Capitulo 59: ESPECIAL ITACHI SHINDEN CAP1 parte3 seccion1

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Sasuke lloró con más fuerzas

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Sasuke lloró con más fuerzas.


Ese instante ya no era momento para ver la luna. Itachi sonrió y bajó la mirada hacia su hermano menor.

- No llores Sasuke, pase lo que pase tu hermano mayor te protegerá.

Algo se acercaba...

Itachi no pudo evitar poner fuerza en el brazo con el que sostenía a Sasuke.

Hubo un inesperado acontecimiento en el que la aldea se había vuelto un caos. En el techo de la fuerza Uchiha Militar de Konoha se encontraba Uchiha Fugaku envuelto en una nube de polvo mientras veía a lo lejos con una expresión terrible en los ojos. A su alrededor estaban sus allegados que estaban conformados por la elite del clan Uchiha, mirando hacia lo lejos con expectativa.

- E-Ese es... - Dijo Yashiro, el de pelo blanco, quien se encontraba a la izquierda de Fugaku.

- Kyū- Kyūbi... - Quien dijo esto era Inabi, que se encontraba a la derecha de Fugaku. Inabi tenía el pelo color negro y largo y hacía todo lo posible para calmar su cuerpo que temblaba de miedo.

Fugaku, haciendo caso omiso del miedo mostrado por sus subordinados, veía la realidad ante él.

- No hay duda, es el Kyūbi.

Desde dentro de la nube de polvo que se erguía justo en medio de la aldea, salían nueve colas que se movían como anacondas y, a un extremo de las colas se encontraba una figura bestial de color naranja.

Bañado por la luna llena, rugía el siniestro zorro de nueve colas.

Era la legendaria bestia que traía calamidad a este mundo.

- Dispersen inmediatamente a las tropas al lugar, yo también iré.

- ¿Fugaku-sama irá? - Yashiro mostraba su miedo con su pregunta.

- Por supuesto.

Incluso mientras gritaba, su vista seguía puesta en el Kyūbi, el estruendo y los gritos se escuchaban a lo lejos. Uno debía de poder haber visto esa figura desde cualquier lugar en donde se encontrara en la aldea. Incluso en las zonas que no recibieron daños, el tener a la vista al Kyūbi era inevitable que se cayera en pánico y caos total.

- Este puede que sea el mayor desastre hasta ahora en la aldea, y yo como jefe de la Fuerza Militar... no me puedo quedar sin hacer nada.

- Pero...

Acercarse al Kyūbi era igual a poner tu vida en peligro y era seguro que los primeros shinobi en llegar a la zona ya hubieran muerto.

- Yo no he hecho ningún trabajo que ponga en peligro mi vida hasta el momento...

- Capitán...

Se asomaron lágrimas en los ojos de Yashiro. – Lo único que puede controlar al Kyūbi es el sharingan del clan Uchiha, si nosotros nos retiramos detenerlo será imposible.

- ¡Capitán!

- ¡¿Qué pasa?!

- Acaban de llegar órdenes desde arriba. Ordenan que la fuerza... apoye a la evacuación de la aldea.

- ¡¿Qué?!

- Lo único que puede controlar al Kyūbi es el sharingan, es probable que los líderes teman eso.

- ¡¿Me estás diciendo que ellos piensan que nosotros somos la causa de esto?! – Yashiro gritó.

Fugaku comprendía muy bien lo que sentía Yashiro.

- El clan Uchiha era parte de Konoha, así que era imposible que hiciera algo como liberar a una bestia como el Kyūbi para causar conmoción, y si existiera alguien que pudiera controlar al Kyūbi y este evitara el lugar donde vive, este sería el sospechoso inmediatamente. Pero en el clan no había nadie tan estúpido como para hacer algo así, además la bestia que está adelante estaba arrasando la aldea sin discriminación alguna. Por lo que pienso, esto no es obra de alguien que pertenezca al clan Uchiha y viva actualmente en la aldea. Diles que recibí la orden.

Tekka simulaba como si vomitara algo amargo.

- ¡Capitán!

Fugaku se dirigió a las escaleras y las bajó apresuradamente. Aunque le preocupaban Sasuke e Itachi que se habían quedado en casa, lo primero era llevar a cabo la misión encomendada.



- ¡Itachi!

- ¡Madre!

Mikoto abrazó con fuerza a Itachi que cargaba a Sasuke, ellos se encontraban en la calle frente a su casa.

- Me alegro que estén bien.

- No quería que te preocuparas al no encontrarnos en casa después de que hubiéramos escapado, es por eso que te esperamos.

Mientras derramaba una lágrima, si madre asintió.

