No quiero dar nombres ni nada porque no me gustaría que después todos odiaran a mi ex al igual que yo... (es broma) pero igual no lo haré, digamos que el apodo de mi susodicho es "negro" o "negrito" porque sí, es mas negro que el carbón. Aunque siempre me decía que no, que el era trigueño, corazón, la negrura la llevas en la sangre. Ya, les voy a contar mi historia, ¿están listos? ¿tienen pañuelitos a mano?
Mi historia con el negro empezó cuando un amigo hizo un grupo en whatsapp con el motivo de "Fifi'Lovers." ¿se acuerdan de la fifi? ¿rodrigo pop wine? ¿no? Pero si estuvo super de moda... ya, no nos desviemos. En el grupo estaba el negro, obvio que yo ya lo conocía de antes, lo había visto un par de veces porque teníamos amigos en común y además lo había stalkeado un par de veces, o quizá tres, o ya bueno, siempre lo psicopatiaba, me las daba de agente secreto y ya sabia hasta su tipo de sangre. (Perdón si me desvío mucho del tema, ya no puedo con este déficit atencional.)
Yo siempre me trataba de hacer la chistosa por el grupo con la intencion de que luego el quisiera conocerme, osea, habia una en un millon de posibilidades de que eso pasara, si igual el negro es guapo, y habían minas mucho más guapas que yo, demaciado diría yo, basta con decir que mis cachetes de ardilla no le ganaban a nadie. Y un dia, por arte de magia, y como una bendicion caída del cielo, el me habló... yo no sabía que hacer, no sabía si era el u otra persona, o si era una broma, no sé, se me pasaron millones de cosas por la cabeza. Y si era una broma era super pesada, mis ojitos se llenaron de brillitos de todos colores cuando el negro me mandó ese mensaje, aunque era un -hola.- todo seco. Después de 15 minutos contados por reloj le contesté con un -hola.- igual de seco, obvio que no me podía mostrar tán interesada, había que hacerse la difícil, aunque en el fondo sabía que moría por decirle que lo amaba y que siempre lo había amado.
Conversamos harto, pasábamos horas y horas hablando y no nos aburríamos, osea, al menos yo. Él siempre me tiraba esas típicas tallas jotes de los galanes, obvio que yo no me ilucionaba porque sabía que todos los minos lindos eran iguales. (O quizás si me ilucioné un poquito.) Siempre decíamos que teníamos que juntarnos para hacer de nuestras conversas más interesantes, yo siempre le decía -si obvio, deja de pedirle permiso a mi mamá y te aviso.- obvio que nunca lo hice, osea, no soy una cabra chica pero nunca salía, ni siquiera a comprar pan, ¿y decile a mi mamá de un dia para otro que me quería juntar con un mino? No señor, quizás que hubiese pensado mi santa madre, que me iba a desviar del camino del señor.
Y así pasaron los meses, había algo en ese muchachín que me decía que era el indicado para este metro cincuenta de pasión.
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Mi Historia De Amor
RomanceMi historia de amor no es de esas que te hacen llorar ni mucho menos, tampoco voy a dar detalles porque no es algo de otro mundo, pero, ¡Diablos! Lo que sentía por el... Eso era de otro mundo... Tanto tiempo esperando señales de su parte, señales qu...