Caminabas entre pétalos de girasoles amándome, no sé como pudiste intentar tanta tragedia insoportable, heriste todo lo que nos completaba, lo que nos hacía uno mismo.
Cuando tocaba tu mejilla al momento de besarte jamás se me vino a la cabeza que tú fueras a ser tan mediocre, tan hipócrita, tan desconfiado, que no te amaras como lo hacías conmigo, eras triste.
Tardé en reconocer que te estaba haciendo daño, no miento, pensé que eras poco hombre como algunos que me he topado; eras todo lo contrario, eras navegante de tus huracanes depresivos, tus mismos nudos gruesos en la garganta al momento que me comportaba como una maldita mujer fría sin corazón, tantas veces te escupí como si fueras basura porque no razonabas que entre nosotros había límite, pero es que tenía miedo que tu amor hacia mi no fuera sincero, también llegué a ser triste.
Degollando todos tus sentimientos te fui desangrando con más impotencia, pensando en todas las ocaciones que llegamos a ser unos tontos tomandonos fotografías frente a la carretera mas lejana de la ciudad, acostandonos en medio recordando quienes eramos, y desgraciadanente si, eramos tristes.
Necesitábamos un abrazo cálido para poder protegernos de todo el daño que se tenía que tapar, pero no supe como valorarte con tanto temor que tenía en las venas, no tuviste el talento de acercarte por el terror que te estaba influenciando, lo siento mi amor pero hace 8 años me dañaron, me dejaron loca y sin vida, mente fría con sentimientos disparejos, perdón si te hago pasar por esto, pero quería estar con alguien que fuera triste conmigo, y te alejaste porque no te gusto el dolor, y llegue a reconocer que era eso, estar tristes era nuestro límite.
