Algo que olvidar

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Eran las 4:21 de la madrugada, se despertó con los ojos desorbitados, el cuerpo frio y sudoroso, era ella otra vez, esa chica le acosaba todas las noches, aquel día primaveral se transformó en un suplicio para sus recuerdos. Ashley se levantó de la cama para dirigirse a la cocina a por un vaso de agua y así, recomponerse un poco. Ya allí, acercó un taburete y el cenicero, encendió un cigarrillo para calmarse y pensar sobre aquello. Empezó a recordar lo que sucedió ese día, era por la mañana, el tiempo estaba soleado, el roce de la brisa en el rostro era agradablemente cálido, Ashley y Stacy estaban haciendo planes para aquella tarde que prometía ser espléndida, iban a venir dos amigas que hace tiempo se fueron a vivir al centro por problemas de trabajo, Stacy estaba eufórica debido a que el grupo entero volvería a estar unido aunque esto a Ashley no la llamaba la atención, ella prefería que esas dos se quedasen en su casa, bebiendo y discutiendo, pero como a Stacy la hacía ilusión, pensó que por un día no pasaría nada y aguantaría cualquier clase de insulto por ella. Las visitantes, Amanda y Rosa eran hermanas, Rosa era mucho más sosegada y agradable que Amanda, siempre tenía una dulce sonrisa para quien la necesitaba además de ser muy educada e ingeniosa, aunque la gran mayoría de veces, le gustaba mucho presumir sobre lo que los demás no tienen, Amanda era todo lo contrario, era egoísta, vulgar, narcisista y le gustaba degradar a las personas por sus defectos, sobre todo a Ashley debido a que esta, era más guapa que ella y llamaba mucho la atención de los chicos, cosa que Amanda no llevaba bien, por lo tanto, discutían a menudo. Stacy sugirió a Ashley que fuese a comer con ella y con sus padres, los cuales la adoraban, y sin pensárselo dos veces accedió. De camino a casa de su amiga, decidieron encenderse un cigarrillo y rememorar su tierna infancia, esto le provoco a Ashley una sonrisa, pues llevaba con su amiga desde el colegio, soportando criticas además de solucionar los diversos problemas que se les planteaba, ella quería mucho a Stacy y juró que nada ni nadie le haría separarse de su amiga hasta que cada una siguiera su rumbo. En casa de Stacy, su padre estaba trabajando en una investigación contra una enfermedad parcialmente letal mientras que su madre, estaba preparando un rico estofado de carne, ambas chicas ayudaron en la preparación del plato, ordenaron la mesa y cogieron una lata de cerveza con limón que tanto les gustaba, la comida estaba lista para ser servida, Stacy subió a la habitación de su padre, entretanto Ashley y Samantha ,la madre de Stacy, se quedaron en el salón, hablando sobre el estado de Ashley y sus estudios. Una vez terminaron de comer, las dos amigas fueron a buscar a las visitantes, el transcurso hacia la parada de autobús quedaba a 10 minutos de donde estaban y debían darse prisa, ellas llegarían en, aproximadamente,7 minutos. Cuando estuvieron allí, Ashley empezó a sentirse nerviosa, las invitadas llegaron y Amanda no tardó en hacer de las suyas, se burló de su vestimenta y ridiculizó su aspecto de manera muy vulgar y grotesca, Stacy puso orden en el lugar y reprimió a Amanda por lo que dijo, luego se giró y le dedicó una sonrisa a su amiga. Acto seguido decidieron pasar la tarde en una casa abandonada cerca de un prado, por el camino Rosa se acercó a Ashley para disculparse por el comportamiento de su hermana debido a que por la mañana tropezó con tal mala suerte que su teléfono se estrelló con la pared y quedó inutilizable.

Intentando ignorar en lo mal que se podría poner la situación por aquel accidente, Ashley saco un colgante de su bolsillo y lo miró con una mezcla entre ternura y tristeza, era el regalo de su hermana Teresa antes de que fuese asesinada, rápidamente fijó la vista en Amanda y Stacy, se aseguró de que ninguna vio el preciado objeto, se secó los ojos humedecidos por los recuerdos, guardo el colgante, se encendió un cigarrillo y procuró no pensar en ello más por ahora. Llegaron a aquella casa abandonada, cogieron una toalla en la cual se sentaron para no ensuciarse, acto seguido Ashley saco unas botellas de whisky y vasos que había guardado en su mochila para la ocasión, Stacy sugirió un juego donde una de las participantes decía una cosa que nunca ha hecho y los demás en función de si lo hicieron o no, bebían un trago de alcohol.

"Yo nunca he besado a un chico en la primera cita" -dijo Rosa, Stacy tomo un trago.