La expresión en la mirada de Itachi se había vuelto tensa, pero tener la carga de proteger a su hermano menor lo había relajado, aunque fuera sólo por un momento. Al comprobar que se acercaba alguien detrás de su madre, su mirada seria volvió a ser la de antes.

- ¡Mamá!

Por instinto, como si fuera lanzado hacia otro lugar, Itachi pasó a Sasuke a los brazos de su madre y voló.

Una roca que había lanzado el Kyūbi cayó cerca de su casa y se rompió a la mitad, una parte volaba por el aire y se dirigía a la espalda de su madre. Su madre cargaba a Sasuke sorprendida por el salto repentino de Itachi y miró la roca que fácilmente podría aplastarla a ella y a sus dos hijos.

- Yo los protegeré.

Apretó fuerte su puño.

El taijutsu de un shinobi no es su fuerza muscular, incluso un niño de cinco años con el cuerpo sin desarrollar, si consigue un buen dominio de chakra, puede romper una roca.

Elevó su puño a lo alto y el chakra le recorrió el brazo. Su puño lo envolvía una flama azulada, era su chakra. Golpeó la roca y el impacto contra su puño hizo un sonido estridente al romperse. Mientras era bañado por una lluvia de rocas, Itachi aterrizó sin hacer ruido.

- ¿Están bien?

Y sin poder ocultar su asombro ella vio a Itachi con los ojos completamente abiertos. Su madre era una jōnin, era por ese motivo que estaba maravillada por lo que había hecho Itachi a tan corta edad.

- Aquí es peligroso. Vayamos a donde se están reuniendo los demás.

- sí...

- Puedes hacer ese tipo de cosas sin siquiera haber entrado a la Academia. Sí que eres digno hijo de tu padre.

Itachi estaba siendo alabado, pero ahora no era el momento para eso, su cabeza estaba llena con el sentimiento del deber de tener que llevar a su madre y hermano a un lugar seguro.

Se escuchaba el llanto de las mujeres y los niños y el grito de los hombres se mezclaban con el estruendo de los escombros. Era realmente una escena terrible. Había personas que escapaban sangrando.

Un hombre había perdido un brazo, gritaba despavorido a su compañero shinobi.

Una joven, como si se tratara de una muñeca a la que le habían cortado los hilos, miraba estupefacta una montaña de escombros que había caído cerca de ella.

Itachi, en el fondo de su corazón, escuchó un fuerte sonido. Aunque no había corrido una distancia larga, le costaba respirar. La escena que tenía delante de él se sobreponía a la escena de la batalla que vio cuando tenía cuatro años.

Guerra...

Un dolor profundo corrió adentro de sus ojos. Al igual que esa vez, una ola de poder se estremecía por detrás de sus ojos y por un momento sintió que su campo de visión se tiño de color carmesí e inmediatamente se calmó.

- ¿Itachi?

Detrás de él, su madre había notado algo inusual en su hijo.

- Estoy bien mamá.

Corrían con todas sus fuerzas, corrían para escapar al tremendo y oscuro poder del Kyūbi. Desde el fondo del corazón él deseó de tener la suficientemente fuerza para poder detener todos los conflictos.

De verdad quería convertirse en un poderoso shinobi.



Dentro de la sala de reuniones en la residencia Hokage, cuatro sombras se alineaban. El Tercer Hokage, Hiruzen Sarutobi, Shimura Danzō de ANBU y los consejeros Homura y Koharu. Con la repentina tragedia ya terminada, Hiruzen, que por el cansancio las arrugas se habían hecho más profundas, habló a sus colegas.

- El Cuarto Hokage y su esposa Kushina, con el costo de sus vidas, sellaron al Kyūbi dentro de su hijo. Como resultado, la aldea fue salvada.

Danzō, que escuchaba con mirada sombría, dijo:

- Pero la aldea recibió un golpe catastrófico que ni siquiera experimentó durante la Gran Guerra. Si no empezamos con los trabajos de reparación rápidamente, las demás aldeas pueden aprovecharse de la situación y atacar la aldea. – Dijo Homura.

Hiruzen asintió y dijo:

- Tengo pensado encargarme de este asunto inmediatamente.

- Sobre ese tema tengo una propuesta que quiero que me cumplas. Quiero que traslades la residencia del clan Uchiha a las afueras de la aldea.

- ¿Qué?

- Debes saber que lo único que puede controlar al Kyūbi es el sharingan del clan Uchiha.

- ¿Estás insinuando que el que convocó al Kyūbi es un Uchiha?

- El tratamiento hacia los Uchiha durante la Gran Guerra, el silencio de Fugaku hacia la decisión del Cuarto... En estos últimos años el descontento de los Uchiha hacia la aldea se ha incrementado.

