-Boxhead? -repite Foster, incrédulo- Tú nunca has jugado a este jueguito en tu vida, ni siquiera lo presentaste como uno de tus juegos destacados. No puedes traerlo a la final!
Así que estaba en lo cierto: parece que Foster estuvo revisando mi historial del torneo y sabe más cosas mías que yo mismo. Interesante...
-Que yo sepa, lo que acabo de hacer es perfectamente legal. No es así, señor? -digo dirigiéndome al presentador con una cara de tan inocente que podría hacerme pasar por la abuela de Caperucita.
Él asiente con una sonrisa de oreja a oreja. Creo que le simpatizo más que mi contrincante.- Exactamente, señor Sanders. Tal como lo dijimos, se podía elegir cualquier juego que uno quisiera. -finaliza enfáticamente.
-Por lo tanto, déjate de quejas y que empiece el juego! -la multitud estalla por mi comentario desafiante.
Foster gruñe por enésima vez, pero se oculta detrás de su pantalla. El presentador inicia la cuenta regresiva con ayuda del público y comenzamos a jugar.
Por si acaso eres como Foster y no sabes de qué va el juego, déjame que te lo explique: empiezas controlando un monigote con una pistola, y luego de unos segundos, una oleada de zombis cuadrados vienen a comerte. Tu objetivo es, lógicamente, disparar y matar a todos estos muñequitos. Una vez que la oleada termina, viene la siguiente, y así hasta que pierdes.
Hasta ahí, sencillo y aburrido. Lo que incrementa la diversión y la jugabilidad es que tienes un contador de combo, y cuando llegas a un determinado número de combo, desbloqueas muchas cosas: más armas, diferente munición, más munición en cada arma, y cosas por el estilo. El contador de combo va decayendo de uno en uno si no matas muchos zombis seguidos, y cuanto más alto es el número, más rápido decae. Por ejemplo, si tienes un combo de 63, bajará muchísimo más rápido a 62 que si tuvieses un combo de 15 y bajase a 14. Y eso es todo. Se entiende? Bien.Empezamos el juego al mismo tiempo, y el público puede vernos gracias a los televisores gigantes que han colocado para la ocasión. Mi personaje aparece en la pantalla y me familiarizo con el movimiento, los disparos y el mapa. Segundos después aparece la primer oleada.
Sorprendentemente, jugamos durante más de 40 minutos. Tampoco creía que Foster fuese a morir con los primeros monstruos, pero no esperaba que se adaptara tan bien a un juego que jamás ha tocado.
Luego de la oleada 112, escucho súbitamente unos gritos que me hacen saltar de mi asiento:
-No, NO! MUÉVETE HACIA LA DERECHA, IMBÉCIL!
Seguidamente, la pantalla se ilumina con un verde cegador y unas palabras en amarillo: VICTORIA. Lo había logrado! Había conseguido sobrevivir lo suficiente y Foster no. El presentador anuncia que gané (algo que es obvio, aunque comprendo que es su trabajo decirlo), pero la gente opaca sus palabras. Están todos frenéticos, saltando en sus lugares y gritándose entre ellos.
Nos dan un receso para descansar del juego, algo que agradezco. Nos dirigimos a nuestros respectivos rincones y me desplomo en un sillón, asimilando lo que acaba de pasar. He ganado, sí, pero ahora las cosas pueden cambiar drásticamente. Es el turno del juego de Foster, y él sabe a qué he jugado y en qué soy bueno. Es el turno de Foster... para hacerme quedar en ridículo ante todo el mundo. Menuda gracia.
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V-World
General FictionJack Sanders, un chico de 17 años, ha ganado el torneo mundial de videojuegos. Como recompensa, le permiten transportarse a un mundo en donde todas estas criaturas toman vida. Ahora Jack deberá decidir en quien confiar para que dichos personajes no...