¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Querido Louis:
Mira donde nos ha traído el destino.
Sonreír al recordar el primer beso que nos dimos.
El recuerdo del dolor, cegó mi amor.
En la sombra del pasado me escondí y te he perdido.
He decidido ponerle un punto final a todo esto.
Pero sé, mi amor, que te voy a encontrar al final del camino.
En la vida que no ha sido me escondí.
El arte de vivir implica saber cuándo aferrarse y cuándo dejar ir.
Algunas personas piensan que aferrarse a las cosas les hace más fuertes, pero a veces se necesita más fuerza para soltar que para retener.
Retener es creer que solo existe el pasado, dejar ir es saber que hay un futuro.
El dolor te abandonará, cuando tú lo abandones.
Cuando dejo ir lo que soy, me convierto en lo que podría ser. Cuando dejo ir lo que tengo, recibo lo que necesito.
El problema de mirar demasiado al pasado es que cuando nos volteemos para mirar al futuro, este se habrá esfumado.
Dejar ir significa darse cuenta de que algunas personas forman parte de tu historia, pero no son tu destino.
Bebé, el secreto no es olvidar sino dejar ir.
Demolí todos los puentes detrás de mí para no tener otra opción que seguir adelante .
Deja que te fotografíe en esta luz en caso que esta sea la última vez.
Tenía tanto miedo de enfrentar mis temores, porque nadie me dijo que estarías aquí conmigo.
Y juraba que te habías mudado al otro lado del mar. Eso fue lo que dijiste, cuando me dejaste.
Solo en caso de que esto no se haya acabado. Supongo que todavía me importa un poco.
Una vez me dijiste: No te rindas, aun estas a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas que a vida es eso continuar con el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aun hay fuego en tu alma, aun hay vida en tus sueños, porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto, porque no hay heridas que no cure el tiempo, abrir las puertas quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron.
Vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar el canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento, aun hay fuego en tu alma, aun hay vida en tus sueños, porque cada día es un comienzo, porque esta es la hora y el mejor momento, porque no estas solo.
Porque yo te quiero.
Tengo miedo de verte.
Te libero de mí, de mis males, de mi mal genio, de los domingos por la tarde en donde nunca puedo más, del odio de mis cumpleaños, de no saber cómo hacer para regalarte algo que no pierdas. Te libero de mi desengaño, de tu karma, de mis novedades, de la contradicción que represento. Te libero de mis llamadas de autocompasión, de mis enredos, de mi cabello suelto, largo, sin peinar. Te libero de mi consciencia, del desconcierto a fin de mes, de la caída, de la llegada, de mi huida inevitable. Te dejo libre para que me dejes, para que me veas de lejos y me quieras, menos...