- Yo no pienso en eso.

- Raíz ha investigado cuidadosamente los movimientos de los Uchiha.

- Danzō, es un hecho que los Uchiha estén descontentos...

- En aquellos que experimentaron la Gran Guerra está naciendo la desesperación. Es inexplicable que un genio tan extraordinario como Fugaku "el de los ojos terribles" se resigne a sólo ser capitán de la fuerza militar.

- La decepción hacia la aldea algún día puede convertirse en descontento y dar un golpe de estado en Konoha. Pero determinar que el incidente del Kyūbi fue culpa de los Uchiha... ¿no te parece un poco apresurado?

- Sólo por no tener pruebas no vamos a dejar que hagan lo que se les plazca. ¿Entiendes Hiruzen, que lo único que puede controlar al Kyūbi es el sharingan? Es un hecho. De todos modos tenemos que juntar a todo el clan en un solo lugar y trasladarlos a los límites de la aldea. Debemos hacerlo con la excusa del reestructuramiento de la aldea por el incidente del Kyubi.

Los tres sólo pudieron quedarse en silencio ante la actitud del hombre que era la personificación de la oscuridad. Un ANBU.



Itachi estaba contento con el nuevo lugar donde vivía, aunque estaba bastante lejos del centro de la aldea. Dentro del distrito Uchiha, se encontraba el templo Nakano, y como estaba en los límites de la aldea, naturalmente se encontraba rodeado por naturaleza. No tenía problemas en encontrar lugares para entrenar, si caminaba un poco podía salir los límites de la aldea y tras ella se extendían montes escarpados. Itachi pensaba que ese era un buen lugar para que creciera su hermano pequeño, pero... los adultos no pensaban igual. Desde que se decidió la creación del distrito Uchiha, muchos jóvenes shinobi empezar a pasar por arriba de su padre.

Discriminación.

Opresión.

Acusaciones falsas.

Ese tipo de palabras salían de la oficina de su padre.

Itachi entendía claramente la razón del por qué los adultos se sentían ofendidos por el traslado, pero las sospechas de que el culpable detrás del incidente del Kyūbi era alguien del clan... como resultado fueron agrupados en los límites de la aldea sin siquiera recibir una explicación al respecto.

Itachi pensaba que el enojo de ellos era entendible, pero una vez que eso fue decidido no se podía hacer nada al respecto. Todo el clan ya había sido reunido y lo más razonable era hacer algo mejor en el nuevo distrito Uchiha.

Por el incidente del Kyūbi, toda la aldea estaba en ruinas, no solamente el clan Uchiha estaba sufriendo. Había muchas personas que habían perdido a sus seres queridos, también había personas que habían perdido sus negocios, así que el clan Uchiha podía acostumbrarse y considerarse afortunado en recibir un distrito antes de todos los demás afectados.

Itachi no podía ocultar su decepción ante los adultos que solamente se quejaban.

- Bueno, me voy. – Dijo el padre de Itachi.

Itachi junto con Sasuke y su madre se encontraban cenando. Por supuesto, su hermano todavía no podía comer cosas sólidas y él se encontraba sentado en una silla para bebés.

- ¿Qué hago con tu comida?

- Voy a comer afuera. Llegaré tarde, así que no me esperen despiertos.

- Entiendo. Que te vaya bien.

- Que te vaya bien, padre.

- El año siguiente entras a la Academia. Debes continuar con tu entrenamiento.

- Entendido.

Sasuke comenzó a balbucear como si tratara de imitar a su hermano. El bebé balbuceó, su padre lo vio una vez y asintió un poco su cabeza. Acto seguido desapareció tras las puertas.



- Exactamente, ¿qué están haciendo los adultos tan tarde?

Itachi preguntó ingenuamente a su amigo.

El único amigo que tenía, Shisui, con una cálida sonrisa en su cara miraba a lo lejos a las esculturas de los Hokage. Los dos estaban sentados en un acantilado a las afueras de la aldea. Era un lugar que solamente los dos conocían.

- Soy un genin. – Dijo Shisui mientras miraba a lo lejos. – Por eso voy a ir a la reunión de los adultos.

- ¿Eh?

- Se realizan regularmente en el templo Nakano.

Él quería preguntar qué era exactamente lo que hacían, pero tuvo un presentimiento terrible y no pudo decirlo.

- Eso es algo que tú no tienes por qué saber todavía.

Al decir eso Shisui apartó su mirada llena de ansiedad. Un ambiente pesado recorría el clan Uchiha. Itachi repitió varias veces en su cabeza que tal vez ese mal presentimiento era sólo su imaginación.

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