Pequeñas mentirosas (serie)

CAPITULO 5: LA CRUDA REALIDAD

Las chicas discuten sobre el tema de Aria. Hanna, es demasiado comprensiva al respecto, diciendo que el humor fue lo que la ayudó cuando sus padres se separaron. Aria está un poco en desconforme. Todas le dicen que la apoyan y no la van a dejar sola.

Spencer les agradece que se hallan quedado con ella, ya que, la última vez alguien ("A") había estado en su casa y había dejado un mensaje.

Todas deciden subir a limpiar, pero de repente, les llega un mensaje. El mensaje contiene un video. En el aparecen las chicas justo en el momento en el que ven el mensaje de "A" en el espejo. Despues de ver el video descubren que fue grabado desde dentro del armario de Spencer. Cuando van a registrar el armario, encuentran el labial con el que fue escrito el mensaje. "A nos está observando", exclaman.

En casa de Aria, su hermano le pregunta sobre sus padres, pero Aria no le cuenta nada. La madre de Aria está muy enfadada con su infiel marido. Su discusión es interrumpida por Aria. Aria le cuenta a su madre que tuvo que mantener ese secreto durante más de un año. A pesar de que esta noticia le choca bastante, manda a su hija a la escuela.

Mientras tanto, Hanna se encuentra con Sean, su ex-novio, y hablan un poco. Él le confiesa que en realidad él quiso cargar con la culpa por lo del coche, porque se sentía mal por haber rechazado la propuesta sexual de Hanna. Ella le dice que no se preocupe. Luego hablan del baile de bienvenida. Las cosas pintan bien, hasta que de repente llega una chica en un descapotable y se lleva a Sean. En ese instante Hanna se muere de celos.

En la escuela, las chicas hablan sobre lo que pasó en casa de Spencer. Jenna no pudo haberlo hecho sola. Emily defiende a Toby. Justo en ese momento, un profesor llega a anunciarle a Spencer que su ensayo robado a ganado el prestigiado concurso. Spencer no esta muy emocionada.

En el laboratorio de química, Emily y Toby estan haciendo experimentos. Em comenta que no a dormido mucho. Toby le pregunta que si a sido por alguna fiesta. Ella le dice que no, y luego le insinúa que sabe lo que hizo la noche pasada. Toby le responde que estuvo estudiando y le cuenta la triste historia de cómo no puede hacer nada en casa porque Jenna tiene todo a todo volumen. Pero antes de seguir con ese tema, Toby le vuelve a preguntar a Emily acerca de su noche:

-Así que ¿en casa de quién te quedaste anoche? ¿La de la chica nueva? -pregunta Toby.
-¿Por qué piensas eso? - sigue Emily.
-Es el miembro más nuevo de tu grupito. ¿Ya a aprendido el saludo secreto? - sigue preguntando Toby.
-Es más mi amiga que de las demás. - dice Emily.
-¿Por qué? - sigue Toby.
-Sólo le interesan cosas diferentes...- se explica Emily.
-Lo diferente está bien. Me gusta lo diferente. Esta ciudad tiene mucho de lo mismo. - termina la conversación Toby.

Aria aprovecha el tiempo libre entre clases para estar con Mr. Fitz. Él le pregunta sobre su familia, y ella le dice que todo empeora. Él le insinúa que hoy no puede estar con ella, usando razones muy malas. Finalmente le dice la verdad: tiene que ir a un lugar para leer una historia que él a escrito. Aria decide apuntarse, sin dejarle opinar a Mr. Fitz.

Hanna va de camino a su trabajo, bueno, más bien su castigo, en el consultorio de la madre de Sean. En el ascensor, de la nada, entra alguien conocido: ¡Jenna Cavanaugh! Hanna trata de pasar desapercibida, pero , Jenna la "percibe", de alguna manera. Entonces, se empieza a poner un labial y Hanna se acerca un poco más para ver si el color es el color que ella piensa. Jenna se da cuenta y exclama: "¿Te gusta el color?". Hanna se asusta y sólo responde un nervioso "ajá".

Más tarde, Hanna decide averiguar a dónde va Jenna. Se da cuenta de que ha ido a una oficina de ese edificio. Hanna abre la puerta, pero un policía la interrumpe y sólo llega a ver un cuarto vacío, lleno de cajas.