"yo nunca he llegado borracha a casa"- formuló Ashley, las tres chicas restantes bebieron.

"yo nunca lo he hecho en el coche" - dijo Stacy, Ashley y Amanda bebieron.

El juego continuó, con preguntas cada vez más atrevidas, hasta que Rosa afirmó:

"yo nunca me he acostado con el novio de una amiga de este grupo", su hermana Amanda bebió orgullosa un buen trago.

¿Amanda, con quien te acostaste? -preguntó Stacy.

Pregúntaselo al reciente ex novio de Ashley, el pobre estaba deseando a alguien que le supiese dar lo que necesitaba, es decir, a mí -dijo ella en tono burlón.

Ashley agachó la cabeza sin decir nada, intentando que las palabras de Amanda no se clavasen en su mente.

Hermana, ¿Cómo has podido hacer eso? ¡Discúlpate ahora mismo!- Dijo Rosa alterada.

Por dónde íbamos... ¿es mi turno, verdad? Yo nunca deseé la muerte de Teresa -soltó Amanda, acto seguido bebió hasta dejar el vaso vacío, lo rellenó y bebió nuevamente mientras se reía con malicia.

Aquellas palabras provocaron en Ashley que la imagen de su hermana volviera a su mente acompañada con un fuerte y agudo dolor en el pecho, recordó sus últimas palabras aquel día: "Ashley, prepara la tarta de vainilla más grande que puedas y deséame suerte para el examen, ¡Te quiero mucho hermanita!". Las lagrimas empezaron a deslizarse de sus ojos a la par que empezaba a sentir una rabia profunda que le nublaba la mente, Stacy se acercó a ella y la abrazó mientras que Rosa discutía con Amanda. Se secó las lágrimas y se levantó en silencio, mirando al suelo, caminando lentamente hacia su mochila buscando con la mirada la botella vacía de alcohol, la cual agarró para después acercarse a Amanda, acto seguido le propinó un golpe en la cabeza con todas las fuerzas que pudo, Stacy y Rosa quedaron perplejas ante ese acto mientras Amanda se desplomaba en el suelo chorreando sangre, Rosa se apresuró a comprobar el estado de su hermana y a llamar a una ambulancia mientras Stacy sacaba otra toalla de su mochila para ponérsela a la herida en la zona del golpe para así evitar que se desangrase, Ashley permanecía impasible ante los sucesos, encendiéndose un cigarrillo mientras sacaba el colgante de su difunta hermana y lo llevaba junto a su pecho.

La ambulancia llegó al lugar diez minutos después del suceso, los operarios procedieron a asistir a Amanda, la subieron a una camilla y la montaron en el vehiculo, Rosa les acompañó entre lágrimas y se despidió de Stacy tirándola un beso.

¿Por que has....?¿Ashley?

-Dijo Stacy buscando con la mirada a su amiga, que había desaparecido.

Se puso a pensar donde podría estar su amiga, después de todo lo ocurrido, sabia que necesitaría despejarse y tenia un lugar para ello, el claro que visitaban su hermana y ella todas las noches a observar las estrellas. Sin perder ni un segundo mas, corrió rauda hacia el lugar, no estaba muy lejos de allí pero debía darse prisa y comprobar el estado de Ashley, por el camino, se magulló los brazos y se le quedó enganchada varias veces la sudadera en las ramas, aunque esto no tenia importancia para Stacy, pues ya estaba cerca el lugar.

Una vez allí, la encontró arrodillada a la luz del atardecer con el colgante en el pecho, llorando y maldiciendo aquel día en el que la vida le arrebató a su hermana, golpeando el suelo con rabia. Stacy se acercó lentamente y con la voz a punto de quebrarse por la tristeza susurró:

"Tr-tranquilizate Ashley, todo esta bien, yo estoy aquí contigo"

Acto seguido se abrazaron con todas sus fuerzas, Stacy no pudo contener las lagrimas.

Tras unos minutos, ambas decidieron volver a sus respectivos hogares, Ashley tardó varias horas en dormir, pues no dejaba de darle vueltas a lo ocurrido. A la mañana siguiente, estaba recogiendo su habitación cuando el timbré sonó, era Stacy y no tenia buena cara, al borde del llanto, le dijo que Amanda había muerto por una hemorragia cerebral. Ashley entró en shock, los remordimientos empezaron a invadirla, sin detenerse ahí, dijo:

-Amanda... Te dedicó unas palabras antes de morir

-¿C-cuales?

-"Ahora tendrás que vivir con esto toda tu vida, si es que puedes..."

Tras rememorar esto, se levantó y seguidamente dirigió a su habitación dispuesta, a una vez mas, enfrentarse a sus recuerdos abrazando su colgante.

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