8:30 a.m
marca el reloj que cuelga en el despacho del director, la sala no podría ser más deprimente con sus paredes grises y el olor a café
-Lissa, cariño ¿que te trae por aquí?
-Lo mismo de siempre Mags- suspira mientras niega con la cabeza -Dulce niña, siempre en problemas, el director te espera-
Mags es la secretaria, una dulce señora de 60 años con tez blanca y cabello rizado que adora a todos sin importar porque estén en dirección esperando una detención
Sujeto el pomo de la puerta, suspiro pero aún así entro, el director Canniban está parado alado de la ventana observando al alumnado, toso para llamar su atención pero el solo se limita a decir -Toma asiento, Lissa- así que eso es lo que hago, se produce un silencio incómodo hasta que él por fin voltea y me mira directamente a los ojos, lo cual odio-Mira Lissa, entiendo que el accidente fue duro y necesitabas tiempo para asimilarlo pero ya pasó un año, necesitas avanzar, es lo que ellos hubieran querido, es lo que todos nosotros deseamos, que encuentres paz- me molesta que hable de ellos, mis padres, como si los hubiera conocido, ellos me amaban por sobre todo, éramos como la familia perfecta, es decir no sólo eran mis padres, eran mis mejores amigos, mi hogar pero un día hubo un accidente de auto, fui la única sobreviviente y ahora vivo con mi tía Carla por lo tanto es mi tutora legal, ella decidió no tener hijos ni casarse porque su trabajo era lo más importante pero sé que me ama desde el día en que nací como si fuera su hija y por lo tanto no quiero que le dejen saber mis problemas así que me limito a asentir y dejarlo pasar, el director sigue con el mismo discurso el resto de la mañana, hasta que le recuerdo que estoy en clase y decide dejarme ir.
María espera en la puerta sosteniendo libretas y en cuanto me ve me las da para sostener mientras caminamos
-eh! Porque se supone que debo cargar con tu mierda?
-porque yo espere a que terminaras con la tuya
- buen punto, sonrío
María es mi mejor amiga, es preciosa aunque normalmente le digo todo lo contrario en tono de burla
Tiene un cabello negro azabache hasta la cintura y un par de ojos oscuros y profundos, definitivamente si fuera un chico hace tiempo estaría detrás de ella pero María no quiere saber nada de ellos, nunca le eh preguntado el porque, supongo que si un día decide contármelo lo ara por qué quiera, no porque le pregunte
-eh vuelto a soñar con el- le digo por fin
-Y esta vez ¿como fue?
-Bien, supongo, no recuerdo demasiado, solo lo normal, observarnos todo el tiempo como si fuéramos acosadores
-internet dice que tener esos sueños es señal de que buscas una relación y tu subconsciente solo lo crea
-internet te daña la mente María
Ella solo sonríe y cambiamos de tema, el resto del día de pasa volando en clase de literatura me dejan como trabajo investigar la mitología griega, es algo aburrido pero es la última clase así que está bien.
Tia Carla está en casa en el momento en el que llego, me saluda con un beso en la mejilla -¿cómo estuvo tu día cariño? -bien supongo, lo normal
Me alegro, te deje pizza en el congelador, tengo una junta con los accionistas de una constructora en 10 minutos
No es hasta que estoy por fin sola viendo Supernatural que me permito recordar al chico de mis sueños, quizá María tenga razón y es mi subconsciente, eso explicaría el hecho de que el tipo es un adonis, no lo había analizado pero en realidad tiene todo lo que una persona desearía, cabello oscuro, es alto, los brazos marcados, unos ojos absolutamente negros y profundos que son adornados por pestañas kilométricas y las pocas veces que ha sonreído eh notado unos dientes perfectos y casi estoy segura que existe un hoyuelo en su mejilla izquierda, solo está el hecho de que jamás eh escuchado su voz.
Me siento absolutamente muerta de cansancio, me gustaría soñar contigo es lo último que pienso antes de caer rendida.
ESTÁS LEYENDO
Hypnos
FantasyMi nombre es Lissa, Lissa Montier, tengo 17 años y estoy varada en el ombligo del mundo, una isla, al menos hasta que llegue el día de ir a la universidad en 217 días, si, como toda adolescente normal cuento los días exactos para que esto ocurra, el...