Por desgracia me desperté otra vez en mi cuarto. Pinte las paredes de negro, siempre me refugio en ese color. Es algo que no les gustó a mis padres, nada de lo que hago les gusta. Me vestí y me fui al instituto, hace un par de semanas que dejé de comer, con suerte me moriré de hambre.
(...)
-Cállate de una vez emocha. -Dijo volviendome a golpear.
- No lo pienso hacer, mátame y ya.
- Que te cayes puta. -Me dio otro golpe y caí incosciente.
Pasaron las horas y me desperté en las camillas del instituto, supuestamente me desmalle delante de todos, claro. Si les digo que sufría de acoso nadie me creería, pensarían que es demasiado vanidoso de mi parte pensar que alguien solamente se paro a hacer algo bueno o malo por mi, me encontré con que mis brazos estaban vendados, como siempre que acababa en la enfermería. Se que está mal hacer que mi cuerpo sufra, pero es una manera de liberar mi estrés y de castigarme por ser una persona tan horrible.
- Que gato más rebelde tienes ¿no? -Dijo la enfermera sacándome de mis pensamientos.
- S-si... El g-gato...
- ¿Necesitas ayuda? Sabes que el instituto tiene un psicóloga.
- No es necesario, se controlar mi vida yo solita.
- Bueno... Lo que digas...
Me fui de la sala y me fui a mi casa, con suerte no estarían mis padres y no me echarían la bronca por volver antes a casa. Con suerte los atropellaron en la calle y me quedé sóla, o con suerte me atropellen a mi. Iba andando en la calle y me choqué con alguien.
- Pe-perdón, lo siento.
- Oh tranquila, no pasa nada- Dijo tendiendo su mano para ayudarme a levantar.
- Gracias.
- ¿Que te pasó? -Dijo dándose cuenta de mis vendajes y subiendo mis mangas.
- ¿Que haces? No tienes derecho a hacer eso. - Dije y salí corriendo, no me gusta que nadie vea mis "momentos débiles"
- ¡Espera! - Después de oir eso escuché pasos detrás de mi, no pude más y me eché a llorar, no podía tapar lo inevitable, no podía huir más. Ahora sólo espero sus golpes. Los merezco. -Lo siento, no quería herirte.- Dijo mientras se arrodilló y me abrazo, para mi sorpresa.
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Mi salvación. La historia de un angel más.
KurzgeschichtenMis padres me odian. Mis amigas me usan como esclava. Los chicos me insultan. Y yo misma se lo poco que importo para este mundo. Necesito algo que me salve de este infierno. Necesito mi salvación. AVISO: Esta historia NO pretende fomentar que la gen...