Capítulo Único.

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El partido de Quidditch había terminado con 190 puntos a favor de Slytherin y 160 para Hufflepuff; todos los de Slytherin eran de sus tres cazadores (los mejores, por lo demás): Ivan Braginsky, Vincent Vanderhoeven y Sadiq Annan, de séptimo los dos primeros y de sexto el último, trabajo también favorecido por los sorprendentes golpes y la agilidad de Natalia Arlovskaya sobre la escoba. Claramente no había que desmerecer el único punto de Hufflepuff, hecho por Cosette Bonnefoy y la magnífica acción de su buscador, Kiku Honda, quien –con una barredora- logró vencer al famoso Arthur Kirkland y quitarle con gran habilidad la snitch, finalizando el partido.

Por un lado de la cancha, los Slytherin se congregaban y celebraban su victoria, todos reían, gritaban y tomaban en brazos a los cazadores y los golpeadores, mientras que por el otro, solo quedaba un Hufflepuff que descendía de su escoba y se dirigía hacia los camarines. Del grupo se desprendió uno, de cabellera rubia, que aún sostenía su escoba; trotando, se acercó al muchacho de amarillo y cabellos oscuros, para tocarle la espalda y detenerle; se giró y le notó un brillo extraño en los ojos que desapareció inmediatamente cuando vio su indumentaria verde y plateada.

-Buen partido. –le dijo, extendiendo una mano aún enguantada, con una expresión seria en el rostro.- Soy Arthur Kirkland, es un placer. Supongo que ya me conoces, ¿o no? Jugaste bastante bien hoy.

El otro dudó un poco en como proceder, en como reaccionar. ¿Desde cuándo los Slytherin se portaban así con los Hufflepuff, desde cuándo los trataban tan bien? Temeroso –un poco, solamente-, sujetó la mano del otro y se tensó ante el apretón.

-Felicidades por la victoria, Arthur-san. –tras un momento de silencio, en el que ambos se miraron, la formalidad del japonés continuó el ambiente. Tenía una suave sonrisa en el rostro.

-Kiku Honda, ¿no? –el inglés, sin saber muy bien cómo seguir, se acordó del nombre del otro y lo bien nombrado que era por el Jefe de su Casa en las clases que compartía con Gryffindor.- Eres muy bueno en Pociones, ¿verdad?

-No es algo de lo que me gusta jactarme, a decir verdad... -murmuró, con la mirada baja y un rubor en el rostro.- No es como lo que usted puede decir... que es el mejor jugando Quidditch...

-Tú tienes un gran futuro en esto como buscador. -¿De verdad lo había dicho? Arthur Kirkland no sabía quién era, y le dedicó una sonrisa animosa.- Sigue esforzándote y practicando, una escoba nueva no te vendría mal... ¿Cómo es que antes no te había visto jugar?

-Bueno, esto... -Kiku tosió y le miró, aún con las mejillas sonrojadas.- Hufflepuff jamás tuvo un buscador asegurado, siempre eran suplentes, porque todo el que era admitido jugaba dos partidos y se iba... -el pelinegro soltó una carcajada suave, poco audible.- Y a comienzos de año unos amigos me pidieron que postulara...

-Tienes unos buenos amigos, entonces, fue una buena elección de tu parte, Honda.-una amplia sonrisa se formó en el rostro del rubio, que de a poco desapareció cuando se fijó quienes venían acercándose. Carraspeó, dándole una inclinación de cabeza.- He de irme. Hasta luego, Kiku, fue un placer haber hablado contigo. Ojalá nos veamos en otra ocasión. Hasta pronto.

-Hasta pronto, Arthur-san. –le vio girarse y caminar raudo hacia el grupo de Slytherins que empezaban a dejar el campo y se mezcló entre ellos y su cabellera rubia desapareció en un mar verde.

-¡Vee~! –la voz de un italiano le hizo sobresaltar, y más aún cuando no lo esperaba abrazándole por detrás, con los brazos rodeándole el cuello efusivamente.- ¡Felicitaciones por tu primer partido, Kiku! ¡Fue maravilloso! ¡Jugaste fenomenal! ¿No, Ludwig?

-F-Feliciano-kun...

-¿Ese Slytherin te estaba molestando, Kiku? –tras liberarse del abrazo del italiano, Honda se giró y contempló al alto Ravenclaw y a su acompañante, Hufflepuff como él.

[HP! APH] Hortensias. {Asakiku}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora