fue antes de conocer la euforia, adrenalina y lo hermoso que se siente usar tu propio cuerpo como un arma, ya no hago esto para matar el tiempo, hace años que no, esta vez lo hago para ver que el limite, pensaba que el único limite que me imponía a mi mismo era el físico... Craso error, hubiera entrenado mi consciencia, no hay vuelta atrás, espero no defraudarlos, a todos ustedes, los que pusieron su esfuerzo, dinero, tiempo, pero ya no soy dueño de mi consciencia, ahora me entrego a las manos de esa bestia, esa bestia que me acompaña desde siempre, estoy listo, mi mente se detiene de repente, es hora tengo que demostrar un año de esfuerzo en menos de quince minutos, irónicamente... Mis quince minutos de fama.