Pelea, vamos, Sebastian, sigue peleando, se decía a sí mismo mientras recibía otro golpe en la mandíbula.
(Aunque no tengas nada por lo que luchar.)
Víctima de las rutinas: llorar, beber, conducir, pelear, gritar.
Otra intoxicación y estás muerto.
(Que alguien me ayude.)
Basta ya de mentiras, basta ya de amor.
(Salvadme.)
Toma tus puños y tu ira, y acaba con ellos.
(Ellos van a acabar conmigo.)
Pobre Sebastian.
Nadie lo escuchó.
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Ninfolepsia
RandomUn frenesí de emociones, como algo inalcanzable. i n a l c a n z a b l e.