Él instituto

#2 El primer dia

Por la mañana me desperté con el despertador de mi móvil que me había regalado mi hermana mayor, di un gran salto de mi cama.

-Hoy va a ser el mejor día de mi vida. Me dije a mí misma mientras me ponía las zapatillas de conejitos. Cuando me dirigía a la cocina mi hermana pequeña Samantha se puso delante de mí diciendo.

-Hermanita puedes por favor bajarme en tu espalda las escáleras, porfa,porfa-Me dijo cuando ponía cara de perrita abandonada.

-Yos Samantha que pesada eres- Le dije mientras me la quitaba de encima.

Al momento Samantha se puso a llorar sin parar diciendo -¡Mama Luna no me deja subirme a su espalda para bajar las escaleras!-

-Luna porque no le dejas por una vez, anda que tú eres mayor que ella, deberías darle ejemplo. Dijo mi mamá para no tenerla que oír.

-Tío mama porque siempre tiene que ser lo que ella diga- Le dije con voz algo molesta.

-Venga cariño solo por hoy- Me dijo en bajito.

-Vale mama-

-Samantha quieres que...- no me dio tiempo de terminar la frase cuando dijo.

-Sí, sí quiero que me bajes las escaleras- dijo gritando.

-En realidad te iba a decir que si quieres que te baje por las escaleras- Se lo dije solo para terminar lo que empecé.

-¿Luna eso no es lo que dije yo? Me dijo algo confusa.

-No tú dijiste "quiero que me bajes por las escaleras" cuando yo todavía no te había preguntado ¿lo entiendes?- Se lo dije mirándola a los ojos.

-creo que si, entonces me puedes coger ya?- Dijo con cara rara.

-Vale venga ten cuidado al subirte a mi espalda- Se lo dijo mientras se subía.

-Vajando por las escaleras Samantha no paraba de decir -¡Wiiiiiiiiiiiiiiii que diver!-

-Hola mami ¿qué estás haciendo hoy para desayunar?- Le dije con voz intrigada

-Hola cariño, estoy haciendo huevos revueltos y zumo de naranja recién exprimido- Dijo con voz dulce.

-Yos que buena pinta tienen le dije mientras sacaba el móvil de mi bolsillo.

Hay voy a mirar los WhatsApp de anoche.

-seguro que están hablando de sus estupendas vacaciones en París, Roma, Cuba...- Dije yo indignada.

Mientras que yo me había pasado todas las vacaciones cuidando de mi hermana, que era muy pesada.

Después de comer me fui directamente al armario para vestirme, cuando me di cuenta de que solamente tenía 20 minutos para arreglarme antes de que el autobús saliese, dije gritando:

-En 20 minutos no me da tiempo de vestirme maquillarme y peinarme- Dije algo triste.

Empece a vestirme a toda pastilla, me puse solo un poquito de colorete y un ligero brillo de labio con sabor a vainilla, también me comí un tictac amentolado, y, por último, me puse un collar y una pulsera que me había regalado Stephany por mi cumple, por si no sabes quién es Stephany, es mi prima.