Nos encontramos en una vida... vida que no era la nuestra, de mundos tan distantes que no se tocaban, de universos tan diferentes que ni siquiera encajaban, y sin embargo tratamos a la fuerza de ir más allá de nuestras simples convicciones, quizá era amor, quizá era terquedad, o era la simple necesidad de tener algo que no había existido nunca en nuestra vida.
En nuestro entorno rodeado de insensatez, nos encontramos... con sensaciones tan distintas a las conocidas, y nos dejamos perder...
Nos dejamos perder entre pensamientos de algo que no podía ser, no éramos iguales, mucho menos parecidos, dos galaxias distantes que nunca se han de tocar, tan sólo vernos, nos comenzamos a llenar de sentimientos tan puros hechos a base de ninguna cosa en especial...
Necesitados de tener algo diferente, nos perdimos en la eternidad, inertes, sin nada...
Quedamos desnudos ante el tiempo, con una simple mirada que nadie podía comprender... Esa conexión que nadie podría romper...
Éramos dos personas completamente diferentes.
Tú... siempre tan lleno de cosas por hacer, siempre serio, siempre con cosas que cumplir, "normal", monótono... siempre cumpliendo las cosas por hacer cuando debías hacerlo... "gris", de "mente cuadrada" y negada a los cambios e incluso a las opiniones...
Tan lleno de las cosas que siempre odié... 'yo jamás podría vivir así', pensaba todo el tiempo.
Siempre absteniéndote a dar una mala cara, pero aún así no solías sonreír... al menos que fuera por cortesía o para una fotografía, una sonrisa jamás sincera...
"Nunca podría ser como tú... Me niego a ser como tú" rondaba cual ecos en mi mente todo el tiempo, rebotando, sin jamás poder dejar de escucharlo con el simple hecho de verte...
No sé cómo soportabas las presiones del día... no sé como podías sobrevivir, como es que nunca gritabas, como es que nunca despertaste una mañana sintiéndote miserable, yo me habría sentido así si fuese como tú...
Yo siempre estaba de un lado a otro, no solía estar el suficiente tiempo en ningún lugar, eso es porque no me creí nunca perteneciente a ningún lado en especial, haciendo todo a última hora como siempre en mi vida, impaciente, volátil... sin importarme las opiniones sobre mí.
Tú siempre queriendo complacer a todos...
La monotonía no era parte de mi vocabulario, excepto para utilizarlo como insulto...
nunca pude sonreír como cortesía en toda mi vida, ni siquiera para una fotografía, me hubiese sentido hipócrita...
Nunca hice las cosas que me pedían cuando me lo pedían, siempre haciendo de mi vida lo que quise...
Luego te encontré, primero entre textos, después en mi cabeza... y... realmente me fui perdiendo... quizá no éramos tan diferentes como siempre pensé... pero me forcé a creer que era así, de alguna manera no quería estar a tu lado, nunca quise estar contigo, eras el conjunto de cosas que siempre había odiado toda mi existencia.
Y sin embargo estábamos ahí, mirándonos fijamente el uno al otro, perdidos... alejados del mundo... sólo nosotros dos... sin nadie...
Nos encontramos entre líneas que nadie ha de leer, entre lugares inhóspitos y oscuros a los que nadie va... pero aún así éramos diferentes, tú te encontrabas ahí para huir del mundo, yo por simple curiosidad.
En ese momento en que te leí, fue como si algo brotara dentro de mí, que no supe que era en ese instante, pero sé que no se ha podido borrar completamente de mí hasta éste día.
Mis pensamientos entraron a la fuerza en ti cuando escribí mis respuestas en aquellas hojas que olvidaste... aquellas que encontraste cuando todo desapareció... en ese lugar lleno de secretos, era nuestro y a pesar de eso ninguno de los dos lo sabíamos...
Seguiste "olvidando" tus hojas y buscando respuestas... yo continuaba dándotelas, era como una conversación infinita con alguien que era invisible... era excitante y a la vez me llenaba de intriga ¿Quién era esa persona tan llena de dudas sobre todo?, hice conjeturas, tal vez demasiadas y ninguna me llevaba hacia ti...
Nos perdimos tanto el uno en el otro sin siquiera conocernos, que cuando sucedió, nos desmoronamos y no supimos qué hacer, esa persona que tanto me intrigaba resultó ser la persona de la que más me molestaba su existencia en el mundo, tan frío como siempre, me miraste... y... por primera vez... te vi esbozar una sonrisa sincera...