Prólogo

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Fragmentos... Ráfagas azules en la oscuridad desaparecen en un destello fugaz, en un sitio y luego en otro.





Un momento... Son ojos, unos muy brillantes ojos azules que apenas puedo divisar.


Pasan como ráfagas, trato de encontrar donde estarán esta vez pero no logro alcanzarlos.





Estoy desesperada, y trato de alcanzarlos como si mi vida dependiera de ello.





¡No puedo más! Grito desgarradoramente pero no escucho nada, no tengo voz, me desespero aún más y un nudo en la garganta me advierte que empezaré a llorar, y quiero que el llanto fluya, quiero de alguna manera liberar todo lo que siento ¡pero las lágrimas no salen! Me siento atrapada, presa en mi propio cuerpo...





Todo se vuelve negro, las ráfagas han desaparecido y siento mi existencia también desvanecerse en la oscuridad, siento mi alma volverse oscuridad...

Tengo que AsesinarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora