Sinopsis

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Me encuentro en mi habitación, escuchando mi canción favorita y leyendo una novela que me ha encantado en Wattpad, hace que me distraiga y me olvide de todo por un buen rato. Llevaba unas tres horas leyendo.

Mi mejor amiga Vero me ha dicho que viene a ver conmigo un maratón de películas, es viernes en la noche, se acerca 14 de febrero y al parecer ella quiere llorar acompañada con helado, ambas somos solteras pero aun así no quiero llorar más...

Mi móvil sonó en mi escritorio anunciando un mensaje.

Vero a las 7:19 p.m.

¡Amy, Amy, Amy, Amy! en 10 minutos llego, prepara las almohadas.

Visto.

Miré la foto que Vero colocó de perfil, éramos nosotras cuando teníamos 8 años. Bastante vieja la foto, en el patio de la escuela, yo me veía... Simplemente fea, no tengo otra descripción, tenía unos anteojos y estaba gorda, no sonreía en la foto y Vero se nota que intentaba hacerme reír ¿Cuando sucedió eso? ¿Qué había pasado conmigo?


Flashback

8 años antes...

-Amy ¿por qué lloras?- Verónica mi amiga desde el jardín de niños venia corriendo hacia mí. Yo me encontraba tirada en el suelo llorando del dolor -Aquellas niñas de allá me patearon y me llamaron gorda y cuatro ojos muchas veces- señale al grupo de niñas que se reían y me miraban.

-Amy, míralas, ¿crees que ellas son mejor que tú?- pensé y me limpiaba el uniforme -Si son mejores, son lindas y no son cuatro ojos- Verónica me ayudo a levantarme del suelo -Pues ellas no son mejores que nadie, no tienen corazón y yo se los voy a dejar claro arrancándole los pelos- Verónica no me dejo detenerla cuando ya estaba jalándole los pelos a la principal niña que me golpeaba.

Corrí hacia Verónica para sacarla de allí -¡Vero detente!- la agarre de los brazos. Verónica le gritaba cosas que no lograba entender.

-¡Puerca! Con Amy no te metes más nunca- Vero les gritaba hasta que logre calmarla. Mariand, la principal de ellas se nos acercó y dijo a las demás -Saquen a la defensora de aquí- y señalo a Verónica. 5 niñas cogieron a Vero a empujones y la llevaron a no sé dónde yo me quede allí parada viendo como quede sola, sin mi amiga.

-¿Crees que tu amiga siempre estará contigo, gorda?- Mariand me tomo del cabello mientras que otras niñas me agarraban de los brazos.

-¡Déjenla tranquila! Ella solo quiso ayudarme- grite mientras mis lágrimas comenzaban a salir de nuevo. Mariand saco unas tijeras para niños y empezó a pellizcar mi estómago con ellas.

-¡Eres una gorda fea! Ella no es tu amiga, y ahora por tu culpa también vamos a molestarla, cuatro ojos- me escupía las palabras. Gritaba del dolor y suplicaba que me dejaran en paz.

-Dile a tu mami que te ponga a dieta ¡Y obvio! que te cambie la cara de marrana, hasta negra eres- las demás niñas reían y me golpeaban los brazos.

Sentía arder mi estómago y brazos, cada golpe que me daban me hacía sentir más pequeña e insignificante ante todo a mi alrededor. Cada palabra que me decían era como una apuñalada en mi pecho.

Me sentía una persona sin valor, completamente sola y destruida sin tener al menos una pequeña reparación.

Me quede estática, me canse de gritar y no lograr nada así que solo espere hasta que se cansaran de golpearme y se fueran, cosa que no fue nada rápido.

-Vayámonos de aquí, ya es suficiente por hoy, amigas- dijo Mariand sin mirarme y con una sonrisa triunfante, yo solo respiraba con dificultad y miraba mis pies -Hasta mañana, gorda- vi como todas las niñas iban juntan al baño. Dos minutos después las vi salir e irse como si nada hubiera pasado.

¿Ahora qué hago? ¿Qué le diré a mis padres?

Me arrastre por el suelo hasta llegar a una banca del patio trasero de la escuela y en ella me apoye para levantarme, me senté, miré mis brazos, estaban llenos de moretones y sentía como palpitaban.

Quite mis anteojos, estaban sucios como yo. Limpie las lágrimas que quedaban en mi rostro y volví a colocar los anteojos en mis ojos. Sentí punzadas en mi abdomen, miré mi camisa blanca del uniforme de la escuela y ésta estaba manchada de sangre, la levanté un poco y estaba sangrando en varias cortadas que me dejaron. Dolía mucho. ¿Qué excusa le pondré a mis padres?

Empecé a llorar de nuevo, sin saber qué hacer, no había nadie aquí... ¡Vero! ¿En dónde estará? Busque en los rincones del patio con la mirada pero claro que no la encontré, solo estaba yo y el sonido del viento. Me levante de la banca como pude para salir de allí e irme a casa...

Fin del Flashback


Cualquier mínima cosa hace que esos momentos vuelvan a mi cabeza, en cualquier hora o lugar me persiguen, desde entonces he sido así... Admito que cada día estoy peor, una pérdida, un tormento, un peso, un problema sin remedio. Ésta soy yo, Amy, pero.. ¿En dónde estoy? 

Existe una Amy que sonríe, o al menos eso aparenta, y hay otra Amy que se critica a sí misma, llora, se hace daño y se trata mal, dos Amy completamente diferentes, una batalla, en la cual termina ganando la Amy triste, que todo lo ve perdido ¿Es normal eso? Estoy acostumbrada. 

Me pierdo en pensamientos negativos sobre mí y que nadie ni yo misma he logrado sacarme de ellos. 


Amy ¿En dónde estás?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora