Capítulo 3

38 4 0
                                    

CAPÍTULO 3

*****POV SONIA*****

Estaba tumbada en la cama, cuando alguien entra silenciosamente, miro y es Carlos.

-Quiero estar sola-digo mientras me limpio las lágrimas, ya que no quiero que me vean llorar.

-Si lloras es porque no estás bien-dice mientras se sienta en la cama y me abraza- ¿Qué te pasa?

-Nada, tuve una pequeña discusión con las chicas y ya sabes cómo me afectan, nada importante-le cuento.

-Ya verás cómo se soluciona todo ahora...-y me empieza a hacer cosquillas yo me retuerzo de la risa.

-Para...po...or...fa...vor...-digo como puedo, por el ataque de risa.

-Si prometes que vas a sonreír y dices que yo soy el más guapo.

-Vale, te lo prometo-sonrío- eres el mejor-el para de hacerme cosquillas y se aparta, yo me levanto y le digo- No eres el más guapo porque lo soy yo.

*****POV ÁLVARO*****

Estaba preocupado en el salón cuando oigo unas risas en la habitación de Carlos y eso me relajó, me fui a ver qué pasaba pero Sonia sale corriendo con el rubio detrás y la chica me abraza por detrás.

-¡Protégeme de ese maníaco!-me dice riendo y escondiéndose en mi espalda señalando a su primo.

-¡Sonia! Te voy a pillar-grita-¡Retira lo que has dicho!

-Nunca, si lo hago sería una mentirosa-dice con voz de niña pequeña y yo contento pero sin entender nada.

-¿Qué ha pasado?-pregunto uniéndome a las risas.

-Tu amiguita dice que ella es la más guapa-dice Carlos acusadoramente- Cuando el guapo aquí soy yo.

-Es sincera- la defiendo y noto como ella se pone nerviosa.

-Seréis...-no continúa porque sale Blas bastante elegante, iba con una camisa blanca, unos pantalones negros y unos zapatos y el pelo lo llevaba como siempre.

-Estás muy guapo-lo alaga Sonia- Anímate, verás que todo sale bien.

*****POV BLAS*****

Después de los ánimos de mis amigos, estuvimos hablando de cosas triviales para relajarme, cuando de repente oímos como se cerraba una puerta y aparecía en el salón Marta, estaba guapísima, ese vestido blanco le quedaba muy bien, era corto y de palabra de honor que se ajustaba a su figura, la falda estaba suelta, con sus tacones negros alto que le hacías sus piernas más largas y con su pelo recogido le daba un toque sexy.

- Estás guapísima- la alago.

- Gracias, tú también estás muy guapo-me responde con una sonrisa- ¿Vamos?

- Claro, preciosa, chao chicos-nos despedimos y nos vamos.

- Vamos a un restaurante que me recomendó Sonia, nos sentamos y pedimos.

- Este lugar es precioso-dice mi cita con una sonrisa.

- No más que mi acompañante-le contesto.

StayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora