Cuento de Hadas (Cap. extra) (Camus x Cecil)

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"Insulsos plebeyos"

Esa era la frase que se repetía una y otra vez en la mente mientras caminaba hacia su habitación.

"tan ruidosos y tontos y tan carentes de modales..."

El joven pálido de cabellos dorados y mirada glacial se detuvo frente a la puerta de su habitación y entonces miró al suelo donde algo le había llamado la atención. Ahí, atrapado bajo la puerta se encontraba un sobre el cual tenía escrito en letra elegante una sola palabra:

"Camus"

El aludido tomó el sobre preguntándose de donde podía provenir pero sus dudas se disiparon cuando lo giró y ahí, a manera de sello se encontraba impreso en laca el escudo de armas de Permafrost, su país natal.

Camus entró decidido a la habitación y se sentó en su escritorio, pensó en preparase un té antes de leer la carta, tal vez eso menguaría su jaqueca. "Todo es culpa de esos tontos", se dijo para sí mismo. Realmente le molestaban las actitudes tontas e infantiles de todos los demás habitantes del Master Course, si no fuera porque tenía órdenes directas de su reina no soportaría estar un segundo más en esa casa de locos.

Se levantó de su lugar y se dirigió a la pequeña cocina que había anexa a su muy enorme y lujosa habitación, un requisito que él había exigido para su estancia ahí. Puso a calentar el agua y alistó todo para preparar su té.

"que molestia" pensó "esto debería estar haciéndolo Aijima, al fin y al cabo está bajo mis órdenes", y de cierto modo eso era cierto. Cecil Aijima, el séptimo integrante de STARISH, pero también el príncipe heredero de su nación Agnapolis, era su pupilo, aunque pensándolo más objetivamente, el conde de Permafrost lo trataba más bien como sirviente, puesto que siempre lo hacía prepararle el té, el desayuno, llevar sus cosas, revisar su agenda, etc. Sumado a eso estaban las "clases" que el rubio le daba para aprender a ser un Idol adecuado y todas las tareas que eso conllevaba.

Camus terminó de calentar el agua y la puso en la tetera con el té que tanto le gustaba, preparó una taza de su hermoso y fino juego de té, y lo puso todo en una charola para luego llevarlo a su escritorio, se sentó y volvió a tomar el misterioso sobre que había recibido de su país y pensó que era un momento ideal para abrirlo. De pronto alguien tocó la puerta sacándolo de sus pensamientos, algo irritado bufó para luego hablar en voz alta.

- ¿si?, ¿Quién es? –

- Ca-camus sempai... -

Era la voz de Haruka Nanami, la compositora estrella de la agencia Shinning, una chica simple y común como cualquier niña promedio de su edad, pero que poseía un enorme talento como compositora musical, y quien, por alguna extraña razón, tenía a todos los tontos de STARISH babeando por ella.

El joven se levantó de su asiento y se dirigió hasta la puerta, cuando la abrió se encontró con la sorprendida mirada de la muchacha.

- ¿Qué quieres? – preguntó con su habitual tono de voz frio y agresivo

- Yo... esto... le tengo la nueva canción para la gala del próximo mes... espero que sea de su agrado... -

La muchacha hizo una exagerada inclinación y le alargó un sobre al rubio, quien, tras dudarlo unos cuantos segundos lo tomó y lo abrió para hojear las partituras.

- Si bueno... gracias – masculló Camus mientras hojeaba la canción.

- Po-por nada... Camus Sempai –

Uta no Prince Sama ~ Estrella de San Valentín (mini fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora