[EXO/Viñeta (parte única)] Like Dogs & Cats

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Like Dogs & Casts



Ahí estaban de nuevo, una vez más, en el lugar donde se conocieron por primera vez. Las circunstancias ahora habían sido totalmente distintas. En realidad, ambos estaban en casa disfrutando de una taza de chocolate caliente para resguardarse del frío invierno, sin embargo, el chillido adolorido y los insistentes ladridos los hicieron cubrirse con chamarras, bufandas, guantes y gorros para abandonar su cálida casa.

Baekhyun era el que continuaba caminando alrededor de la sala sin descanso, mientras que el otro se mantenía calmado. Uno de los dos tenía que darle la fuerza al otro porque Chanyeol sabía que sí no mantenía calmado a su novio, este último entraría una crisis nerviosa.

—Siéntate por favor, Baekhyun —pidió —. Vas a hacer un hoyo en el piso donde sigas dando vueltas.

—No puedo, Chanyeol —murmuró —. Nuestra bebé está allí.

—Está dando a luz a sus bebés, Baek. Ni siquiera Toki está tan nervioso como lo estás tú.

—Eso es porqué Toki fue el que preñó a Makki. Ni siquiera sé porque los juntamos —rezongó.

—Bueno, eso tiene una respuesta.

—¿Y cuál es?

—¿Recuerdas siquiera cómo nos conocimos?

<< Chanyeol sostenía la correa llena de purpurina rosa, regalo de Jongdae, mientras que Toki caminaba por delante de él, meneando la colita alegremente. Era un viernes por la tarde, lo que significaba que su mascota tenía una cita con la veterinaria y no es que a Toki le guste ir demasiado a la veterinaria, pero Chanyeol amaba demasiado a su perrito que sería capaz de pagar millones y millones de wons sólo por su mascota y su salud.

Una vez que Chanyeol estaba cerca de doux amour vétérinaire, Toki había comenzado a resistirse. Debía admitir que tenía un perrito bastante inteligente y, además, llorón. Sabía que Toki pasaba un mal momento cada vez que venía al veterinario, pero confiaba ciegamente en el veterinario.

—Por favor, Toki —pidió —. Será rápido esta vez. Sólo es un chequeo rutinario —aseguró.

Sin embargo, Chanyeol se dio cuenta que su mascota se rehusaba a entrar. Por lo tanto, se vio obligado a levantarlo en brazos. La estancia estaba, prácticamente, vacía cuando entró, el clima del mini Split lo refrescó al instante y ladridos en protestas se dejaban escuchar alrededor.

Chanyeol se acercó hasta la recepcionista para confirmar su asistencia a la cita para luego ir a tomar asiento en una de las butacas vacías del lugar. Toki aún continuaba en los brazos de su dueño, lloriqueando mientras esperaba su turno. Algunos minutos, la señora que estaba su lado junto con un chihuahua, que se mantenía temblando, entraron a la otra habitación del lugar, dejando así a Chanyeol, Toki y la recepcionista los únicos en la sala.

Se había mantenido entretenido acariciando a su mascota para que tratase de controlar su creciente nerviosismo. Era como llevar a un niño con el médico, concluyó. Sólo que era más fácil controlar a los niños con algún dulce, mientras que los perros o gatos, por otro lado, no era tan sencillo.

Chanyeol escuchó la campanilla de la entrada y voces entremezclándose con aullidos de un perro.

—Makki, por favor —lloriqueó —. No puedes hacerme esto todo el tiempo, no funcionará.

Chanyeol no despegó su mirada del muchacho que recién había entrado ni notó cuando Toki dejó de temblar y lloriquear. Sin darse cuenta, tanto dueño como mascota habían caído en el amor.

Toki comenzó a luchar en los brazos de Chanyeol cuando el muchacho junto a su mascota se habían sentado a dos sillas lejos de él.

—Toki —advirtió.

La mirada del otro se dirigió rápidamente hacía Chanyeol y sonrió.

—Tú perro está inquieto en tus brazos —murmuró —. Deberías bajarlo.

Y como si esa voz hubiese sido susurrada cerca de su oído, Chanyeol obedeció. Ambos chicos, sólo por un segundo, dirigieron su mirada a sus respectivas mascotas sólo para darse cuenta que ambos perros se olisqueaban el uno con el otro.

—Parece que a Toki le gusta tu perrita.

—Y parece que a Makki le gustó el tuyo.

—Sí, eso parece —sonrió —. Quizá nosotros también podríamos llegar a gustarnos, ¿no crees?

—Eres rápido, muchachón —rio —. Me llamo Baekhyun.

—Un gusto, Baekhyun, soy Chanyeol. >>

—Claro que lo recuerdo —murmuró —. ¿Chanyeol por qué los juntamos?

—Porque nosotros nos conocimos como perros y gato se conocen.

—¿Y cómo es eso?

—En la veterinaria.

—Eres un idiota, Chanyeol.

Baekhyun rodó los ojos, pero no pudo ocultar la sonrisita que se había dibujado en sus labios. Al menos Chanyeol había logrado que su novio olvidara, por unos momentos, la preocupación que sentía por el parto de Makki porque sabía que todo saldría bien y Toki pensaba lo mismo.

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